El equipo médico que trata al paciente internado en el hospital de Urgencias solicitó una audiencia con el comité de bioética de muerte digna en Córdoba. El objetivo es dar a conocer su postura sobre el caso de J.S., el hombre de 64 internado en el centro de salud municipal de la Capital provincial.
Según pudo conocer este medio, los profesionales tienen dudas sobre la irreversibilidad del cuadro del paciente. J.S. sufrió un traumatismo de cráneo en la vía pública y está internado desde el pasado 12 de marzo, en estado vegetativo. El hombre habría sido víctima ese día de un delito callejero y, en ese marco, recibió un fuerte golpe en la cabeza que le provocaron heridas internas de suma gravedad.
Las fuentes médicas consultadas por La Voz informaron este martes que no está tan claro que el caso sea irreversible. Y agregaron que en traumatismos de cráneo hay que esperar por lo menos 12 meses para determinar la condición final del paciente, según la literatura y la reglamentación de la ley provincial 10.058.
Por otra parte, las autoridades del hospital de Urgencias convocaron este martes a los familiares del paciente para conocer una vez más su postura frente al caso.
En mayo pasado, los familiares firmaron un consentimiento que posibilita la adecuación del esfuerzo terapéutico. Y habilitaron al equipo médico tratante a retirar el soporte vital al paciente. El consentimiento fue firmado por recomendación del comité de bioética del mismo hospital de Urgencias.
El 10 de junio, los profesionales del hospital retiraron la hidratación y alimentación a J.S., pero cuatro días después revirtieron esa decisión. El argumento del equipo médico fue que no estaban dadas las condiciones para certificar fehacientemente que el estado vegetativo del paciente sea de carácter permanente. Aseguran que para validar eso deben pasar al menos 12 meses.
Fue entonces cuando la dirección del hospital municipal pidió la intervención del comité de bioética previsto en la ley 10.058 de la Provincia de Córdoba. Se trata del organismo independiente que decide sobre casos dilemáticos con este.
El viernes pasado, el comité recomendó al hospital dar curso sin dilaciones a la voluntad que había expresado la familia, salvo que decidieran lo contrario. Y pidieron que si hubiera un cambio de opinión, que lo dejaran por escrito. Mientras tanto, los miembros del comité solicitaron que el paciente reciba todos los cuidados paliativos necesarios para atravesar la última etapa de su vida.
“Hemos basado nuestra decisión en tres aspectos fundamentales. Uno de ellos es el carácter irreversible del estado del paciente, algo que ha sido puesto en duda por el equipo tratante. Otro es la expresión de la familia. El último, que no es menos importante, es la decisión que una persona ha expresado en vida”, había dicho Armando Andruet, integrante del comité y exvocal del Tribunal Superior de Justicia.
En este caso, al no haber una declaración de voluntad anticipada, el peso de la decisión recae sobre la familia de J.S. La primera en la prelación es la pareja y aquí se da un caso complejo: el hombre está separado pero no divorciado legalmente de su primera esposa, y vive en pareja desde hace 20 años con otra mujer.
El fin de semana, el equipo médico tratante estuvo reunido para analizar el caso y resolvió citar nuevamente a la familia, algo que se concretó este martes.
La ley establece que una persona puede decidir si quiere ser intervenido si la medicina busca prolongarle artificialmente la vida. En el caso de J.S., lo habría manifestado verbalmente y toda la familia firmó a favor de respetar su voluntad.
