Tras un año y medio de virtualidad por la pandemia, el regreso a la presencialidad plena en las escuelas de Córdoba mostró este lunes un panorama que osciló entre el entusiasmo de los alumnos y el temor de autoridades y docentes por eventuales contagios.
En una recorrida por distintos establecimientos educativos, La Voz pudo comprobar la algarabía de miles de estudiantes que dejaron atrás la modalidad burbuja y se reencontraron con sus compañeros.
Nueva normalidad
En las inmediaciones de las escuelas se vieron alumnos sin barbijo y otros con sus tapabocas por debajo de la nariz y hasta de la pera, disfrutando de un fabuloso mediodía primaveral.
Una de las nuevas condiciones de la vuelta a clases fue que la distancia entre estudiantes dentro del aula fuera, como mínimo, de 50 centímetros en lugar de los 90 centímetros o 1,5 metros que se exigía hasta la semana pasada.
En algunas escuelas se mantiene el ingreso diferenciado para evitar aglomeraciones. El control de la temperatura y el alcohol en gel siguen siendo requisitos estrictos.
Entusiasmo por la vuelta
“Los chicos estaban súper alterados después de casi dos años sin verse. Fue emocionante presenciar el reencuentro”, contó Martín, encargado de controlar el ingreso en el colegio Mater Purissima.
“Si bien cada alumno trae su botella de agua y el barbijo es de uso obligatorio, en general se los ve más relajados a los chicos”, agregó.
Por cuestiones de infraestructura, en muchos establecimientos no se respeta el distanciamiento de al menos 50 centímetros dentro del aula.
“Las medidas indican que haya 25 alumnos en un especio de 50 metros cuadrados. Pero nuestra realidad es que no tenemos aulas de ese tamaño. Eso puede ser en un colegio privado”, sostuvo la directora del Ipem 187 José Malanca, Mónica Benítez.
La directiva coincidió con la postura de que los estudiantes están relajados con respecto a las medidas de cuidado. “Llegaron muy exaltados. Les llamamos varias veces la atención a los que se bajaron el barbijo –agregó–. Y afuera del colegio se mezclan las burbujas, comparten una gaseosa de la misma botella, se abrazan”.
Miedo a contagios
Benítez puntualizó que desde los medios y las autoridades gubernamentales no se está bajando un mensaje claro en cuanto a la gravedad de la pandemia. “Es preocupante que los alumnos piensen que está todo bien. Lo que sucedió el otro día en la Fiesta de la Primavera, en Calamuchita, me pareció una locura”, expresó.
La directora sostuvo que hay docentes que tienen miedo de contagiarse en este regreso a la presencialidad plena. “Incluso hay padres que perdieron familiares por el Covid que pidieron que sus hijos no vengan a la escuela”, cerró.
Según contaron algunos padres, en ciertos colegios pedían que aquellos alumnos que habían concurrido a los festejos por el Día del Estudiante a Potrero de Garay o Santa Rosa Calamuchita presentaran un hisopado con resultado negativo.
Una docente del nivel secundario en una escuela de la zona sur de Córdoba, que evitó hacer público su nombre, dijo que en el establecimiento donde trabaja la vuelta a clases hubo “poco control”.
“Acá no se pidió ningún hisopado. Muchos alumnos llevan el barbijo a la mitad de la cara. Les decimos que lo usen bien. No por ellos, sino por nosotros que somos mayores. Las burbujas se mezclaron totalmente porque salen del colegio y se juntan o se van el fin de semana a algún lado. Pero bueno, por lo menos empezaron a vacunar a algunos y otros ya tienen la primera dosis. Así nos empezamos a proteger un poco más”, sostuvo.
Testimonios
“Yo creo que lo mejor hubiera sido mantener el sistema de burbujas y recién volver con normalidad el año que viene. Me parece que tiene que ver con cuestiones políticas”, señaló otra docente de una escuela de Argüello.
Un directivo del Ipem N° 8 Manuel Reyes Reyna informó que, con excepción de primer año, el resto del alumnado volvió a la presencialidad plena. “Con dos alumnos por pupitre podemos respetar la distancia de 50 centímetros”, expresó.
En las inmediaciones del establecimiento, cerca del mediodía, se vieron muchos grupos de alumnos caminar por la vereda sin barbijo y sin respetar distancia.
El director del Colegio Carbó, Ricardo Pela, se mostró satisfecho por la vuelta a la presencialidad plena, aunque indicó que no todos los alumnos utilizan los tapabocas de manera correcta. “Por momentos algunos se bajan el barbijo. Pero bueno, son adolescentes...”, dijo.