A poco más de un mes de la inauguración de la nueva autovía de ruta 5, que recorre el Valle de Paravachasca, uniendo con cuatro carriles de circulación Alta Gracia con Villa Ciudad de América, intendentes y jefes comunales de la zona analizan las consecuencias iniciales para la región.
La coincidencia general, en un primer balance, marca un resultado positivo pero cada lugar considera a su vez nuevos desafíos a afrontar con el cambio que introduce.
La nueva “Autovía Calamuchita” (aunque en realidad no llega a ese valle y recorre el de Paravachasca) prolonga la autovía que parte de Córdoba a Alta Gracia, extendiendola ahora casi hasta el dique Los Molinos. Lo nuevo tiene 27,8 kilómetros de extensión.
Según la empresa provincial Caminos de las Sierras, la construcción requirió una inversión de 100 millones de dólares por parte del Gobierno de Córdoba. Se estima que por esa nueva ruta transitarán anualmente unos 2,8 millones de vehículos.
En los primeros cinco días de enero, pagaron peaje en este nuevo tramo 37.316 vehículos. Aunque no hay datos actualizados, esa proyección marcaría para los primeros 20 días de enero el paso de unos 150 mil automotores.
Para el intendente de Alta Gracia, Marcos Torres, la autovía tiene un valor positivo, ya que evita el colapso de tránsito que en ciertos días era notorio antes en esos tramos. En Alta Gracia, por caso, debían instalar inspectores de tránsito para regular el acceso por ruta 5. También consideró que colabora con la seguridad vial y sanitaria de la zona. Respecto del aspecto económico, planteó que todavía es muy prematuro realizar un análisis ya que recién transcurre su etapa inicial.
En tanto, la intendenta de Anisacate, Natalia Contini coincidió en que mejoró la seguridad vial. “Generó una descongestión importante en la vieja ruta 5 y nos permitió reducir los accidentes casi a cero”, precisó. Y agregó que no afectó a la localidad en lo turístico “para nada”.
El nuevo trazado “esquiva” las zonas urbanas de varias localidades turísticas. Para ingresar a ellas hay que desviarse de la autovía.
Alberto Nieto, jefe comunal de La Bolsa, indicó que, en un principio, estaban preocupados por la posibilidad de que la nueva vía repercutiera en bajar la afluencia de turismo. Sin embargo, aunque bajó un poco el tránsito en el pueblo, el presidente comunal precisó que “la gente sigue comprando cosas acá y las 14 bajadas al río Anisacate están llenas todos los fines de semana, como antes”.
Los intendentes evalúan que aunque el tráfico principal ya no atraviesa sus localidades, la autovía suma más movimiento regional y de ese modo pueden “cazar” visitantes también. A la vez, que la ruta de acceso sea más rápida y segura, parece hacer llegar nuevos visitantes.
Seguridad, servicios y cuidado ambiental
Para la localidad de La Serranita, la cantidad de visitantes y de tráfico aumentó ya que es uno de los ingresos de la autovía.
“El turismo llega más rápido ahora y evita las largas horas que pasaban antes en la ruta”, destacó el jefe comunal Carlos Guzmán. Consideró que la nueva vía mejoró además el acceso a los centros de salud, ya que “antes la ruta se colapsaba y se debía esperar aunque se tuviera una urgencia”, marcó.
Guzmán consideró que un desafío clave es el crecimiento urbano de la localidad. “Nos implica desarrollar un ordenamiento territorial adecuado para que si se crece sea en torno al cuidado ambiental y a la preservación de nuestro ecosistema local. Queremos proyectar a futuro”, analizó.
Crecer sin planificar: un dilema
Por cierto, la nueva autovía supone la chance de que localidades cercanas a Alta Gracia, que venían registrando ya un fuerte crecimiento en población, lo aumenten aun en mayor medida por la mejora en la conexión vial.
Pero, hasta ahora, ese aumento poblacional generó impactos por ausencia de planificación y de servicios en varios puntos.
Por su parte, el presidente comunal de La Rancherita, Miguel Vanetti, sostuvo: “Nuestra zona es turística por naturaleza. En temporada alta sufríamos las consecuencias del congestionamiento, el usuario de la ruta se veía afectado cuando debía volverse a su casa, se quedaba hasta altas horas de la noche sin poder volver. Todo eso con la nueva ruta cambió”. Y también recordó que antes era muy difícil que llegaran los servicios de emergencia sanitaria.
Vanetti destacó que para La Rancherita es importante el cuidado ambiental. “Creo que todas las autoridades de este valle tendríamos que tener en cuenta lo ambiental para poder a futuro seguir manteniendo los recursos naturales y turísticos para las generaciones posteriores”, opinó.
La autovía finaliza en Villa Ciudad de América. Osvaldo Murúa, su jefe comunal, expresó que la obra es “maravillosa” por su impacto. “Demorábamos una hora y cuarto para llegar desde acá a Córdoba y ahora estamos en 45 minutos”, comparó. “Eso también le pasa al turista”, graficó.
Asimismo, consideró que uno de los desafíos de este nuevo crecimiento es generar mayores condiciones de seguridad y poder mejorar los servicios para atender la demanda creciente.