Se confirmó este viernes la muerte de una mujer en Asunción, Paraguay, que había sido señalada por sus similitudes físicas y datos biográficos como la posible Marita Verón, la joven tucumana que se encuentra desaparecida desde hace más de 23 años.
Aunque la madre de Marita, Susana Trimarco, recibió la noticia este viernes, la mujer falleció el sábado 1 de noviembre, según confirmaron fuentes de la Defensoría del Pueblo de Asunción.
Su deceso fue consecuencia de su deplorable estado de salud, ya que vivía en situación de calle como indigente, alimentándose de la basura y con graves problemas de salud mental.
De hecho, la causa de muerte estuvo relacionada con un nivel de desnutrición agravado, publica Infobae.
A pesar de que la mujer se había identificado ante los vecinos como “Eva”, las autoridades paraguayas descartaron que fuera originaria de ese país debido a la falta de registros y confirmaron que poseía documentación falsa.
Similitudes físicas y pistas biográficas
Lo que había activado esta línea de investigación —la más insistente que Trimarco recibió en años— fueron las marcadas coincidencias.
Trimarco aseguró haber reconocido una serie de características físicas similares a las de su hija, impactándole la zona de la ceja, la quijada y la forma de la cara, aunque el rostro estuviera “ultrajada, deteriorada como indigente”.
Además, la fallecida habría dado datos coincidentes con la vida de Marita, asegurando ser argentina y madre de una hija.
La mujer también manifestó tener una edad similar a la de Verón.
Ante la sospecha, Trimarco había alertado a las autoridades nacionales y proporcionado descripciones detalladas de Marita, incluyendo un tumor, la cesárea, un lunar y su altura de 1,75 metros descalza.
Viaje a Paraguay y exigencia de peritajes
El cuerpo de la mujer fue sepultado bajo una lápida común, pero su ubicación es conocida.
Trimarco anunció que viajará la próxima semana junto a un equipo de autoridades nacionales, exigiendo que se realicen las pericias necesarias.
Se espera que se concrete un cotejo de muestras de ADN y huellas digitales que ya fueron enviadas al país vecino esta semana.
“Yo me voy a ir, porque quiero ver”, explicó Trimarco, que teme que le digan que estaba viva y ahora esté muerta.
La activista, que dedicó más de dos décadas a la búsqueda, expresó su dolor y deseo de paz si la fallecida resulta ser su hija.
No obstante, Trimarco insistió en que, aunque las pericias descarten a Marita, es crucial investigar a fondo, ya que podría tratarse de otra persona desaparecida de Argentina o de otro país.
Este caso de desaparición, que conmociona a Argentina desde el 3 de abril de 2002, puso el foco en las redes de trata de personas.
Trimarco sospecha que la mujer fue dejada allí por “estos delincuentes”, haciendo referencia a los mecanismos de camuflaje de las redes de explotación, una teoría apoyada por el hecho de que los vecinos nunca la vieron acompañada.

























