En las páginas iniciales del proyecto de ley “Cuidar en Igualdad-Derechos y políticas de cuidado” se detallan los datos del Indec que dejan en evidencia que las mujeres e identidades feminizadas dedican 5,7 horas diarias a tareas de cuidado no remunerado, mientras que los varones en promedio dos horas diarias. Los datos pertenecen al módulo de Uso del tiempo en la Encuesta Permanente de Hogares de 2013.
“Estas desigualdades se profundizaron con la pandemia”, asegura Betina Cabrera Fasolis, representante de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana, quien indicó que en este período no hubo espacios de cuidados como la escuelas, guarderías, instituciones para personas con discapacidad, entonces los cuidados quedaron concentrados en las familias, principalmente en las mujeres.
El Observatorio Nacional Mumalá, Mujeres, disidencias, derechos realizó en 2020 una encuesta a 3.995 personas de todo el país y llegaron a la conclusión de que las mujeres que no tenían a cargo el cuidado de otras personas dedicaban 5 horas diarias a tareas de cuidado en pandemia. Ese tiempo se elevaba a 11,5 en mujeres que están como únicas cuidadoras de niños o adultos mayores. “Sin embargo, la cantidad de horas era prácticamente igual en las mujeres que estaban en pareja y tenían a cargo tareas de cuidado. El promedio era una dedicación de 10 horas diarias, el número no variaba ostensiblemente”, dijo la referente.
“Veíamos que hay una falta de democratización, de compartir equitativamente los cuidados y las tareas domésticas”, remarcó Cabrera Fasolis. Y concluyó: “Vemos una aproximación en el último tiempo de los varones a las tareas de crianza, pero también que éstas están enfocadas en compartir tiempo libre, de ocio. Por ello es importante acompañar la ampliación de la licencia con una política de cambio cultural que interpele el modelo de masculinidad vigente, en pos de que se asuma con mayor responsabilidad”.
