La forma en la que se cierra un correo electrónico puede marcar la diferencia entre recibir una respuesta o que el mensaje quede en el olvido.
Así lo demuestra un análisis realizado por la plataforma Boomerang for Gmail, especializada en productividad y herramientas de correo, que examinó más de 350.000 hilos de emails reales y encontró una conclusión clara.
Según el informe, las expresiones de agradecimiento aumentan significativamente las probabilidades de recibir respuesta. Entre las distintas fórmulas analizadas, la más eficaz fue thanks in advance (gracias de antemano), que alcanzó una tasa de respuesta del 65,7%, frente a la media general del 47,5%. Esto supone un incremento relativo de casi el 40%, simplemente por elegir una frase adecuada de cierre.
Estas expresiones son las más efectivas
El análisis de Boomerang comparó las tasas de respuesta de ocho de los cierres más habituales en los correos electrónicos.
El ranking estuvo liderado por aquellas fórmulas que contenían expresiones de agradecimiento: Thanks in advance (gracias de antemano): 65,7% Thanks (gracias): 63% Thank you (muchas gracias): 57,9%.
Por debajo de estos porcentajes se situaron cierres más neutros como Regards (un saludo), con un 52,9% de respuestas, o Sincerely (traducido habitualmente como Atentamente), con un 51,2%.
Es decir, incluir un “gracias” en cualquiera de sus variantes mejora notablemente la tasa de respuesta.
Por qué funciona tan bien
Según interpreta Boomerang, una de las claves está en que thanks in advance no sólo expresa gratitud, sino que da por hecho que el receptor hará lo que se le pide, lo que podría influir psicológicamente en su predisposición a responder.
Es una forma sutil de establecer una expectativa sin necesidad de insistencia directa. No obstante, también advierten que esta fórmula debe usarse con criterio: en contextos más delicados o personales, como una conversación informal o una primera toma de contacto, puede resultar demasiado presuntuosa.
El respaldo científico
Aunque se trata de un análisis privado realizado por la plataforma Boomerang, la empresa cita como respaldo teórico un estudio académico de referencia firmado en 2010 por Adam Grant, psicólogo organizacional en la Universidad de Pensilvania, y Francesca Gino, profesora de comportamiento organizacional en Harvard Business School, publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology.
Esta investigación demostró que expresar gratitud aumenta la probabilidad de que una persona ayude a otra. En uno de los experimentos, las personas que recibían una expresión directa de agradecimiento ofrecían su ayuda en el 66% de los casos, frente al 32% en el grupo que no recibía ese reconocimiento.
Los autores concluyeron que el agradecimiento refuerza la percepción de valía social, lo que motiva conductas prosociales como responder a un email o colaborar con otra persona.
No hay una fórmula mágica, pero sí buenas prácticas
Boomerang insiste en que no existe un cierre universal perfecto para todos los correos. La clave está en adaptarlo al contexto, al tipo de relación y al tono del mensaje.
Sin embargo, como norma general, no subestimar el poder de un “gracias” puede ayudarte a mejorar tus resultados comunicativos.