Scholas Occurrentes, la ONG que preside el Papa Francisco, extenderá sus lazos en Córdoba. Tras desembarcar de la mano de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) para colaborar en procesos de educación no formal e inclusión de jóvenes ahora sumará al trabajo territorial al Gobierno de Córdoba y a la Municipalidad de Córdoba.
José María del Corral, el director de la fundación pontificia, confirmó a La Voz esta nueva alianza para extender el “pacto educativo” que propone la entidad que tiene sede en varios puntos del mundo.
“Es una decisión de los gobiernos que Scholas se puede internar en los barrios y generar estos valores del encuentro en los propios lugares de los chicos e implementar un micro pacto educativo en esas comunidades”, apuntó del Corral.
Y agregó: “Se firmaron dos convenios, uno con la Agencia Córdoba Joven y el otro con el municipio de Córdoba. Se establecerá un cronograma de barrios donde Scholas pueda ir y desarrollar su metodologías y hacer un diagnóstico de dolores y la situación de los jóvenes”.
A las propuestas actuales, en mayo se sumará el programa “Soñemos Juntos” donde participarán además de la UNC, la Agencia Córdoba Joven y la Municipalidad. Ambas colaborarán con fondos para realizar proyectos que surgirán en los barrios populares, que todavía están por definirse.
Scholas en Córdoba
Un año atrás, cuando Scholas inauguró su sede física en la UNC, este pedagogo y amigo del Papa desde hace 20 años en una entrevista a este medio proponía “la cultura de encuentro” como una herramienta para sanar las heridas que había dejado la pandemia.
-¿Qué balance hace a un año del desembarco físico de Scholas en Córdoba?
-Al Papa Francisco siempre le preguntan porque pone tanta fuerza a Scholas, si no es algo propiamente catequístico o confesional. El responde porque es concreto y lo católico es lo concreto. Si no es ideología. Cuando firmamos ese papel aquí significaba cuánto necesitan los jóvenes una Universidad y una educación que los pueda escuchar. No para repetir y aprobar un examen, sino para darse cuenta que están vivos. Los chicos necesitan expresar que les duele, que no es lo mismo una cosa que la otra.
Tras dos semanas en Roma, Del Corral vino a Córdoba a presenciar el cierre del programa Ciudadanía Universitaria que se realizó en la UNC. 30 jóvenes de distintos puntos del país y diferentes estratos sociales (16 universitarios y 14 de barrios populares) compartieron experiencias con la metodología de trabajo que propone Scholas: escuchar, crear y celebrar.
Durante tres días los jóvenes participaron de cuatro talleres: pintura, música, teatro y palabra donde trabajaron bajo la pregunta ¿Quién soy? De la actividad también participaron además de la Provincia y Municipalidad, la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, el Comipaz y la coordinación de Scholas en Córdoba.
Como parte de este encuentro los jóvenes realizaron el viernes pasado una puesta en común con una intervención que se presentó en el Pabellón Argentina. Con máscaras, luces y percusión reflejaron los miedos, las angustias y la felicidad que sienten al atravesar esta etapa de la vida.
“Nuestro sistema educativo se fue deformando y en vez de hacerlos a los chicos cada vez más originales como el Creador con la obra, le vamos poniendo a los chicos una máscara blanca, como la que usaron en la obra. Los jóvenes ante esa realidad la empezaron a intervenir y le pusieron sus rasgos. Dijo una chica: “por primera vez, me animé a decir lo que siento de manera pública, antes tenía mucho miedo de que me carguen por mi cuerpo”. Esa educación es la que hace posible la cultura del encuentro”, reflexionó.
Y puso como ejemplo otro de los testimonios de los jóvenes: “Otra chica decía hace un rato que estaba muy lejos de la universidad, pero que ahora le dieron ganas de estudiar. Ese creo que es el secreto de cómo se puede mirar la universidad desde la periferia y no tanto la universidad yendo a trabajar a la periferia, que no es lo mismo”.
“Que hayan participado chicos con problemas de consumo juntos con chicos que están por recibirse de abogados, de médicas y otras carreras, eso es realmente el encuentro. Creo que es lo que nos falta como argentinos y nos falta en esta es una pandemia que es global. Hoy reina el desencuentro”, agregó.
Actualidad
-Usted habla de la cultura del encuentro. Hace unos días el Papa envió una carta a Alberto Fernández y fue leída por algunos sectores como una intervención que profundiza la grieta.
-Creo que ese liderazgo del Papa genera lo contrario. Al Papa desde algunos sectores se lo tilda de generar grieta y te diría más bien que es víctima de la grieta. Aun en las peores situaciones cuando ya las armas muestran su importancia, la persona que pasa a ser referente para parar la locura de eso es Francisco. Acuden a un hombre que no tiene armas, un anciano, que tiene tanta autoridad y que puede llamar a unos y otros para plantar un olivo.
-Precisamente desliza la cuestión de la guerra en Ucrania y quería saber porque no prosperó la acción y visita del Papa a Ucrania.
-El Papa sigue haciendo, desde lo visible y también desde lo invisible. Insisto. Creo que hay pocas personas y organizaciones con autoridad, porque son pocos los que admiten archivos y Francisco es de los pocos que hay. El diálogo parece mucho más débil e ineficiente. Pero sin embargo el diálogo es la esencia misma de la vida.