Hay signos del zodiaco que tienen mala fama. Que si Escorpio es intenso, que si Géminis es traicionero, que si Cáncer es demasiado sensible.
Pero según la astróloga Luciana Calvetti, detrás de esas etiquetas hay una verdad más profunda. Especialmente cuando se refiere a la dificultad para soltar el pasado.
“No creo que haya signos que por naturaleza estén destinados a quedarse atrapados en el pasado”, aclara la experta. “Pero sí hay energías que, por su simbolismo y su relación con la memoria emocional, tienden a vivir el pasado de forma más intensa”.
Los signos a los que más les cuesta soltar
- Cáncer. El primer lugar es casi indiscutido. Cáncer es el signo regido por la Luna, planeta vinculado a la infancia, la memoria y la seguridad emocional. “Es el signo más nostálgico y protector. Su impulso es cuidar y quedarse cerca de lo que conoce”, explica Calvetti. Eso incluye vínculos, hábitos, lugares y emociones pasadas.
- Escorpio. “No olvida. Puede perdonar, pero guarda todo en lo profundo de su memoria emocional”, dice la astróloga. Este signo, ligado a los procesos de transformación, vive los duelos con intensidad. Pero cuando logra soltar, lo hace para siempre.
- Piscis. Ocupa el tercer puesto por su inmensa sensibilidad. “Muchas veces, piscis se pierde en lo que fue, en lo que pudo haber sido. Idealiza, recuerda con melancolía, se aferra al dolor como si fuera parte de su identidad”. Sin embargo, es también un signo con gran capacidad de transmutación espiritual.
¿Y los demás signos?
Aunque los signos de agua lideran este ranking emocional, eso no significa que los demás estén exentos de mirar hacia atrás.
En realidad, cada carta astral es única. Todos tienen a los 12 signos en distintas áreas de su vida. “Lo importante es entender cómo cada uno procesa lo vivido y si está dispuesto a transformarlo o quedarse ahí”, señala.
Para Calvetti, lo esencial es no juzgar la dificultad para soltar, sino entenderla como una etapa del camino. “Los signos de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis), aunque tienden a retener, también tienen una gran capacidad para liberar si se lo permiten. Saben ir al fondo y volver con un aprendizaje”, explica.
Y agrega: “Soltar no es negar el pasado, es integrarlo. Es agradecer lo que fue y elegir lo que queremos que sea”.
Los signos con mala fama: ¿injusticia cósmica?
En redes sociales abundan los memes que estigmatizan ciertos signos. Géminis, Escorpio y Acuario suelen ser los blancos favoritos. “Es injusto y superficial. Todos los signos tienen luces y sombras”, aclara la autora. “Lo que suele pasar es que algunas energías nos resultan más incómodas socialmente, como la intensidad de Escorpio o la rebeldía de Acuario”.
La experta propone una mirada más integral: “Tu signo solar es solo una parte. Si querés entender de verdad por qué te cuesta soltar, por qué repetís vínculos o te quedás pegada al pasado, tenés que mirar tu Luna, tu Venus y tu Casa 12”.
En su último libro Astrología y amor (VR Editoras) explica cómo la Luna habla de cómo procesar las emociones, de dónde uno se siente seguro. Venus, en cambio, tiene que ver con lo que atrae, con el deseo y la sensualidad.
“Son los dos astros más importantes cuando queremos entender cómo nos relacionamos, no solo con la pareja, sino con todo nuestro entorno afectivo”, explica Calvetti.
La autora propone una mirada más libre y madura sobre la astrología: no como algo que te define para siempre, sino como una herramienta para crecer. “Tu carta natal no es una condena ni un destino inamovible. Es como un diagnóstico energético: podés entender tus patrones y elegir cómo sanarlos. El objetivo, en realidad, es desidentificarse”.

No somos nuestro signo
El libro último libro de Calvetti combina astrología con desarrollo personal. “Hoy, aunque mucha gente habla de astrología evolutiva y desarrollo personal, siento que muchas personas siguen muy identificadas con lo que aparece en su carta. Dicen: ‘Soy Cáncer’, o ‘tengo la Luna en Escorpio’ y se explican o justifican desde ahí”.
Para la astróloga, es todo lo contrario. “Hay que desidentificarse de todo eso que ahora sabemos de nuestra carta. Primero entenderlo, reconocerlo, sanarlo, integrarlo, y después liberarse. Lo más importante es la libertad que tenemos para elegir”.
“Por ejemplo, aunque tenga la Luna en Escorpio, yo elijo no hundirme en las emociones, elijo no quedarme en el drama, elijo salir de ahí. Muchas personas piensan que no pueden, que ‘así es’, pero ese patrón se puede transformar. Una vez que sé que las emociones me llevan muy profundo, tengo que aprender cómo vivirlo de una forma más amena, buscar acompañamiento, encontrar contención o herramientas”.
Para ella, se trata de sanar, elegir y tener la libertad de hacer las cosas de otra manera.