El Covid-19 es una enfermedad aguda que, en el mejor de los casos, puede cursarse asintomática. Sin embargo, también puede ser mortal.
Muchos evalúan si cuidarse o no, según estos dos extremos. Los temerarios ignorarán todas las recomendaciones con el argumento de que lo más probable es que el contagio no pase de un resfrío.
Pero el Covid-19 también puede dejar secuelas a largo plazo a pesar de que en la fase aguda haya sido leve. Entre el 31 y el 70 por ciento de las personas que tuvieron Covid-19 pueden luego padecer secuelas post- agudas por Covid (Pasc, por su sigla en inglés) que comienzan al mes de la infección. Las más comunes son:
- Fatiga.
- Niebla mental.
- Pérdida del gusto y el olfato.
- Dificultad para respirar.
- Problemas gastrointestinales.
Factores que aumentan el riesgo de post-Covid
Un análisis muy detallado en 205 pacientes, publicado en la revista científica Cell, reveló que detrás de Pasc hay cuatro factores clave, no importa si el cuadro agudo de Covid-19 fue leve o severo:
- Nivel de Sars-Cov-2 en sangre. Es decir, la carga viral que desarrolla la persona en la fase aguda del Covid-19.
- Nivel de anticuerpos equivocados. El cuerpo activa anticuerpos para defenderse contra el virus, pero algunas de estas defensas (autoanticuerpos) atacan tejidos del paciente, como un cuadro autoinmune parecido a la artritis reumatoidea.
- Reactivación de otro virus. La mayoría de las personas están infectadas con el virus Epstein-Barr, pero permanece dormido en nuestro organismo. La infección por coronavirus lo puede reactivar.
- Diabetes. La diabetes como enfermedad de base fue asociada a un mayor riesgo de desarrollar Pasc, aunque los investigadores creen que no sería la única condición de salud preexistente que aumentaría esas chances.
Este estudio puede servir para tomar decisiones médicas. Por ejemplo, utilizar antivirales apenas se inician los síntomas ayuda a eliminar el virus más rápido y reduciría las chances de Pasc.
El estudio también indica que los autoanticuerpos son el principal factor desencadenante de Pasc. Y determinaron que si la persona tiene bajos anticuerpos de los buenos, es probable que tenga muchos de estos malos.
El bonus de las vacunas
Y aquí es cuando vienen las vacunas. Fueron diseñadas para evitar cuadros graves de Covid-19 y reducir las probabilidades de muerte por esta infección.
El talón de Aquiles de las fórmulas actuales es que no evitan el contagio, por lo que su impacto para frenar la circulación del virus es reducido, más aún, con el surgimiento de la variante Ómicron.
Entonces muchas personas vacunadas pueden contagiarse. ¿Qué chances tienen de terminar con Pasc?
Un estudio reciente arroja las primeras pistas del bonus que tienen las vacunas para ellos.
“La vacunación con al menos dos dosis se asoció con una disminución sustancial en la notificación de los síntomas post-agudos más comunes de Covid-19″, concluye el estudio realizado en Israel y publicado en MedrXiv, un repositorio de artículos científicos que todavía no fueron sometidos a la revisión de pares.
Los autores concluyen que las personas que habían recibido dos dosis no informaron más síntomas post-Covid-19 que las personas que nunca se infectaron. Es decir, que además de reducir el riesgo de internación o muerte en la fase aguda del Covid-19, la vacunación tiene un efecto protector contra Pasc.
Entre los vacunados con dos dosis las probabilidades de tener fatiga se redujeron en un 64%; dolor de cabeza, 54%; debilidad muscular, 57% y dolor muscular persistente, 68%.
Las vacunas dan en la tecla en dos de los factores asociados a Pasc: ayudan a eliminar el virus más rápido del organismo y generan una respuesta inmune más precisa, con anticuerpos de los buenos, y con la “receta” para seguir perfeccionado las defensas.
Otro argumento más para aceptar vacunarse.
