Este lunes fue el Día del Agua, y en medio de el panorama más que favorable que se observa en los diques más emblemáticos de la provincia a raíz de las lluvias de los últimos meses, bien vale la pena recordar la historia del viejo dique San Roque, una obra concebida por el ingeniero Carlos Cassaffousth y el contratista Juan Bialet Massé.
Inaugurado en 1888, esta imponente estructura fue considerada en su momento una de las obras de infraestructura hidráulica más relevantes a nivel mundial.
Su impacto fue tal que incluso Gustavo Eiffel, creador de la icónica torre parisina, la describió como una de las obras más importantes del mundo, resaltando su carácter productivo en contraposición a su torre.
“Mi torre y el dique San Roque son las obras más importantes del mundo en este momento, pero mi torre no es productiva y el dique sí”, dijo por entonces.

El viejo San Roque generó admiración internacional por sus características técnicas, con una capacidad para albergar 250 millones de m³ de agua y un murallón de 115 metros de longitud y 37 de altura.
Las primeras dificultades: problemas de funcionamiento y obstrucción
El dique comenzó a acumular agua en 1888 para abastecer la región. Sin embargo, para el verano de 1891-1892, no había alcanzado un volumen significativo, lo que evidenció problemas en su funcionamiento.

Investigaciones posteriores revelaron que la causa principal de esta deficiencia radicaba en los residuos de materiales provenientes de la construcción del ferrocarril hacia Cosquín, que habían obstruido la entrada de agua al embalse.
Investigación y cuestionamientos: fisuras y filtraciones
Ante esta situación, el gobernador de Córdoba, Manuel Pizarro, solicitó fondos a la Legislatura provincial en mayo de 1892 para llevar a cabo las reparaciones necesarias.
Además, recurrió al presidente Carlos Pellegrini, quien designó al ingeniero Federico Stavelius para realizar una evaluación técnica.
El informe de Stavelius detalló la presencia de fisuras y filtraciones en el dique. Como solución, se recomendó la construcción de un muro adicional de ladrillos aguas arriba, utilizando cemento portland de origen inglés, y rellenar el espacio entre ambos muros con el mismo material.

Se argumentó que solo este cemento importado podría corregir la decisión inicial de usar cal cordobesa, material local que, paradójicamente, fue posteriormente elogiado por ingenieros extranjeros por su alta calidad.
No obstante, las dudas sobre la solidez del dique se propagaron, generando rumores sobre su posible colapso.
Acusaciones y prisión: el arresto de Bialet Massé y Cassaffousth
La controversia llegó a su punto álgido cuando el gobernador Pizarro solicitó el procesamiento de Bialet Massé y Cassaffousth el 12 de septiembre de 1892, acusándolos de defraudación en la calidad y el precio de los materiales utilizados en la construcción.

Ambos ingenieros fueron encarcelados hasta el 10 de noviembre de 1893.
Reparaciones y reivindicación: el dique supera la adversidad y perdura
Tras presentar sus descargos, el Gobierno contrató a Bialet Massé para llevar a cabo las obras de reparación. En un informe de 1906, Bialet Massé destacó la infundada alarma generada en la población sobre una supuesta ruptura del dique, asegurando que los desperfectos eran lógicos dada la rapidez de la construcción y que siempre se había interesado en su perfección.

Hoy en día, el viejo dique San Roque se mantiene en pie y es visitado por turistas y habitantes de Córdoba, constituyendo una prueba irrefutable del trabajo realizado por Bialet Massé y Cassaffousth, quienes han sido reconocidos y reivindicados por la Legislatura de Córdoba.
El legado histórico: documentos que preservan la memoria del dique
El Archivo Histórico de la Provincia resguarda documentos históricos que permiten comprender en detalle la controversia en torno al viejo dique San Roque, abarcando desde su estructura hasta los debates técnicos, administrativos, políticos y jurídicos de la época.
Según Gabriela Parra Garzón, directora del Archivo Histórico, estos registros, que incluyen informes técnicos, documentación sobre procesos judiciales, decretos y solicitudes de contratos, ofrecen una visión rigurosa de los desafíos de esta obra pionera y la complejidad de las decisiones de aquel entonces.
Estos documentos históricos, disponibles para consulta previa solicitud, son fundamentales para analizar los hechos y rescatar las voces de nuestra memoria colectiva