La lectura tiene inmensos beneficios: reduce el estrés, mejora la concentración y fomenta la plasticidad cerebral. Sin embargo, este placer intelectual exige un esfuerzo visual que, si no se maneja adecuadamente, puede afectar la salud ocular.
En Argentina, como en muchos otros países, se observan problemas relacionados con la vista debido al uso excesivo de dispositivos electrónicos y la falta de medidas preventivas.
Ante esta realidad, oftalmólogos comparten consejos esenciales para disfrutar de los libros cuidando los ojos.
La regla de oro 20-20-20: una aliada
La recomendación estrella, aplicable tanto a la lectura en papel como en digital, es la regla 20-20-20. ¿En qué consiste?
- Por cada 20 minutos de lectura continuada...
- ...descansar durante 20 segundos...
- ...mirando a un objeto que se encuentre a 20 pies (unos 6 metros) de distancia.
Esta simple pausa permite relajar los músculos oculares y reducir la fatiga visual acumulada.
Consejos para lectores en papel
Además de la regla 20-20-20 hay que tener en cuenta estos hábitos.
- Parpadeo frecuente. Ayuda a mantener la lubricación natural del ojo. Si hay sequedad, considerar usar lágrimas artificiales.
- Iluminación adecuada. Priorizar la luz natural siempre que sea posible. Evitar que la luz incida directamente sobre los ojos o genere sombras molestas sobre el texto.
- Distancia correcta. Mantener el libro a unos 40 centímetros de tus ojos.
- Postura óptima. Evitar leer completamente acostado o con el libro muy elevado. Lo ideal es que el texto quede ligeramente por debajo del eje visual horizontal.
Los que prefieren leer en pantalla: cuidados específicos
La lectura digital ofrece comodidad y acceso inmediato, pero las pantallas exigen precauciones adicionales.
- Pausas y parpadeo. La regla 20-20-20 sigue siendo fundamental. Además, esforzarse por parpadear más a menudo, ya que se tiende a hacerlo menos frente a pantallas.
- Modo de pantalla. Activar el modo “sepia”, “lectura” o “nocturno” en el dispositivo. Estos modos reducen la emisión de luz azul y utilizan fondos menos brillantes que el blanco puro, disminuyendo la fatiga ocular.
- Control del brillo. Ajustar el brillo de la pantalla para que sea confortable, evitando niveles excesivamente altos.
- Tipografía y tamaño. Elegir fuentes sencillas (sin serifas exageradas o caligrafías complejas) y ajustar el tamaño de letra para leer cómodamente sin forzar la vista.
- Evita reflejos. Orientar la pantalla para minimizar los reflejos de luces ambientales.
La importancia de la prevención continua
Más allá de estos hábitos, los especialistas insisten en la necesidad de revisiones visuales periódicas. Visitar a un oftalmólogo o especialista en salud visual al menos una vez al año permite detectar precozmente cualquier problema y recibir asesoramiento personalizado para prevenir futuras complicaciones.
Disfrutar de la lectura es un regalo, y cuidar la vista es esencial para poder seguir haciéndolo durante toda la vida.