El impacto de un siniestro vial que terminó con la vida de una madre y su hija en Rosario dejó una huella profunda, no sólo por la tragedia en sí, sino también por la desgarradora reacción del esposo y padre de las víctimas. Federico, un joven que fue testigo del fatal siniestro, recordó la desgarradora escena de un hombre “desconsolado” enfrentando al conductor responsable del choque, quien circulaba a 120 kilómetros por hora.
El martes por la noche, Federico se encontraba en la costanera de Rosario, a unos 40 metros del lugar del hecho, cuando presenció la tragedia. La familia cordobesa había llegado a la ciudad para disfrutar de unos días de descanso y, tras pasar el día en la pileta de un hotel, se dirigieron a la costanera. Allí, el conductor del Peugeot 206, Agustín López, de 20 años, perdió el control del vehículo mientras circulaba a una velocidad peligrosa, atropellando a Tania Daniela Gandolfi (41) y su hija Agustina Magalí García (17), quienes murieron en el acto.
Federico relató con voz temblorosa cómo el padre de las víctimas, completamente desamparado por la tragedia, se acercó al conductor para increparlo, gritando: “Me dejaste sin hija”. El testigo del hecho, visiblemente afectado, aseguró que la escena fue tan conmovedora que aún le tiembla la voz al recordarla. “Estaba desconsolado. Un policía lo sacó de encima para que no lo mate”, contó Federico, añadiendo que el hombre lloraba mientras se aferraba al policía, repitiendo el doloroso reclamo: “Me dejaste sin hija”.
El conductor, según su relato, descendió del vehículo “atontado” y fue agredido por varias personas antes de ser detenido. Federico también explicó que no pudo ver la moto con la que, supuestamente, López había estado participando en una picada en el túnel Illia antes del suceso.
La tragedia no terminó ahí. Afortunadamente, el hombre alcanzó a salvar a su otra hija, de 6 años, quien resultó herida y fue trasladada al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde permaneció en observación.
López, el conductor del Peugeot 206, tenía antecedentes de multas por exceso de velocidad y le habían retirado la licencia por alcoholemia. Sebastián Chale, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, no dudó en calificar el hecho como un crimen. La fiscal del caso, Mariana Prunotto, caratuló la causa como “homicidio simple con dolo eventual, agravado por la pluralidad de víctimas y la velocidad de ruta en un eje urbano”.
La tragedia, que enluta a una familia, generó conmoción en toda la ciudad y reabre el debate sobre los peligros de la velocidad excesiva en las calles urbanas. La vida de esta familia cambió para siempre, y el dolor del padre y esposo, que perdió a su hija y su esposa, quedará grabado en la memoria colectiva como un recordatorio de la fragilidad de la vida y las consecuencias de la imprudencia al volante.
