En octubre pasado se reglamentó en Córdoba la Ley 10.393 que regula el ejercicio profesional de los acompañantes terapéuticos (AT) en todo el territorio provincial. Esta disposición llegó luego de ocho años de gestiones y este año la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) lanzará una diplomatura para que estos profesionales se especialicen en el área judicial, puntualmente en revinculaciones familiares.
La Diplomatura Universitaria en Acompañamiento Terapéutico Judicial lleva gestándose varios años a través de cursos cortos dictados por Silvia Alderete, presidenta de la Asociación Cordobesa de Acompañantes Terapéuticos junto con otros profesionales del rubro. La especialización, que iniciará en febrero, se dictará con el apoyo de la fundación Ser Acompañante y a través de la Facultad de Psicología de la UNC.
El profesional que realice esta diplomatura estará capacitado para intervenir con estrategias clínicas concretas en los procesos de revinculación de familias que atraviesan contiendas judiciales. Se trata de casos en los que hay denuncias de distinto tipo entre progenitores, impedimentos de contacto entre hijos y padres y/o relaciones familares dañadas. Los ejemplos son muchos y el trabajo consiste en sostener esos vínculos durante el proceso legal o en retomarlos.
“Ya llevamos más de 20 años probando este dispositivo y hemos logrado un protocolo de intervención que proponemos en esta diplomatura. Es una manera de trabajar en procesos de revinculación con familias que se caracterizan por no tener comunicación entre ellos”, indicó Alderete a La Voz.
“En Córdoba los acompañantes tenemos matrícula y carrera. Córdoba es pionera en esto y también en el acompañamiento terapéutico judicial porque desde que se conformaron Tribunales de Familia en los ‘90 incluyeron en sus equipos a psicólogos y trabajadores sociales que daban otra mirada a la problemática. Es importante que la gente conozca qué hacemos, porque la comunidad no sabe que existe un recurso tan específico”, agregó.
La figura del Acompañante Terapéutico Judicial
Un Acompañante Terapéutico judicial es un agente de salud mental psico-socio-jurídico, alguien que deberá desenvolverse en juzgados e interactuar no solo con la familia sino también con abogados, psicólogos de los progenitores y de los niños, con trabajadores sociales, con docentes, etc.
“Es un mediador, un facilitador de los procesos de revinculación que va tomando contacto con todos los actores que participan en ella. Es convocado por los Tribunales de Familia porque suele ser propuesto por el abogado o por los padres y luego el juzgado da su aprobación. Pasa a formar parte del equipo que tiene el Juez para tomar decisiones porque debe informar cómo se van desarrollando las revinculaciones. Observa el niño, ve qué dificultades hay, hace sugerencias”, precisó Alderete.
En este punto, indicó que el eje de trabajo es proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) creando un espacio cuidado para su revinculaciones parentales y evitando que se sientan presionados durante estos conflictos. La escucha y la observación son las herramientas que les permiten detectar, por ejemplo, si el niño desea o no contactarse con su progenitor/ra y porqué.
“Estos son niños que van perdiendo la confianza con el afuera, que tienen apegos inseguros, que no confían en los vínculos de amor porque ven que sus seres más cercanos son conflictivos y los han desilusionado. Por eso nuestro objetivo es evitar que cuando sean adultos, repitan estas secuencias de enfrentamiento, de maltrato o de violencia”, sostiene la profesional.
Vale aclarar que un acompañante terapéutico judicial no revincula a progenitores que hayan abusado de sus hijos. Si la situación no es clara se evalúa y con un diagnóstico se determina si es posible o no retomar el contacto, pero en casos donde hay juicios iniciados a nivel penal o el progenitor ya está condenado, las revinculaciones no se llevan adelante.
Normalmente este profesional trabaja en pareja con otro colega para realizar las entrevistas previas a cada progenitor. Luego, solo uno de ellos continúa con el acompañamiento realizando reuniones una vez por semana con la familia. Si se trata de casos muy graves o que requieran encuentros semanales más frecuentes, se forman equipos mixtos de dos acompañantes.
A su vez, los profesionales tienen espacios de supervisión donde pueden volcar dudas, conflictos o dificultades que se les presenten durante el proceso, ya sea con la familia, con abogados o con los terapeutas.
Características de la diplomatura
Certificada por la Facultad de Psicología de la UNC, la diplomatura se formula a partir de los cuatro ejes sugeridos por la Comisión Nacional Interministerial de Políticas en Salud Mental y Adicciones a las universidades: Inclusión social, Perspectiva de Derechos, Interdisciplina e Intersectorialidad y Salud Pública.
Está dirigida a estudiantes o graduados de la carrera de psicología, trabajado social, abogacía, acompañamiento terapéutico y demás profesionales que se desempeñen en el área de salud mental y judicial. También se orienta a quienes trabajan en algún organismo o institución dedicada a revinculaciones familiares. No es necesario tener experiencias clínicas con familias judicializadas.
Comienza el 22 de febrero y se extenderá por diez meses. Se dicta un sábado al mes de 9 a 14.30 de forma virtual sincrónica. Además, tendrá seminarios los días viernes de 14 a 16.30 que pueden cursarse de forma presencial, virtual sincrónica o virtual asincrónica.
Hasta el momento cuentan con 100 incriptos, de los cuales 50 ya abonaron la inscripción que tiene un valor de $ 20.000. El costo total de la diplomatura es de $ 449.000 y puede abonarse en un plan de cuotas. Para anotarse se debe ingresar en este formulario de inscripción. También se puede consultar por más información en el teléfono 3525-614433 o al correo escuelaseracompanante@gmail.com.
La primera etapa de la diplomatura será teórica, mientras que a partir del mes de junio se realizarán prácticas supervisadas. Para ello hay espacios de prácticas establecidos en Córdoba como los Tribunales de Familia de la ciudad o la Senaf, pero también en hay en Buenos Aires, Corrientes y Rosario.
Los alumnos que vivan en otras localidades deberán contactarse con los tribunales familiares de su jurisdicción para solicitar una práctica. La Facultad de Psicología y la Fundación Ser Acompañantes establecerán un acuerdo de práctica con ese alumno y le enviarán a cada insitución el protocolo de las actividades que este deberá realizar durante su desarrollo.
Con respecto al equipo docente, participarán especialistas en las áreas de revinculación y violencia familiar. “Tenemos profesionales de la fundación, Familia y Pareja de la ciudad de Buenos Aires, un equipo técnico de los tribunales de San Isidro, docentes de la Tecnicatura Universitaria en Acompañamiento Terapéutico de la UNC y también dará clases la secretaria actual de la Senaf, Julia Rearte”, cerró Alderete.