El año que se acaba de ir fue extraño en materia de lluvias para Córdoba. Incluyó una sequía tan severa como prolongada, de más de cuatro meses sin caer una gota en buena parte del territorio provincial, pero también sumó entre octubre y noviembre registros bien altos de precipitaciones.
En el balance, y siempre asumiendo un promedio para los 16 millones de hectáreas que dibujan el mapa cordobés, puede concluirse que 2024 termina con registros de lluvias algo mejores que los de los varios años previos.
Para pasarlo en números: hubo varias regiones que superaron los 1.000 milímetros acumulados en el año, y otras cuantas que estuvieron cerca de ese nivel. Eso implica estar arriba de la media.
Según un mapeo de la Administración Provincial de Recursos Hídricos (Aprhi), en base a los datos de sus estaciones meteorológicas, los mejores registros de lluvias de 2024, por encima de los promedios históricos, se dieron en el centro, el este y el sur de la provincia.
Por contrapartida, y sin que sea para nada sorpresivo, estuvieron otra vez por debajo de la media histórica, las áreas del extremo oeste, sobre todo hacia el norte.
Cada zona, de todos modos, muestra matices: hay áreas cercanas con más y menos lluvias acumuladas.
Para poder comparar
Para tomar dimensión: en Córdoba la media histórica se acerca a los 800 milímetros en la zona central y de la Capital, se estira hasta casi los 1.000 en el sudeste y baja hacia los 600 en el norte más seco y menos aún en el más árido noroeste.
Con altos 1.100 milímetros en el año aparecen, por ejemplo, buena parte de las sierras de Calamuchita y una amplia franja del sudeste (contra Santa Fe), en los departamentos Marcos Juárez y Unión, más un extremo del Roque Saénz Peña.
En torno de mil milímetros, se cuentan áreas del centro, en partes de los departamentos Tercero Arriba, General San Martin y Santa María.
Con registros promedio de 950, más al sur, quedaron regiones de los departamentos Río Cuarto y Juárez Celman, y en torno de los 900 anuales la franja más al este del departamento San Justo y una parte del departamento Río Segundo.
Esa Córdoba es la que superó los registros medios históricos y que en el balance anual puede mostrar más agua caída de la habitual.
En la “normalidad” de los 780 a 800 milímetros, sin que les sobre nada, anduvieron en el balance anual la zona que rodea a la Capital y los departamentos Colón, Río Primero y gran parte de Río Segundo y Punilla, además de buena parte del sur y del noreste provincial.
Como en tantos sentidos, no hay una Córdoba sino varias. En lluvias caídas, también. En el arco oeste, el agua fue mucho más mezquina, otra vez. En el Valle de Traslasierra anduvo en 2024 en los márgenes de la media habitual, pero más hacia el norte, en los departamentos Pocho, Minas, Cruz del Eje y partes de Tulumba y de Sobremonte los registros anuales no superaron los 500, por debajo de lo esperable. Y en el extremo oeste, ya pegado sobre La Rioja, hubo regiones con apenas 200 milímetros en todo el año.
Una sequía severa, también
El año que se fue dejó la marca de una sequía severa que generó alarma.
En las Sierras, donde se genera casi todo el agua que sirve a Córdoba, desde el 1° de mayo hasta principios de octubre no llovió nada. Esa sequía persistente se reflejó con contundencia en la seguidilla de incendios forestales que, en esas condiciones, tenían mucha más facilidad de avanzar que de ser extinguidos.
De hecho, entre agosto y setiembre se quemaron más de 90 mil hectáreas, de las 100 mil que se contaron hechas humo en todo el año en Córdoba.
Octubre y noviembre escribieron otra historia: en esos meses se produjo el efecto inverso, con lluvias que en general superaron largamente lo habitual para esos meses. El escenario entre sequías y lluvias fue descompensado.
Disparidades
Marcelo García, investigador del Conicet y docente en la UNC especializado en temas hídricos, confirmó que los registros del Aprhi muestran que hay “importantes sectores de la provincia donde se ha superado en 2024 la media histórica, por ejemplo en la zona serrana central y hacia el sur, en el sudeste provincial y en buenas partes del centro y del sur”.
“Ha sido un año por arriba de la media historia en algunas áreas, pero no en todas”, aclaró.
En ese marco, ejemplificó que en los embalses serranos sólo el San Roque (en Punilla) llegó antes de finalizar el año al nivel de vertedero.