“Mi bebé ha sido envenenada con potasio, le pusieron una alta dosis de potasio. No merecía morir, no merecía morir así”. Con estas palabras, Yoselín Rojas contó su dolor al conocer el resultado de la autopsia sobre el cuerpo de Angeline, quien murió el 6 de junio de 2022 en el hospital Materno Neonatal y es el primer caso que llega a la Justicia y tiene un examen forense.
“Yo pensé que Diosito se la había llevado y es difícil lidiar con todo esto, es muy desgarrador, pido que se haga justicia por los bebés, por mi hija que no merecía morir de esta manera, no merecía ser asesinada, ni que nos mintieran, porque nos dijeron que no sabían nada, que no tenían ni idea y si sabían”, declaró Yoselín.
En su testimonio, dijo que vio a Brenda Agüero en publicaciones periodísticas y la reconoció como la enfermera que les quitó la beba justo antes de que se descompusiera y muriera. Ante una pregunta del fiscal Sergio Ruiz Moreno, confirmó que solo Brenda Agüero, además de su pareja y ella, tomaron contacto con la beba en la sala de recuperación, antes de que hiciera el shock que derivó en su muerte.
De este modo, Yoselín Rojas ratificó en su declaración en el juicio lo que ya había mencionado en la instrucción y más complica a Brenda Agüero: que fue la enfermera obstétrica quien le retiró a su bebé, sin dar explicación, cuando ya estaba en la sala de recuperación. Luego, Angeline se descompuso y falleció. Lo dijo en la sala del juicio, con Brenda Agüero presente, a quien señaló con el dedo cuando se le pidió que dijera si la persona a quien acusaba estaba presente.
Contó también que la enfermera, luego de volver sin el bebé, se puso a acomodar una mesa y la miraba de una manera extraña, que no sabía interpretar si era con lástima u odio.
A su vez, relató que junto a su pareja, Jaime Cornelio Pérez, quisieron saber quién era la enfermera y en el hospital no le quisieron dar su nombre. “Me lo ocultaron”, dijo.
Angeline murió por bradicardia extrema y apnea. La autopsia reveló que lo que ocasionó estos síntomas fue un exceso de potasio. Había pesado al nacer 3,6 kilos. Su mamá, entonces de 28 años, había cursado 40 semanas de embarazo y realizado los controles preventivos.
Yoselín Rojas declaró que la noticia del embarazo de Angeline había sido recibida con mucha alegría. “Era la primera hija para mi marido, Jaime, y mi hija quería tener una hermana”, contó la mamá.
Dijo que se hizo controles previos en el centro de especialidades médicas Benito Soria, desde donde la derivaron en la semana 37 de embarazo al Neonatal.
“Ella iba a ser un ángel”, contó Yoselín sobre el nombre que habían escogido con Jaime Cornelio Pérez.
El papá de Angeline Rojas confirmó sus dichos: declaró que la enfermera Brenda Agüero (a quien también señaló con el dedo en la sala) fue quien le retiró su hija que tenía en brazos justo antes de que se descompusiera y luego falleciera por un colapso posnatal.
Jaime contó que antes de pedirle la beba, Brenda le dio un pellizco en el brazo a Angeline en sala de recuperación.
“No dijo para qué, pero me pidió que se la preste. Vi que se la llevó, no dijo para qué. Y luego volvió y no dijo donde se lo dejó. Como a los 15 minutos nos dan la noticia de que se había puesto mal la bebé”, relató el papá.
“Me la mataron, y nos enteramos por los medios que no era una muerte normal. Porque preguntamos y nos dijeron que era un caso único, que nunca antes había pasado, que estaban sorprendidas, que era algo raro”, relató el hombre.
El abogado que asiste como querellante a Yoselín y a otras dos mamás que perdieron hijos en el Neonatal, Carlos Nayi, planteó que “comenzó a hablar la prueba” en el juicio del Neonatal. Y es en esa línea que pidió a la Cámara que se incorpore ya el informe interdisciplinario que para el caso de la beba Angeline determinó que existió “una lesión punzante con infiltrado en un sector que no corresponde a una atención médica habitual” y que la causa de la muerte sería “el colapso posnatal debido a hiperpotasemia”. Dicen los peritos, para este caso, que los valores encontrados de potasio son “extremedamente altos, compatibles con ingreso masivo, ingreso externo de una fuente de potasio”. Es lo que da pie a que se considere este caso, con prueba científica, un acto intencional: un homicidio.
La defensa de Brenda Agüero interrogó a los padres de Angeline para tratar de sembrar dudas sobre la fiabilidad del reconocimiento que hicieron de la enfermera. Y en declaraciones a La Voz dieron una hipótesis alternativa para su muerte: envejecimiento placentario y dificultad respiratoria por doble vuelta de cordón. Lo mismo habían planteado para el caso de la muerte de Benjamín, hijo de Damaris Bustamante, la primera mamá en declarar, la semana pasada.
En la segunda audiencia de esta semana será el turno de declarar de Vanessa Cáceres y de Raúl Calderón, mamá y papá de Francisco, el bebé que murió el 18 de marzo, el primer punto en la línea de tiempo de casos criminales en el hospital. También fueron citados el papá de Benjamín y pareja de Damaris, Leandro David Luna, y a la hermana de la mamá del bebé fallecido, Laura Bustamante. Son quienes acompañaron a Damaris en la reunión en la que se le habría mencionado, en abril de 2022, que estaban investigando otros casos de incidentes con recién nacidos y le habrían pedido tanto Liliana Asís, la exdirectora del hospital, como Alejandro Escudero Salama, exsubdirector administrativo, que no haga una denuncia judicial.
