El hígado graso no alcohólico es cada vez más común, incluso en personas jóvenes. Se asocia con el sobrepeso, una dieta rica en ultraprocesados y el sedentarismo.
Además de una alimentación saludable y actividad física, muchos estudios científicos estudian las propiedades de ciertas plantas que pueden ayudar a revertir esta condición de forma natural.
Una de ellas es la melisa o toronjil (Melissa officinalis), una hierba aromática conocida por su efecto calmante sobre el sistema nervioso, pero también estudiada por su potencial hepatoprotector.
Según la Fundación Española del Corazón, el hígado es capaz de regenerarse si se lo cuida adecuadamente. Y en ese sentido, incorporar melisa como infusión puede ser un complemento efectivo y accesible.
Por qué la melisa protege el hígado
La clave está en su alto contenido de antioxidantes como flavonoides, ácido rosmarínico y aceites esenciales que actúan contra el daño celular.
Beneficios comprobados del toronjil para el hígado:
- Estimula la eliminación de toxinas.
- Reduce la inflamación hepática.
- Protege las células hepáticas del daño oxidativo.
- Favorece la metabolización de grasas.
Estudios como el publicado en la revista científica Molecules confirman sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes, útiles en la prevención de enfermedades hepáticas crónicas como la cirrosis.

Cómo preparar el té de melisa para potenciar su efecto
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- Un puñado de hojas frescas o 1 cucharadita de melisa seca
- Jugo de medio limón (opcional)
Preparación:
- Hervir el agua.
- Agregar las hojas y dejar reposar 10 minutos.
- Colar y beber. Se recomienda 1 o 2 tazas diarias, de preferencia en ayunas o antes de las comidas.
Consejo: Si estás tomando medicación o tenés enfermedades crónicas, consultá con un profesional antes de incorporar cualquier suplemento o planta medicinal.
Melisa: también ayuda a bajar de peso y mejorar la digestión
Además de sus efectos sobre el hígado, el toronjil puede ser un buen complemento para quienes buscan reducir la hinchazón abdominal, mejorar la digestión y controlar el apetito.
Esto se debe a su capacidad para:
- Estimular la producción de bilis y jugos gástricos.
- Acelerar el metabolismo de grasas y azúcares.
- Combatir la retención de líquidos por su efecto diurético suave.
Sumarla a una dieta equilibrada y ejercicio regular puede mejorar los resultados.
No reemplaza el tratamiento médico
Aunque la melisa es una planta segura, no reemplaza una dieta adecuada ni los controles médicos. Consultar con un médico, nutricionista o hepatólogo antes de iniciar su consumo regular, especialmente mujeres embarazadas o pacientes crónicos que toman medicación.