Luis Víctor Siquot Derieul falleció el 23 de mayo de 2025 en su casa de La Carolina, Córdoba. Tenía 79 años. Fue uno de los diseñadores gráficos y tipográficos más innovadores de Argentina, con una trayectoria que abarcó más de cinco décadas, múltiples disciplinas y varios países.
Siquot no sólo diseñó alfabetos: pensó la letra como construcción cultural, símbolo visual y puente entre arte, comunicación y filosofía. Su vida y obra, tan singulares como su nombre, lo convirtieron en un referente para varias generaciones.
De Córdoba al mundo: los orígenes de un disruptivo

Nacido el 29 de julio de 1945 en Plaza Huincul, Neuquén, Siquot estudió cine, arquitectura y literatura moderna en Córdoba entre 1964 y 1968. Ya desde entonces se perfilaba como un espíritu inquieto y multidisciplinario.
En 1965 se trasladó a São Paulo y trabajó en la prestigiosa Editora Abril, donde se formó en diseño editorial. Dos años después, ganó una beca para estudiar en la legendaria Escuela de Ulm, heredera directa de la Bauhaus. Aunque la institución cerró, Siquot siguió su rumbo en la Universidad de Bellas Artes de Hamburgo, Alemania, donde estudió y enseñó entre 1970 y 1975.
Allí fue discípulo del artista Almir Mavignier y del intelectual Max Bense, y asistió a conferencias del mismísimo Johannes Itten. También entabló amistad con Edgar Bayley, figura clave del arte concreto argentino.
Letras con alma: los tipos que creó y exportó

A partir de los años ’90 del siglo pasado, Siquot canalizó toda su experiencia internacional en el diseño tipográfico digital. En Valencia dio forma a sus primeros tipos, y luego, junto a socios en Estados Unidos, presentó “Juanita”, una familia tipográfica que fue publicada en 1996 en la revista especializada U&lc.
Le siguieron otras fuentes reconocidas como ITC Florinda, ITC Abaton, ITC Portago, ITC Arecibo, Arecibo Too e ITC Cali, todas pensadas para funcionar en entornos digitales y con una fuerte impronta autoral. Publicó trabajos con la fundición internacional Monotype, una de las más influyentes del mundo.
Reconocimiento, comunidad y legado
Siquot fue uno de los pocos diseñadores cordobeses mencionados en el libro Historia Gráfica del Di Tella, de Rubén Fontana y Zalma Jalluf, que recupera la vanguardia cultural argentina de los años ’60.
Fontana lo recuerda junto a figuras como Jorge Bonino, Cachoíto De Lorenzi y el Lolo Amengual como parte de una generación que llevó el aire fresco del interior al diseño porteño, con una mirada distinta, creativa y provocadora.
Radicado en Córdoba en sus últimos años, Siquot seguía enseñando y compartiendo sus conocimientos con nuevas generaciones. Famoso entre sus amigos por sus reuniones del 29, donde servía ñoquis caseros, dejó una huella imborrable tanto en lo profesional como en lo humano.
Luis Siquot no fue un tipógrafo más. Fue un pensador de la forma, un artista de la palabra visual y un pionero de la tipografía digital desde Argentina para el mundo. Su obra sigue viva en las letras que diseñó, en las enseñanzas que transmitió y en la memoria de quienes lo conocieron.



