Aunque es común en la cocina tradicional de Galicia y otras zonas de España, su popularidad aún es limitada en muchas partes del mundo. Sin embargo, las investigaciones científicas están empezando a poner de manifiesto sus propiedades excepcionales.
El grelo, un vegetal verde de hojas que proviene de la familia de las coles, es cada vez más reconocido como un superalimento por sus múltiples beneficios para la salud.
Un potente antioxidante natural
Los grelos proceden del nabo (Brassica napus y Brassica rapa), y son los tallos tiernos que aparecen en la planta justo antes de su floración. Se suelen plantar casi siempre en agosto, para disfrutar de ellos durante todo el invierno, que es cuando se produce la floración.
El grelo es especialmente rico en antioxidantes, como las vitaminas A, C y K, así como en flavonoides, que desempeñan un papel crucial en la protección celular. Según un estudio publicado en Journal of Food Science and Technology, estos antioxidantes ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres, que está relacionado con el envejecimiento prematuro y el desarrollo de enfermedades como el cáncer y las afecciones cardiovasculares.
En particular, la vitamina C del grelo ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, mientras que la vitamina A contribuye a la salud ocular, y la vitamina K juega un papel esencial en la coagulación sanguínea. Un estudio de la Universidad de Navarra revela que las personas que consumen alimentos ricos en estos nutrientes tienen un menor riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes tipo 2.
Beneficios para la salud cardiovascular
El grelo también tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular. Su alto contenido de fibra, calcio y antioxidantes ayuda a reducir el colesterol LDL (el “malo”) y mejora la circulación sanguínea. La Fundación Española del Corazón ha señalado que una dieta rica en vegetales de hoja verde, como el grelo, puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Además, el grelo contiene compuestos antiinflamatorios que pueden reducir la inflamación crónica, un factor de riesgo para la arteriosclerosis y otras condiciones cardíacas. Esto lo convierte en un alimento ideal para quienes buscan prevenir o controlar enfermedades cardiovasculares a través de la dieta.
Propiedades antiinflamatorias y digestivas
Otro de los beneficios del grelo es su capacidad para reducir la inflamación en el cuerpo. Un estudio reciente publicado en Phytotherapy Research destaca que los compuestos bioactivos presentes en las hojas de grelo, como los glucosinolatos, pueden tener efectos antiinflamatorios que protegen el sistema digestivo y mejoran la salud intestinal.
La fibra contenida en el grelo también favorece una digestión saludable y la regularidad intestinal, lo que puede ser útil para prevenir problemas digestivos como el estreñimiento y las enfermedades inflamatorias del intestino.
Cómo incorporar el grelo en tu dieta
El grelo se puede consumir de diversas maneras, tanto crudo como cocido. En la cocina tradicional gallega es común prepararlo en sopas o guisos junto con almejas o carne. Sin embargo, también puede ser incorporado en ensaladas, smoothies o incluso como acompañamiento en platos de pasta o arroz.
Para aquellos que no están familiarizados con este vegetal, comenzar a incluirlo en pequeñas cantidades en las comidas diarias puede ser una excelente manera de aprovechar sus beneficios sin cambios drásticos en la dieta.
En Argentina, aunque no es tan común como otros vegetales, es posible encontrarlo en huertos y mercados especializados. Su cultivo requiere un suelo bien drenado, rico en materia orgánica, y un pH ligeramente ácido, lo que permite que se desarrolle de manera óptima.
La época más adecuada para sembrar grelos en Argentina es durante los meses de otoño e invierno, ya que esta planta prefiere temperaturas frescas. En cuanto a las condiciones climáticas, el grelo se adapta bien a zonas donde no haya heladas intensas, pero donde las temperaturas no sean excesivamente altas, lo que lo hace ideal para la región central y sur del país, donde el clima es más templado.