Laura Rosso, la primera egresada entre los más de 77 mil que obtuvieron un título en la institución en sus 28 años, asumió como la séptima rectora de la Universidad Siglo 21. Sucede a María Belén Mendé, quien encabezó durante 9 años la universidad privada que tiene hoy más de 85 mil estudiantes, presencia en las 23 provincias argentinas, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 320 Centros de Apoyo Universitario (Caus) en todo el territorio.
Rosso es magister y tiene una larga experiencia en la universidad como directora de carrera, vicerrectora de Asuntos Académicos y secretaria General de Academia y Desarrollo.
Mendé culminó tres períodos rectorales y ahora se desempeñará como vicepresidenta del Consejo de Administración y board director de Inteligencia e Innovación de Universidad Siglo 21, vicepresidenta del Grupo Educativo R’ Evolution y presidenta de Scaled University Network.
Poco antes del acto de traspaso, en el campus de la universidad en la zona norte de la ciudad de Córdoba, ambas dialogaron con La Voz.
Durante el período rectoral de Mendé, Siglo 21 se convirtió en la octava universidad privada con mayor cantidad de estudiantes en Latinoamérica -y primera entre las privadas en Argentina- con más de 85 mil estudiantes y 77 mil egresados. La oferta educativa también creció de manera exponencial, hasta llegar hoy a 83 carreras universitarias y 150 programas, diplomaturas y certificados de Aprendizaje para la Vida.
“Hubo tres ciclos en la gestión. El primero fue de expansión territorial: pasamos de 150 a 350 centros, hasta tener uno en cada ciudad de más de 50 mil habitantes. El segundo se enfocó en desarrollar la oferta académica y se construyeron muchos metros cuadrados: es la etapa de los grandes edificios. El tercero es el de dotar de mayor institucionalidad, con una fuerte participación en la regulación de la educación a distancia en el país”, destacó la rectora saliente.
Mendé tuvo que gestionar en pandemia, pero destacó que por el desarrollo de las distintas modalidades de estudio con uso de tecnología, previas a ese momento, permitieron a la universidad atravesar ese periodo de una mejor manera que otras instituciones. Y marcó que una de las características de su gestión fue “democratizar el acceso a la educación universitaria”, algo que puede parecer paradójico al ser una universidad paga, pero que explica por la accesibilidad que generó en todo el país y que permitió a muchas personas que no podían mudarse a una gran capital acceder a una formación de grado o posgrado, con formatos flexibles.
Uno de los últimos hitos del mandato de Mendé fue la inauguración del edificio de Salud y Bienestar, donde la enseñanza de carreras vinculadas a la salud se apoya en prácticas con simuladores.
Para Rosso, uno de los desafíos para la continuidad de la gestión es profundizar la oferta educativa en el área de la salud y el cuidado de personas. También remarca la necesidad de seguir avanzando en la personalización de la formación, que en Siglo 21 se denomina “modalidad de futuro” y que busca dotar de mayor flexibilidad a las trayectorias educativas. “Dentro de nuestros estudiantes tenemos tanto quienes inician una carrera recién salidos del secundario como personas que buscan una reconversión laboral, un reskilling”, detalló Rosso.
Esta diversidad dio pie a la modalidad de futuro que incluye cuatro modalidades: dos con predominio presencial y otras dos que se cursan en su mayor parte o en su totalidad en un formato virtual.
“Hay cada vez una mayor demanda de adquisición de aprendizajes y competencias específicas. Eso hace que tengamos que innovar permanentemente en el diseño y a reconocer estos aprendizajes por tramos”, confió Rosso, quien desde hace más de 10 años se dedica el diseño de entornos innovadores para el aprendizaje y la incorporación de recursos tecnológicos a la educación.
Otro eje que se propone profundizar Siglo 21 es su impacto en los sectores productivos, sociales y científicos. De allí, su apuesta por la creación de Insight 21, un think tank que busca producir conocimiento y aportar a soluciones. Lo conforman 14 institutos y 2 observatorios. “Con 28 años de una institución robusta, buscamos acelerar el impacto en el conocimiento y en cómo se derraman a la sociedad aportes para discutir nuestra agenda y generar soluciones”, destacó Mendé.
En agosto, cuando se abran las inscripciones para el ciclo 2024, habrá 18 nuevas carreras y programas en la oferta educativa. Esto se sumará a más de 83 carreras de grado, pregrado y posgrado dictadas en modalidades presenciales y mediadas por tecnología, y más de 150 programas de formación continua y certificaciones internacionales
La Universidad ya tiene en funcionamiento un comité, liderado por la propia Rosso, que estudia cómo impacta la Inteligencia Artificial en los distintos ámbitos de estudio y en la propia tarea educativa. “La idea es ir rápido en las reflexiones e ir incorporando distintas herramientas y estrategias donde existe un mayor valor”, dice Mendé.
“Se trata de un desafío. Pero Siglo 21 tiene en su ADN a la tecnología, que siempre entendimos como potenciadora de habilidades. Y no solo estamos viendo la IA, sino la robótica y otras tecnologías emergentes que en tanto transforman los trabajos y transforman la sociedad, también tienen que transformar la formación que va a servir para esos trabajos, en esa sociedad”, remarcó Rosso.
Participaron de la ceremonia el cuerpo directivo y académico de la institución, autoridades del Gobierno provincial y municipal, referentes del sector productivo y del tercer sector. Estuvieron presentes también los rectores de las universidades con sede en Córdoba: Jhon Boretto, de la Universidad Nacional De Córdoba; Teresa Olvi, de la Universidad Blas Pascal; Hector Aiassa, exrector de la Universidad Tecnológica Nacional; y Raquel Krawchik, exrectora de la Universidad Provincial de Córdoba.
