“Como familia ya habíamos hecho el duelo. Queremos saber por qué lo conectaron de vuelta”. Silvia Sosa muestra la foto de su hermano. Asegura que era un hombre activo, que todos los días viajaba a Villa Carlos Paz, donde trabajaba como jardinero.
Pero un día, al salir de un baile, recibió un golpe en la cabeza. Desde el 12 de marzo está internado en el hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba. Su diagnóstico es traumatismo grave de cráneo y estado vegetativo persistente.
La familia presentó un recurso de amparo a la Justicia el miércoles pasado. Piden que J.S. (su identidad se reserva) descanse en paz. Solicitan una muerte digna.
El caso recayó en la Cámara en lo Contencioso Administrativo de 2° Nominación, que este jueves hizo lugar al inicio del trámite del amparo y estableció dos días hábiles para que autoridades del hospital de Urgencias y de la Municipalidad de Córdoba contesten la requisitoria.
Las abogadas de la familia de J.S. apuntaron que el amparo como tal se resolvería la semana próxima.
“No tiene posibilidades”
“Mi hermano quedó en estado vegetativo. No tiene posibilidad de ser quien era. En todo este tiempo solo empeoró”, asegura la mujer.
Silvia señala que todos los familiares firmaron el consentimiento, autorizando al equipo médico a “adecuar el esfuerzo terapéutico”. Y lo habilitaron a retirarle el soporte vital.
“El 10 de junio le dieron una muerte digna, pero cuatro días más tarde lo volvieron a conectarlo, sin autorización. No nos dieron explicación. Dicen que vieron algo. Pero no entendemos bien qué es lo que vieron y por qué dieron marcha atrás”, señala.
Silvia asegura que una de las hijas del paciente sufrió una crisis nerviosa. “Queremos que esté en paz”, resume la mujer, que cuenta que J.S. había expresado su voluntad en vida.
“Era muy trabajador. A veces no tenía plata y se iba a dedo a Carlos Paz para poder trabajar. Siempre nos decía que no quisiera estar sin moverse, sin ver, sin nada de eso”. comenta la mujer. mientras muestra una foto de su hermano en vida.
El avance de la causa
Tres integrantes de la familia (su hermana, su hija y su cónyuge) presentaron el miércoles un recurso de amparo contra el hospital de Urgencias y la Municipalidad. Las abogadas Alina Dutto y Diva Ibargüengoytía lo patrocinan.
Desde la Cámara que tomó el caso, la jueza María Soledad Puigdellibol contestó la solicitud y citó a la familia para una audiencia, que se llevará a cabo el 5 de julio. De demorarse el trámite, las abogadas piensan pedir que se habilite la feria judicial.
“No entendemos por qué no se avanza en este caso. Creemos que hay un rechazo del equipo médico. Tenemos un dictamen del comité de bioética y sin embargo la familia sigue sin respuesta”, explicó Ibargüengoytía.
La abogada informó que por el amparo solicita el retiro del soporte vital. “Lo presentamos porque no tenemos explicaciones. No sabemos si fue por objeción de conciencia o qué pasó. La persona recibió un trato inhumano”, agregó la abogada.
Destacó que el paciente tiene una enfermedad incurable y que la ley de muerte digna habilita el retiro del soporte vital. Sostuvieron que el hombre había manifestado anteriormente no querer terminar de esta manera. “Fue tratado como un objeto. Fue desconectado y conectado sin dar explicaciones a los familiares que lo han velado”, sostuvieron este jueves en conferencia de prensa.
El comité de bioética y la posición del hospital
Los miembros del equipo médico que tratan al paciente pidieron ser recibidos por el comité de muerte digna, un organismo conformado por ley provincial para tratar este tipo de casos dilemáticos.
A través de una carta dirigida a la ministra de Salud provincial, Gabriela Barbás, la Secretaría de Salud del Municipio solicitó que los médicos del Urgencias sean recibidos por el comité de bioética. Sin embargo, el pedido fue rechazado por considerar que ese comité está conformado para dar una recomendación y no puede tomar ningún tipo de decisión.
Fuentes del hospital aclararon que el paciente no tiene muerte cerebral. Sí padece un daño en la corteza superior del cerebro, lo que le impide responder a ciertos estímulos.
Las leyes vigentes
En 2012, el Congreso de la Nación sancionó la ley de muerte digna que habilita a una persona, en pleno uso de sus facultades mentales, a dejar por escrito qué tipo de tratamientos desea tener (y cuáles no) en caso de padecer una enfermedad incurable, irreversible o terminal.
Días después, la Unicameral de Córdoba sancionó una norma similar, aunque con algunas restricciones. La hidratación y la alimentación quedaron como cuidados mínimos ordinarios que sí o sí debía seguir recibiendo un paciente.
Cuando en 2015 se redactó el nuevo Código Civil, la brecha quedó saldada. Los artículos 59 y 60 habilitan el retiro del soporte vital (hidratación y alimentación) si lo que persigue es la prolongación artificial de la vida. Por ende, la ley provincial tuvo que adecuarse al marco mayor del código civil.
