Con el incentivo del arzobispo Ángel Rossi, la Iglesia Católica de Córdoba continúa su proceso de transformación cultural, de plan de acción y de respuestas ante abusos que ocurren en la arquidiócesis, en perjuicio de niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables.
A un año de su creación, la Comisión Pastoral Arquidiocesana de cuidado de las víctimas y prevención de abusos a niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables informó los avances que hubo 2025.
Entre los datos más destacados, está la recepción de 13 informes sobre posibles casos de abusos en parroquias, colegios o movimientos católicos, cinco de los cuales serían de índole sexual. De esos presuntos casos, tres fueron reportes de resoluciones y procedimientos que se realizaron en las instituciones afectadas.
Además, existieron dos posibles abusos de autoridad en un colegio, tres en parroquias y capillas, un posible abuso de autoridad en un movimiento y dos denuncias de abuso de conciencia, en una parroquia y en una casa de retiro.
Cada caso de posible vulneración de derechos fue derivado al arzobispo o a los superiores competentes, conforme a las normas de Actuación Pastoral y de Prevención (Napyp).
En función de ello, el cardenal Rossi puede considerar conveniente realizar una investigación preliminar u otro proceso canónico. Incluso, antes de que llegue el caso a un tribunal eclesiástico, él puede evaluar la situación y aplicar alguna sanción disciplinaria a los involucrados.
Para el mejor funcionamiento en la administración de la justicia, en un tribunal eclesiástico las funciones se distribuyen bajo la responsabilidad de distintos ministros, los cuales desempeñan una función específica. Pero también está en la decisión del arzobispo encargarle la investigación preliminar a otros curas que no están en el tribunal.
Dar un dictamen completo en el menor plazo posible es una de las premisas que se impuso la Iglesia local.
“Nos compromete a transitar caminos apropiados, de modo tal que se ofrezca una real cercanía de la Iglesia a quienes más han sufrido y se garantice un trabajo firme para prevenir y evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir”, apuntaron los miembros de la comisión.
Sergio Colmenares, referente de este espacio, consideró que el crecimiento de informes sobre posibles abusos podría ir de la mano del trabajo de la comisión y de su difusión, a diferencia del año anterior, cuando sólo se recibieron dos casos. “Sin embargo, también creemos que estos 13 informes no reflejan todas las situaciones de las comunidades. Nos falta más conocimiento y comunicación”, sostuvo.
El Plan Integral de Prevención de Abusos en Ámbitos Eclesiales, estructurado para el período 2025–2027, contempla tres fases: concientizar, capacitar y cuidar. Este plan integra acciones formativas, elaboración de protocolos y estrategias de evaluación.
Formación
En esta primera etapa, centrada en la concientización, el objetivo primordial es “salir al encuentro” de distintas comunidades para que conozcan el código de comportamiento en su trato con otras personas en espacios eclesiales y el protocolo de denuncia para guiar a una presunta víctima ante la comisión de un delito y evitar el ocultamiento.
Esta formación es impartida por un equipo conformado recientemente e integrado por dos agentes pastorales, por una religiosa y por un sacerdote. En este marco, este año se formó a 400 miembros de diferentes parroquias, comunidades, movimientos y ámbitos eclesiales.

En las capacitaciones, los miembros de la comisión apuntan a la creación de ambientes sanos y cuidados. Desde allí que términos como “cuidado”, “poder” y “libertad” entran en juego.
“‘Abuso de poder’, ‘abuso psicológico’, ‘abuso de conciencia’ y ‘abuso sexual’ se vinculan por su progresividad e invasión mayor en la mente y en la libertad del abusado”, entendieron desde la comisión.
Además, mantuvieron reuniones con representantes legales y párrocos de colegios parroquiales en el marco de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica (Jaec), con representantes de la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de Argentina (Faera), con el equipo directivo del Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos (Cefyt) y con el equipo de conducción del Instituto Católico Superior (Incasup).
Capacitación recibida
En paralelo, los miembros de la comisión participaron de instancias formativas que fortalecen sus competencias de acompañamiento y prevención.
Entre ellas, se destacan un diplomado del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor (Ceprome), otro en prevención de abuso sexual infantil de la Universidad Católica Argentina (UCA) sede Paraná y un programa de formación sobre prevención de abusos y generación de ambientes cuidados de la Universidad de San Isidro.
Además, recibieron cursos de docentes de Cefyt, formación del Consejo de Protección de la Arquidiócesis de Santa Fe y la asesoría del sacerdote especializado Pablo Folonier.
A un año de la detención de Viale
El 9 de noviembre del año pasado, la Policía de Córdoba detuvo al sacerdote Patricio Cruz Viale, del Movimiento Schoenstatt, de la capital provincial, acusado por presunto abuso sexual gravemente ultrajante por la calidad de ministro de algún culto.
Desde ese entonces, el cura permanece privado de su libertad en el penal de Bouwer. A fines de septiembre, la causa a cargo del fiscal Juan Ávila Echenique fue elevada a juicio.
Este domingo, fieles convocan a una misa en la sede de Schoenstatt en el Cerro de las Rosas.



























