Mantener la ropa de cama limpia no sólo es una cuestión de comodidad, sino también de salud. Durante la noche, las sábanas y fundas absorben el sudor, los aceites naturales de la piel, las grasas de los productos hidratantes y los cabellos que se desprenden de forma natural. A esto se suman las células muertas, que quedan atrapadas en los tejidos con cada uso.
Esta acumulación crea un entorno propicio para los ácaros del polvo y otros microorganismos, lo que puede generar malos olores e incluso afectar a la calidad del descanso. Además de derivar en molestias y problemas respiratorios en personas que padecen alergias o sensibilidad cutánea.
Lavar la ropa de cama con frecuencia es esencial para mantenerla libre de impurezas. Sin embargo, no basta con meterla en el lavarropas: elegir la temperatura adecuada es clave para garantizar una limpieza efectiva sin dañar los tejidos. ¿Cuál es la mejor opción?
Cómo lavar la ropa de cama correctamente
El lavado adecuado de la ropa de cama va más allá de eliminar las manchas visibles. Una limpieza efectiva no sólo elimina la suciedad acumulada, sino que también combate bacterias y otros microorganismos.
Para lograrlo, es importante seleccionar el programa de lavado adecuado y utilizar un jabón de calidad, ya que sólo el agua no es suficiente para desinfectar.
Según recoge la web Nyheder 24, distintos especialistas en tejidos y mobiliario han compartido su opinión sobre cuál es la mejor forma de lavar la ropa de cama para garantizar su limpieza sin deteriorar los tejidos.
Además de la frecuencia de lavado -que debería ser de al menos dos veces al mes-, los expertos insisten en la importancia de la temperatura del agua, un factor determinante para eliminar la suciedad sin comprometer la durabilidad del tejido.

Ni 60ºC ni 90ºC: cuál es la temperatura recomendada
Existe la creencia de que cuanto más alta sea la temperatura, mayor será la limpieza, pero los especialistas desmienten este mito. Aunque temperaturas de 60ºC o 90ºC pueden ser efectivas en ciertos casos, la mayoría de las veces no son necesarias.
De hecho, un lavado a 40ºC con un buen jabón es suficiente para eliminar la mayoría de los ácaros y bacterias, sin dañar las fibras del tejido. Es la opción “ideal” para un mantenimiento regular y prolongar su vida útil.
Optar por lavar a 40ºC no sólo es eficaz desde el punto de vista higiénico, sino que también tiene ventajas en términos de ahorro y sostenibilidad. Un menor consumo energético reduce el impacto ambiental y ayuda a disminuir el gasto en electricidad.
Cuándo conviene lavar a 60ºC
Aunque un lavado a 40ºC es adecuado en la mayoría de los casos, hay situaciones en las que se recomienda aumentar la temperatura.
Según coinciden los expertos, si la ropa de cama no se ha lavado durante un periodo prolongado, pueden acumularse bacterias y provocar olores desagradables, por lo que una temperatura de 60ºC garantiza una limpieza más profunda.
Asimismo, en hogares donde haya personas con enfermedades contagiosas o alergias severas a los ácaros, es aconsejable utilizar un programa de lavado a 60ºC para eliminar cualquier microorganismo residual.