El deporte practicado por mujeres vive un presente de crecimiento constante pero entre las asignaturas pendientes de los últimos años sigue siendo un punto débil la presencia femenina en roles dirigenciales. De todos modos, el trabajo está y empieza a rendir frutos.
En el último tiempo, las mujeres pasaron de estar solamente en las canchas a poder ser parte de algunas comisiones, en el referato o en cuerpos técnicos.
En lo que respecta a normativas vigentes, en Córdoba, los clubes están obligados a capacitarse “en género y violencia contra las mujeres y respeto del derecho a la identidad de género”. La medida se aplica para la totalidad de las autoridades y personal que se desempeñe en las entidades deportivas de la provincia.
El 12 de agosto del 2020 la Unicameral aprobó la incorporación de la Ley Micaela para el deporte en todo el territorio provincial; la autoridad de aplicación es el Ministerio de la Mujer de la Provincia. Córdoba fue la primera en sumar la Ley Nacional N° 27.499 dentro del ámbito deportivo, aunque recién en este 2022 comenzó a aplicarse.
Por otra parte, diferentes instituciones deportivas vienen trabajando en la modificación de sus estatutos para la inclusión de las mujeres en Comisiones o Consejos directivos. En este aspecto, el Club Universitario es pionero: su estatuto no hace distinción de género.
A nivel nacional, el Proyecto de Ley Promoción de Igualdad y Paridad de Género en el Deporte, impulsado por la Diputada Nacional Magalí Mastaler, quien además se desempeña como Presidenta del Foro Argentino de la Mujer en el Deporte (Famud), brazo articulador de las políticas de género de la Confederación Argentina de Deporte (CAD), tiene media sanción (fue aprobado por amplia mayoría en Diputados).
El proyecto establece un sistema de representación y paridad de género progresiva en las listas que se presenten para la elección de integrantes de los cargos en Consejos Directivos en las asociaciones civiles deportivas: un mínimo de 20 por ciento de mujeres en cargos titulares en el primer año; 30 a los tres años y a los cinco, paridad de forma intercalada de comienzo a fin de la lista.
También prevé la constitución de los departamentos de géneros en todas las asociaciones civiles deportivas de nuestro país, con la creación de protocolos frente a situaciones de abuso, violencia y discriminación.
