No parece tarea fácil imaginar entrar al mercado de los pañales con una variedad no descartable. Pero una familia que vive en el Valle de Paravachasca, cerca de Alta Gracia, se lo propuso y su emprendimiento ya está creciendo. El ambiente, agradecido.
Ecoflexi se llama la marca de pañales ecológicos y reutilizables cordobeses, con venta minorista y mayorista ya en casi todo el país.
Marianela Goodman (44) lleva 14 años con esta iniciativa. En 2023, ella ganó por esto el premio Mujeres transformadoras, en Córdoba, otorgado por las empresas Disco, Cencosud y la fundación Voces Vitales.
“Siempre quise ser maestra jardinera, nadie en la época de los ´90 decía que quería ser emprendedor. Ahora, me siento realizada”, apunta Marianela a La Voz.
La historia de Goodman podría ser similar a la de muchos emprendedores y emprendedoras que comienzan el camino sin experiencia, a ensayo y error, porfiando y buscando un rumbo que se acomodó cuando llegaron capacitaciones y cierta profesionalización.
Para relatar desde el principio, Goodman cuenta que su primer acercamiento a los pañales ecológicos de tela vino de la mano de una amiga que le trajo dos de Estados Unidos.
Ella transitaba el embarazo de su primer hijo (tiene dos) y fue una época de varias equivocaciones sobre el uso. “Al principio no sabía cómo se usaban, se me pasaba todo”, explica entre risas. Agrega que hasta su mamá le decía que “no era una buena idea usarlos”, ya que se tenía que poner a lavarlos, entre otras “incomodidades”.
Acordobesada
Goodman llegó a Córdoba desde Buenos Aires y vivió en distintas partes de la provincia. En la actualidad, reside en la pequeña comuna de José de la Quintana, cerca de Alta Gracia.
Recuerda que cuando venía de visita lo que más le llamaba la atención de los hermosos ríos serranos era la cantidad de pañales descartables tirados en las orillas. “Los perros, cuando se llevan los pañales, se llevan la caca, pero no comen el líquido, que es tóxico. Ellos saben”, avisa.
Su emprendimiento comenzó mientras era ella maestra jardinera. Conoció a una amiga con la que iniciaron el proyecto de pañales de tela. Goodman llevó sus productos a rondas de madres embarazadas y empezó a ver algún interés. En esa época no se hablaba casi de pañales ecológicos.
Con aquella amiga se repartieron tareas, pero con el crecimiento del negocio comenzaron algunas diferencias. La amistad y el negocio en común llegaron a su fin. Sin embargo, cada una por su lado siguió con la propuesta. Goodman y su marido Alejandro Awada decidieron continuar con lo que ya llamaron Ecoflexi. Él se encarga desde entonces del diseño de los pañales y el contacto con las modistas, entre otras actividades.
Hubo capacitaciones con las que se avanzó en armar un plan de negocios, organizar mejor los costos y los presupuestos, y distribuir tareas. Hoy cuentan con otros trabajadores que colaboraran: una modista encargada del corte y la moldería, la cooperativa Hilando sueños que se suma, otro modista que trabaja desde su casa y una contadora.
Pasaron del monotributo a ser responsables inscriptos y se fueron profesionalizando.
“Fui a la Expo Mamá, de La Rural, en Buenos Aires, que auspician Huggies y Pampers, y había gente que pedía los pañales ecológicos. Me fui con 250 pañales y me quedé pronto sin”, recuerda sobre su experiencia.
Una página web (www.panalesflexi.com.ar) creada por su marido, las redes sociales y un canal de YouTube catapultaron las ventas a distintos puntos de país.
Con la pandemia, un salto
Para Goodman, el boom de ventas vino durante la pandemia, ya que “la gente tenía más tiempo de lavar”. A la vez, ellos tenían autorización para envíos por ser productos de primera necesidad.
Pero fue también una época difícil para ella, ya que le detectaron un tumor en la cabeza. Se operó a la semana, pero 2020 fue un año duro, de rayos y quimioterapias.
Allí, se reencontró con su exsocia, que es médica en el hospital donde recibía el tratamiento.
Mientras tanto, se sumó a varias propuestas de capacitación Córdoba Emprendedora, de la Provincia. Sumó más conocimientos y práctica del mundo de los emprendedores. En la actualidad, disfruta de “reeducar” a otros que buscan iniciar su camino.
Marianela marca hoy que en su caso son muy importantes los revendedores y adaptar su modelo de negocios a distribuidores mayoristas.
Desde Ecoflexi, en sus redes, explican cómo se usa este tipo de pañales, que suelen ser adaptables para distintos talles y que incluso acompañan el crecimiento de los bebés, ya que después se convierten en “bombachitas”.
Ella remarca el valor de que sean reutilizables y que, comparados con los pañales descartables, que tardan más de 500 años en degradarse, son muchos más sustentables y amigables con el ambiente. Pero no deja pasar otro argumento de venta: asegura que son más económicos, ya que con un pack de nueve pañales más sus insertos un bebé puede estar tres años.
