El futuro del transporte urbano de la ciudad de Córdoba atraviesa tiempos de definiciones. Probablemente, en las próximas semanas se materialice el desembarco de una nueva empresa en el sistema, y luego de otra más. Así, la municipal Tamse quedará reducida a los corredores de trolebuses más las extensiones.
Sin embargo, la cuestión de fondo es el hermetismo con el que se maneja la política de movilidad en la gestión de Daniel Passerini. Lo más llamativo es la ausencia de datos sobre la conformación del gabinete: en un hecho inédito desde la vuelta de la democracia en 1983, el municipio no dispone de un protocolo de autoridades de acceso público.
La información disponible es escasa o desactualizada. Por ejemplo, este viernes aún figuran Walter Montenegro a cargo de la Subsecretaría de Transporte y María Florencia Barrionuevo en Conectividad Urbana.
Montenegro dejó el cargo hace meses. Quien estaría manejando el área sería Rolando Asís, un empleado de planta de origen radical, que en distintas gacetillas aparece como director general de Asuntos Legales. Tiene una larga trayectoria en la repartición, vinculado principalmente a las chapas de taxis y remises.
Barrionuevo habría sido desplazada días atrás por Eduardo Ramírez, quien fue reemplazado en la presidencia de Tamse. Sin embargo, en ninguna página oficial hay información actualizada sobre estos cambios.
Es llamativo que una repartición que parece desmantelada tenga a su cargo el futuro de uno de los dos servicios públicos tercerizados más importantes de la ciudad, junto con la recolección de residuos.
¿Quiénes están en la Dirección de Transporte, en la Subdirección de Transporte, en Policía de Transporte? Es imposible saberlo, ya que no hay ningún dato disponible en la web municipal.
Quién está diagramando el servicio
Menos información hay sobre quién o quiénes están trabajando en la diagramación del servicio: ¿quiénes son los técnicos y especialistas que lo están estudiando? ¿Qué tipo de debates y consultas se están llevando adelante para mejorar la calidad del transporte para los vecinos? ¿Cuáles son los argumentos que fundamentan las decisiones que se están tomando?
Las negociaciones para el traspaso de líneas en el transporte urbano de Córdoba avanzan, y se esperan novedades para mediados de febrero. No hay datos sobre cómo se está coordinando con el Gobierno provincial para la implementación del sistema metropolitano, más allá de la presentación de convenios.
Esa falta de información alcanza incluso a las decisiones que ya anunció el intendente, como la eliminación de los subsidios a la oferta y el subsidio exclusivo a la demanda. La medida es relevante, pero falta el dato clave: ¿cómo se establecerá ese esquema y cuál será su impacto en la tarifa? En noviembre pasado, las empresas estimaban un costo superior a $ 2.300.
Nuevos jugadores, ¿locales?
Se sabe que en las próximas semanas es muy probable que el Grupo Fam se haga cargo de los corredores 2, 5 y 7, además de las líneas 600 y 601, hoy bajo el servicio de Tamse. La gran duda es cómo financiará la empresa la inversión prometida para incorporar 298 coches nuevos al sistema.
La cara visible de Fam es Christian D’Alessandro, integrante de la familia que maneja Fonobús, aunque distanciado de sus hermanos. De la flota prometida, la mitad serían unidades nuevas: 149 vehículos a un costo estimado de U$S 200 mil cada uno, lo que representa casi U$S 30 millones. A esto se suma un monto menor por las unidades usadas.
Quien provee de los chasis es la fábrica brasileña Agrale, que en Argentina sólo opera con la carrocera Todo Bus, de la familia Faijá, dueña del Grupo Dota.
Dota, que opera bajo la razón social Doscientos Ocho Transporte Automotor, maneja 180 líneas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), lo que representa el 70% del sistema. Según diversas publicaciones periodísticas, esta empresa suele proveer de unidades a otras compañías y, en caso de falta de pago, comienza a adquirir acciones hasta tomar el control.
¿Podría ocurrir lo mismo con Fam? No se puede aseverar, pero la historia indica que es una posibilidad.
Si eso sucediera, podría haber un efecto colateral: la profundización de la interna en el gremio UTA. En el Grupo Dota, está la principal resistencia a la conducción nacional de Roberto Fernández, lo que en Córdoba mantiene judicializada la última elección sindical.
Más dudas en el aire
A fines de noviembre, un colectivo de Tamse avanzó varios metros sin su chofer a bordo y se incrustó contra un semáforo y un poste de alumbrado en la esquina de los bulevares Chacabuco e Illia. Por fortuna, no hubo heridos de gravedad ni víctimas fatales.
El vehículo forma parte de la flota que Tamse aún alquila a Ersa, la empresa que abandonó el servicio el 29 de febrero del año pasado. Hasta ahora, los términos del contrato de alquiler siguen siendo un misterio: no están publicados en ningún sitio oficial.
Cuando La Voz solicitó información tras el siniestro vial, la empresa municipal no la proporcionó. Sólo se limitó a afirmar que “no se paga nada porque se compensa con las multas que debía Ersa”. Sin embargo, algunas versiones indican que el costo real sería de unos $ 2 millones mensuales por aproximadamente 300 ómnibus.
Por otro lado, para los corredores 3 y 8, desembarcaría una nueva empresa cuyos accionistas serían de las firmas Intercórdoba y Sarmiento, que operan en el sistema interurbano. También se prevé que le compren la flota a Tamse.
De concretarse esta operación, la empresa municipal se desprendería de unos 200 ómnibus, por los que pagó decenas de miles de millones de pesos. Sin embargo, nuevamente, no hay información pública al respecto.
La bola de nieve de las versiones
Cuando falta información oficial y accesible, se multiplican las operaciones y las versiones. Para contrarrestar esa situación, la opción más eficiente es disponer de los datos de manera abierta a la comunidad.