El Sars-Cov-2 tiene hoy ya una menor preponderancia en relación con el resto de los virus respiratorios que están circulando. Meses atrás, era el responsable de la mayoría de las internaciones o complicaciones por enfermedades infecciosas en las vías aéreas de personas adultas.
En niños, el regreso de las clases presenciales y el aumento en la movilidad general hicieron que el brote de bronquiolitis causado por el virus sincicial se desplazara hacia agosto o septiembre, cuando lo habitual es que se produzca a finales de mayo o junio. Hoy, las gastroenteritis pediátricas están a flor de piel y originan la mayoría de las consultas infecciosas en el sector.
Sin embargo, este escenario no es necesariamente definitivo. Puede llegar a cambiar: los casos de Covid-19 podrían aumentar y el virus, a circular más si se tienen cuenta algunas variables más o menos dichas.
Sabido es que la vacunación contribuye a reducir el riesgo de hospitalizaciones y de muertes. Esto explica, en buena parte, por qué Córdoba casi no registra fallecimientos por Covid-19 desde hace una semana.
La contención de un eventual nuevo brote va a depender de la cantidad de personas que logren ser inmunizadas con dos dosis, así como de aquellas que comiencen a recibir las terceras. En este grupo se encuentran quienes fueron vacunados con fórmulas que necesitan una inyección extra para garantizar una protección efectiva. También, quienes completaron sus esquemas hace ya más de seis u ocho meses, tiempo en que se estima que la inmunidad de las vacunas comienza a descender.
Argentina espació la colocación de las segundas dosis en buena parte de la población, en especial en quienes recibieron la Sputnik V. Sin quererlo, eso también puede haber sido decisivo para mermar el impacto de una tercera ola provocada por la variante Delta. En muchos casos, la cantidad de anticuerpos de defensa aumenta cuanto más tiempo pasa entre una dosis y la otra.
Las variantes
El comportamiento de las variantes del virus es otra de las incógnitas. Según datos de la vigilancia del Ministerio de Salud provincial, al menos el 10 por ciento de los contagios que se producen en Córdoba son actualmente originados por la Delta. Esta situación también puede llegar a cambiar. En el Área Metropolitana (Amba), la cepa Delta ya explica más de la mitad de los casos que se detectan.
Finalmente, la baja de internaciones críticas también influye en el descenso de muertes por Covid-19. A mayor ocupación de camas, menor atención personalizada. Cuando la demanda es alta y hay saturación, también crecen las infecciones asociadas al cuidado de la salud. Una de las principales complicaciones de los pacientes internados por Covid-19 en una terapia se debe a estas enfermedades, más conocidas como “infecciones intrahospitalarias”.
Y, conviene repasarlo, a las políticas públicas de mitigación de brotes se suma el ingrediente individual: ¿seremos capaces de sostener las medidas más básicas de protección? Por ejemplo, especialistas siguen recomendando hisopados ante la aparición de síntomas respiratorios, tengan o no fiebre.
Si hay algo que queda claro es que la pandemia, aunque en baja, no terminó.
