Si bien no fue una sorpresa, en la Facultad Regional San Francisco de la UTN (Universidad Tecnológica Nacional) todavía sienten el impacto tras la llegada días atrás de la boleta de energí eléctrica que les llegó con un importante aumento.
Desde la casa de altos estudios informaron que debieron abonar por la factura de luz de marzo 4.200.000 pesos. Se trata de dos millones y medio más que lo abonado apenas el mes pasado, cuando les llegó una boleta por 1.700.000 pesos por el consumo de febrero.
Las medidas económicas de ajuste que lleva adelante el gobierno de Javier Mile, modificaron el andar, en este caso, de las universidades. Por ejemplo, durante todo el año 2023 el costo de energía en la UTN San Francisco ascendió 9 millones de pesos. Este año, en tres meses, ese costo ya supera los 6 millones.
César Mina, secretario administrativo de la facultad sanfrancisqueña, explicó que imaginaban en este contexto nacional un monto elevado por este servicio: “Sabíamos que marzo es el mes pico de consumo porque arrancamos las actividades al cien por ciento e históricamente las temperaturas son altas y hace que tengamos que utilizar los equipos de aire acondicionado, cosa que no pasa tanto en diciembre donde ya venimos con mucho menos actividad”.
Universidades de Córdoba, Río Cuarto y Villa María
La realidad de la UTN, que en Córdoba tiene regionales en la Capital, San Francisco y Villa María, no escapa a la generalidad de las universidades en el país en la actualidad.
La semana pasada, la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) recibió una factura de luz por 33 millones de pesos, que triplica el costo del mes anterior.
La Universidad Nacional Villa María (UNVM), en tanto, señaló que por el impacto de la nueva tarifa eléctrica sobre 36 millones de pesos destinados a sus gastos operativos, 20 millones corresponden este mes a la factura de energía de Epec.
Desde el rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) se indicó, a la vez, que solo en febrero se tuvo que pagar $ 200 millones en consumo de energía, cifra que representa un fuerte impacto en su presupuesto de funcionamiento.
En los tres casos se indicó que se gestionan alternativas ante la empresa provincial Epec y que ya se dispusieron medidas de ahorro en el consumo eléctrico.
Sin ley de presupuesto para 2024, el Gobierno nacional reconduce el mismo presupuesto de 2023. En el caso de las universidades, las partidas que hasta ahora les han llegado para su funcionamiento se alejan de los costos reales por la alta inflación y la suba en las tarifas de los servicios. Esa situación ha generado que a través del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) se acentúen los reclamos para actualizar los aportes que garanticen su actividad.
En la UTN de San Francisco se apeló a las reservas
La UTN San Francisco tiene casi 1.500 estudiantes en la actualidad. Además de la energía eléctrica se deben afrontar gastos de gas, agua, seguridad, conectividad, seguros, mantenimiento edilicio y también del predio, los cuales han crecido por inflación y requieren partidas actualizadas.
En el caso de esta universidad, la misma partida anual del año pasado que hasta ahora reciben del Estado resulta insuficiente ante el impacto de la inflación acumulada. Se trata de poco menos de 4 millones de pesos, menos del gasto de energía eléctrica del último mes.
Mina indicó que actualmente apelan a alguna reserva de fondos que les quedó del año pasado de acuerdo a la previsión que tuvieron ante los anuncios de recortes previos a la asunción de Milei en diciembre último.
“Además nosotros generamos algún producido propio con convenios de asistencia técnica o el que tenemos con Uces que funciona en nuestro predio y es un ingreso propio. Pero tampoco esto nos da para funcionar todo el año así”, explicó.
