Este viernes se realizó la ceremonia de egreso de 183 carreros que transitaron por cursos de alfabetización y de distintos oficios. El acto se realizó en el Pabellón Argentina, ubicado en Ciudad Universitaria, con la presencia de autoridades municipales y universitarias, como el viceintendente Daniel Passerini; el rector de la Universidad Nacional de Córdoba John Boretto y la presidenta de Córdoba Obras y Servicios (COyS) Victoria Flores.
Los trayectos formativos fueron impulsados por el ente COyS de la Municipalidad de Córdoba y forman parte del Programa de Modernización de Medios de Trabajo para Recuperadores Urbanos. Los cursos se dictaron en vinculación con la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y la Universidad Provincial de Córdoba (UPC).
En el lanzamiento de los cursos se tuvo como objetivos generar oportunidades de trabajo a las personas beneficiarias y dar nuevas herramientas para el acceso a otros empleos.
El marco general de todos los estudios es de fortalecimiento a las acciones relacionadas a la economía circular en Córdoba.
El total de los beneficiarios ejercen de carreros en la ciudad, por eso el Programa, además de las capacitaciones, incluye la entrega de sus caballos para ser reemplazados por motos eléctricas para que puedan seguir ejerciendo su labor sin utilizar animales.
Las expectativas de los carreros
Entre los beneficiarios del programa se destaca la necesidad de un trabajo digno que contribuya tanto a la calidad de vida individual y familiar como al aporte a su comunidad en el barrio.
María Farías (40) cuenta que su amor por las plantas y la huerta la llevaron a querer sumarse al curso de jardinería. En su barrio funciona un comedor comunitario que se abastece a partir de una huerta, “aprendí muchísimo, y ahora con los conocimientos que adquirí podemos mejorarla”, señaló.
Por otro lado, Daniel Domínguez (41) hizo el curso de herrería porque es su pasión y le gustaría cambiar el carro por un taller para vivir de ese oficio. “Ojalá el programa siga y todos tengan la oportunidad de realizar el curso, sirve para la gente que quiere trabajar dignamente, y no vivir de un carro”, reflexionó. Además, menciona que lo que más quiere para su futuro es seguir aprendiendo porque sabe que “le falta”. Su deseo es independizarse y tener su propia pyme.
Entre los cursos que se dictaron también estuvo la introducción a la electricidad, Dario Roberto (41) transitó por los módulos impulsado por seguir el mismo rubro que su papá.
Tal como establece el programa, los beneficiarios pueden hacer una entrega voluntaria anticipada de sus equinos. En ese sentido, Darío es uno de los tantos carreros que celebra el cambio del caballo por un vehículo: “cambiar el caballo permite tener un medio más práctico para trabajar”, indicó. Entre sus aspiraciones está seguir sumando experiencia en el rubro de los trabajos de mantenimiento y poder darle un futuro mejor a sus hijos: “quisiera que no tengan que salir a juntar cartón para sostenerse”.
Cursos y modernización
Desde el COyS se realizó un relevamiento de cuántas personas trabajaban con un carro y un caballo, a partir del cual se registraron 373 personas. A su vez, se puso en marcha el diálogo para saber cuáles eran sus inquietudes y deseos alrededor de esta labor. De esa conversación surgió la necesidad de capacitarlos en alfabetización y en oficios.
Los trayectos formativos comprendieron diversas áreas tales como herrería, carpintería, auxiliar en instalaciones eléctricas, pintura de obra, jardinería y recuperación urbana. Algunos de los carreros que accedieron a estos cursos expresaron su deseo de trabajar de oficios y dejar su trabajo anterior.
“Hay un abanico de cursos que ofrece la universidad y nosotros llevamos a ellos una introducción. Hoy, ya hay muchos trabajadores que se inscribieron voluntariamente para continuar estudiando en la universidad o en la escuela más cercana para terminar la primera o secundaria para adultos”, comentó Victoria Flores, presidenta del COyS.
Algunos de ellos entregaron los caballos en diciembre y 37 animales fueron recuperados y están bajo el cuidado de instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil especializadas en protección de animales. El próximo paso será la entrega de vehículos motorizados y la tramitación de licencias de conducir para quienes quieran continuar con esa labor.
Los vehículos serán eléctricos, lo cual implica además una apuesta por la reducción de la huella de carbono y contribuir al cuidado del ambiente.
