Tras la detención del sacerdote Patricio Cruz Viale y la revelación de que había sido enviado a un refugio en Guadalaja, México, tras la denuncia de abuso sexual, la Comunidad de los Padres de Schoenstatt en la Argentina emitió un comunicado en el que afirma que existe una única denuncia, aunque informaron que fueron advertidos de “expresiones de cariño exageradas” de Viale hacia menores de edad.
A partir de esta nueva información, el fiscal Juan Ávila Echenique, quien investiga la denuncia por abuso sexual y ordenó la detención del sacerdote, decidió investigar si hubo o no un delito de instancia privada contra esos niños, contenidas en el eufemismo de “expresiones de cariño exageradas” y que llevaron a que las familias hicieran una presentación en la Iglesia, aunque luego decidieron no continuar con el proceso para llegar a una denuncia en un proceso canónico.
La vicaría judicial del Arzobispado de Córdoba compartió todo lo actuado en la investigación interna de la Iglesia con el fiscal Ávila Echenique. Incluso este antecedente. Ahora, el fiscal citará a las familias que llevaron la noticia de estos presuntos abusos para indagar si hay materia para una investigación penal. Como se trata de menores de edad, no se requiere que las víctimas tomen la decisión de promover la acción penal, como sí se pide cuando se trata de mayores de edad.
Desde Schoenstatt admitieron que “en la segunda mitad del año pasado” recibieron “una comunicación conjunta de dos matrimonios cercanos al padre Cruz quienes, pidiendo discreción y confidencialidad, manifestaron al superior de los Padres de Schoenstatt su preocupación por las expresiones de cariño exageradas hacia los niños, dejando en claro que jamás configuró una situación de abuso”.
“Sin que se formule denuncia alguna, se realizó igualmente una investigación exhaustiva entre sus allegados y la gente con la que el padre tenía contacto, y la misma concluyó como resultado descartando cualquier tipo de delito canónico. Como los protocolos de la Iglesia lo indican, esto fue comunicado a las autoridades eclesiásticas”, sostuvieron.
Sobre la denuncia de abuso sexual
Respecto de la denuncia de abuso a una mujer, el superior provincial expresó que a la denunciante “se la escuchó tantas veces como fue para ella necesario” y que “las autoridades eclesiásticas” –no informa quienes– la invitaron a tramitar la acusación formal en un proceso canónico, “ya que esta es la obligación que se tiene frente a toda la denuncia que implique potencial delito canónico, para que así ambas partes puedan presentar sus defensas y pruebas”.
Sobre esto, desde el círculo cercano a la denunciante manifestaron que Schoenstatt no tuvo predisposición en esclarecer el hecho, por lo que primero asistió al Arzobispado y luego a la Justicia ordinaria.
En relación con el caso, desde el movimiento afirmaron la “plena disposición y colaboración” del padre Cruz Viale y de la comunidad con los procesos penal y canónico.
En una estrategia de disposición al proceso judicial, el superior provincial Pablo Javier Pol reconoció que “es quizás uno de los momentos más difíciles para la Comunidad de los Padres de Schoenstatt en Argentina”.
El retiro del sacerdote
Finalmente, con intención de “brindar transparencia” al proceso judicial, desde Schoenstatt reconocieron que el superior de ese entonces (principios de este año) decidió, como medida prudencial, apartarlo de sus responsabilidades y tareas pastorales, aunque nunca se le prohibió la posibilidad de celebrar misa u otros sacramentos.
Además, se le pidió un tiempo de reflexión vocacional con acompañamiento terapéutico calificado en México, el que inició en enero de este año, para atravesar su crisis personal.
Cruz Viale estuvo alojado en el centro de la Fundación Rougier en Guadalajara, uno de los lugares sindicados en ese país para el albergue de religiosos acusados de delitos sexuales.
“Confiamos en que la Justicia esclarecerá los hechos y permitirá que la verdad salga a la luz. Nuestro compromiso en cada momento de este proceso ha sido el de actuar con responsabilidad y prudencia, cuidando a toda nuestra comunidad, y garantizando el respeto de la integridad de la mujer denunciante”, concluyó el comunicado de Schoenstatt.
