La relación entre la Provincia de Córdoba y el general Manuel Belgrano fue extraordinariamente fructífera y fundamental para el proceso independentista.
Las comunicaciones oficiales mantenidas entre 1812 y 1819 son un testimonio irrefutable del esfuerzo titánico para sostener la causa emancipadora tanto en los campos de batalla como desde los despachos. La provincia siempre estuvo atenta y dispuesta a responder a las demandas del general, mostrando un compromiso inquebrantable.
Eso se desprende del intercambio epistolar entre el creador de la Bandera y el gobierno cordobés.
El apoyo fundamental de Córdoba al Ejército del Norte de Belgrano
El compromiso de Córdoba se materializó en numerosas y cruciales contribuciones que el Archivo Histórico de la Provincia documenta detalladamente, según una publicación oficial de al administración provincial sobre los vínculos entre Belgrano y el Gobierno local.
Por ejemplo, en 1813, tras la victoria de Salta, Belgrano informó que sus tropas carecían de botas. Posteriormente, desde Potosí, el general agradeció el envío de 600 pares de zapatos gestionado por el gobierno mediterráneo.

En los años posteriores a la Declaración de la Independencia en 1816, Córdoba volvió a estar presente, aportando:
- Tasajo (carne salada secada al sol) para alimentar al ejército.
- Instrumentos quirúrgicos para los heridos.
- Pólvora desde Río Seco.
Cada envío y cada carta revelan un entramado de cooperación, a menudo silenciosa pero de vital importancia, en un país que aún estaba por nacer.
La visión de Belgrano reflejada en su epistolario
Las cartas de Belgrano no solo son registros de pedidos y agradecimientos militares. Muestran a un líder que no solo dirigía campañas, sino que pensaba la guerra desde una ética personal y una rigurosa observancia de la disciplina.
Sus escritos revelan una profunda preocupación por la justicia, la organización fiscal y la moral del soldado. Además, y de manera central, estas comunicaciones plasman su idea de libertad entendida como autonomía colectiva y soberanía territorial, donde cada rincón de la patria era crucial para ser defendido.

El traspaso de mando en Córdoba: un acto de confianza
La historia guarda para Córdoba un gesto final de profundo significado y confianza. En septiembre de 1819, exhausto y gravemente enfermo, Belgrano decide retirarse del mando del Ejército del Norte. En una de sus últimas comunicaciones, escrita desde El Pilar el 10 de septiembre de 1819, delegó el mando al coronel mayor Francisco Fernández de la Cruz como general en jefe y al coronel mayor Juan Bautista Bustos como jefe de Estado Mayor.
Esta decisión fue comunicada al gobernador de la provincia, Manuel Antonio Castro, en una misiva que reza: "Debiendo salir para Tucuman con el objeto de recuperar mi salud, y a consecuencia de permiso del Supremo Gobierno; he nombrado de general en jefe al señor jefe de Estado Mayor coronel mayor don Francisco Fernandez de la Cruz, y de jefe de Estado Mayor al señor coronel mayor, don Juan Bautista Bustos: Lo aviso a Vuestra Señoría para su conocimiento. Dios guarde a vuestra señoría muchos años. Cuartel General en el Pilar, a 10 de septiembre de 1819”.
Este traspaso no fue meramente un acto administrativo; fue un acto de profunda confianza y una clara señal de continuidad de la causa independentista, entregada en manos de un hijo del interior como Bustos, quien más tarde se convertiría en el primer gobernador constitucional de Córdoba.
El legado de Belgrano y su memoria en el Archivo Provincial
Un año después de su retiro, el 20 de junio de 1820, Belgrano falleció en la pobreza y en silencio. Sin embargo, su legado —hecho bandera, batallas y cartas— permanece hasta hoy.
Córdoba lo recuerda no solo como un héroe, sino como un corresponsal, compañero de lucha y depositario de su esperanza en la independencia definitiva de la patria, señalan desde el Archivo Provincial.
“Belgrano tuvo un estrecho vínculo con Córdoba, como con otras provincias, porque Córdoba fue un pilar sobre el cual él asentó toda su gesta por la Independencia, el sostenimiento del Ejército con hombres, con insumos, con pertrechos, con pólvora, con elementos quirúrgicos”, señala Gabriela Parra Garzón, directora del Archivo Histórico de Córdoba.
“Córdoba estuvo en constante comunicación con Belgrano; y Belgrano con sus autoridades, solicitando el apoyo, no solamente moral sino material. Su lucha estuvo marcada por esa necesidad de contrarrestar el avance Realista sobre el territorio que más tarde sería la República Argentina y desde distintos puntos del norte estuvo enviando estas comunicaciones al Gobierno de la Provincia de Córdoba”, indicó.
Hay “decenas de documentos firmados por Belgrano” en el Archivo Histórico provincial.
Dónde están las cartas
Las comunicaciones entre Manuel Belgrano y el Gobierno de Córdoba, junto con otros documentos relacionados, forman parte del valioso acervo del Archivo.
Se encuentran específicamente registrados en el Fondo del Poder Ejecutivo, Serie Gobierno 2, abarcando los años 1812 a 1819.
Los interesados en profundizar en esta temática pueden acceder a más información en la página web oficial del Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba, o contactarse a través de correo electrónico: archivo.historico@cba.gov.ar, o visitar sus instalaciones en Poeta Lugones 401 de la Ciudad de Córdoba.