La ciudad de Córdoba avanza en un proyecto de ordenanza para regular el funcionamiento de Uber, Cabify, Didi y otras plataformas digitales de transporte, con un esquema normativo que busca asimilarlas al sistema de taxis y remises. El expediente fue presentado por el concejal oficialista Marcos Vázquez y ya generó un amplio debate político en el Concejo Deliberante.
La iniciativa surge una semana después de que el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba estableciera condiciones provisorias para que Uber opere en la ciudad, mientras se espera la sanción de una norma específica. El fallo utilizó por analogía la ordenanza 12.859, que regula los autos de alquiler, y abrió la puerta a una regulación local más detallada.
La iniciativa de Vázquez sigue esa misma línea, y lo que hace es modificar esa ordenanza agregando todo un capítulo nuevo sobre plataformas de viaje. Pero dejando las mismas exigencias que tiene un taxi o un remis.
Desde el bloque Hacemos Unidos por Córdoba reconocen, en off, que el objetivo de la nueva norma es “ponerle reglas claras” a un servicio que hasta ahora funcionó sin control.
Sin embargo, Uber y otras empresas alertan que las condiciones propuestas atentan contra el núcleo de su modelo de negocios: permitir que cualquier persona, con un vehículo en condiciones, pueda generar ingresos de manera flexible.
Y uno de los puntos que pueden ser más polémicos está en artículo 110: “La autoridad de aplicación fija periódicamente, por vía reglamentarla, la cantidad de licencias habilitadas para prestar el servicio”.
¿Qué significa esto? El proyecto le otorga al Ejecutivo municipal la potestad exclusiva para definir cuántos vehículos prestarán este servicio, sin necesidad de aprobación del Concejo.
Esa cifra podría establecerse en función de la demanda insatisfecha y la proporción de un auto cada 350 habitantes, como indica la ordenanza 12.859. De este modo, se limita el ingreso libre de nuevos conductores, uno de los pilares centrales de las plataformas.
Esta disposición apunta contra de una de las ventajas que ofrecen estas plataformas: que los conductores puedan prestar servicio sólo en algunos momentos, como complemento a otras actividades y así generar ingresos.
¿Habrá un número limitado de chapas de taxis, de remises y de permisos para Uber, Didi y Cabify? Si el proyecto prospera sin cambios, el Ejecutivo tendrá esa potestad.
Las licencias profesionales
En cuanto a los conductores, la iniciativa oficialista establece la obligatoriedad de contar con licencia de conducir profesional emitida por la Municipalidad, un certificado de antecedentes penales actualizado, inscripción en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca), y alta en una aseguradora de riesgos del trabajo.
A esto se suman requisitos como no figurar en registros de deudores alimentarios ni en bases de condenados por delitos sexuales.
La exigencia de la licencia profesional aleja a los conductores ocasionales, que suelen usar la plataforma algunas horas a la semana. “Le están poniendo una barrera a quienes manejan para tener un ingreso extra. Eso va contra el espíritu de Uber”, advierten desde la empresa.
En Córdoba, Uber promociona su servicio con consignas como “Manejá cuando quieras” y “Vos decidís cuándo y qué tan seguido manejar”.
Juan Labaqui, director de Comunicaciones de Uber para el Cono Sur, en declaraciones al programa Posta de Canal C. Afirmó que en todas las ciudades donde hay regulación, Uber se adapta, pero remarcó que el modelo se basa en permitir el acceso a quienes buscan ingresos complementarios.
“Tenemos tres principios: tarifa anticipada, estructura contractual, y seguro”, afirmó Labaqui. La empresa rechaza los límites que impiden a las personas usar la plataforma como una fuente secundaria de ingresos y advierte que una regulación restrictiva puede desalentar la participación de conductores.
Vehículos más nuevos
Hoy, si se inicia el proceso para ser conductor de Uber en Córdoba, se admiten vehículos modelo 2002 en adelante. Es decir que forman parte de la flota que ofrece la aplicación, coches que tienen hasta 23 años de antigüedad.
El proyecto también exige que los vehículos estén radicados y empadronados en Córdoba, tengan menos de diez años de antigüedad, cilindrada mínima (1.400 cm³), aire acondicionado y baúl con espacio para al menos dos valijas medianas.
Además, deben estar identificados con el nombre del servicio y el logo de la aplicación. Estos criterios replican los exigidos actualmente a taxis y remises, y excluyen a vehículos más antiguos o de menor porte, lo que puede afectar a quienes ingresaron a Uber como alternativa laboral accesible.
Este es un punto en los que hay más permeabilidad a aceptar cambios por parte del oficialismo. Pero no en el sentido de flexibilizar la antigüedad de los autos, sino en permitir motorizaciones de menor cilindrada y que incluso son más eficientes que las establecidas. También con la promoción de vehículos híbridos o eléctricos.
Tarifas
Se habilita un sistema mixto de tarifas: una tarifa base mínima, establecida por el municipio, y una tarifa dinámica con un tope del 50% sobre el valor base. Se prohíben las tarifas abusivas y se establece un régimen de sanciones que puede llegar a la suspensión de la plataforma por hasta dos años o su inhabilitación definitiva.
En este punto, cabe preguntarse a la inversa: ¿los taxistas y remiseros también podrán aplicar la tarifa dinámica? En principio, no, ya que seguirán usando el reloj taxímetro que calcula el valor del viaje según la bajada de bandera y la ficha cada 100 o 110 metros (remis o taxi).
No obstante, esta sería una de las cuestiones a abordar para bajar la resistencia de los grupos de taxistas que se oponen a las plataformas.
Domicilio en Córdoba
El proyecto oficialista también exige a las plataformas tener domicilio legal en Córdoba, inscripción en Comercio e Industria y presentar sus algoritmos de cálculo tarifario para que el municipio pueda fiscalizarlos. Para Uber, no es necesario tener una sede física.
La discusión política
El impacto en el sistema tradicional de taxis y remises es parte del trasfondo del debate. Fuentes del Concejo admiten que el proyecto busca equilibrar el mercado y mejorar la calidad general del servicio.
En ese marco, se menciona que el sistema tradicional ha perdido terreno en los últimos años por la falta de inversión y por prácticas abusivas de algunos choferes. No obstante, también se reconoce que Uber enfrenta problemas similares en cuanto al estado de los vehículos y la conducta de algunos conductores.
La regulación se propone como una herramienta para garantizar estándares mínimos. “Hay que dar garantías a la gente de que no cualquiera puede manejar en la ciudad”, aseguran desde el bloque oficialista. También sostienen que la ordenanza busca dejar sentadas las bases para los próximos 5 a 10 años, ya que el sector de la movilidad está en permanente transformación.
En lo político, el proyecto cuenta con el aval del intendente Daniel Passerini, y fue consensuado con el Ejecutivo municipal.
Sin embargo, dentro del bloque oficialista, Diego Casado viene presentando proyectos en contra de Uber. Pero en la bancada aseguran que acompañará la iniciativa.
También se busca construir un consenso más amplio con la oposición. En los últimos días, hubo reuniones con las concejalas Jéssica Rovetto Yapur y Gabriel Huespe, quienes presentaron iniciativas propias con puntos coincidentes.
Se estima que la discusión legislativa se extenderá durante un mes y medio, y que la ordenanza podría estar vigente en el segundo semestre del año. Para entonces, se espera que el Ejecutivo tenga lista la reglamentación específica y comience el proceso de habilitación de licencias.