El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó para esta semana temperaturas récords que superarán los 40°C en Córdoba, con picos que pueden llegar en algunos puntos hasta 42°C este miércoles y jueves, que serán los días más agobiantes.
Este fenómeno, que afecta a gran parte del país, comenzó el lunes 13 de enero con una máxima de 37°C y se extenderá hasta este viernes, cuando se espera un leve descenso por lluvias ligeras, al igual que durante el fin de semana.
Las autoridades sanitarias emitieron recomendaciones urgentes para prevenir golpes de calor, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Al mismo tiempo, especialistas destacaron la importancia de prepararse estructuralmente para afrontar estos desafíos climáticos.
El técnico en meteorólogia Rafael Di Marco señaló que esta podría ser la semana más calurosa de enero. Para Córdoba, las temperaturas máximas estimadas incluyen valores superiores a los 40°C, con un cielo mayormente claro durante el miércoles, condiciones de nubes dispersas el jueves y una leve mejora hacia el viernes gracias a lluvias ligeras aunque dispersas.
Este contexto se agrava por el riesgo extremo de incendios en la región de las sierras y del noroeste provincial, áreas donde hay más forestación, debido a la combinación de altas temperaturas y la sequedad del ambiente.
Impacto y tres factores
Lucas Vanoli, del Instituto de Investigación en Desarrollo Sostenible de la Universidad Blas Pascal, subrayó que el impacto de una ola de calor depende de tres factores principales: la amenaza climática, la vulnerabilidad social y las condiciones urbanas.
Según Vanoli, las ciudades no pueden reducir directamente la temperatura, pero sí implementar estrategias para hacerlas más tolerables. “Primero hay que entender que una ciudad ni la municipalidad pueden hacer bajar o subir una temperatura, pero sí contribuir en esos casos extremos a que se puedan sobrellevar de mejor manera”, indicó.
Entre las medidas mencionó la importancia de las arboledas y de los espacios verdes, y de los techos pintados de blanco en cada inmueble. No son, claramente, medidas que se puedan tomar en una semana.
Vanoli destacó en dialogo con La Voz que por ejemplo las canchas de césped sintético son uno de los tantos factores que agravan el calor urbano, ya que su composición de hormigón, caucho y plástico incrementa considerablemente la temperatura en esos espacios y alrededores. “En los estudios que estamos llevando adelante, una de las cosas que nos llamó la atención es cómo la temperatura en estas canchas es incluso más alta que en el asfalto”, señaló.
En ciudades como Buenos Aires y Rosario, existen habilitados refugios climáticos en centros culturales, paradas de colectivos adaptadas y otros espacios reutilizados para ayudar a las personas en situaciones de salud críticas o propensas a sufrir golpes de calor durante estas jornadas.
Aunque no resuelven el problema a largo plazo, estas medidas son útiles durante eventos extremos.
Vanoli también mencionó ejemplos internacionales, como los “circuitos fríos” que combinan árboles, sombras y sistemas de refrigeración en zonas urbanas para reducir la temperatura hasta 4°C en áreas específicas. Hay ciudades que a estos circuitos los muestran en mapas para que el peatón utilice la ruta “fría” o con mayor impacto de sol, según los días o el deseo.
En el caso de Córdoba, Vanoli indicó que la ciudad está “poco preparada” pero en proceso de mejora. “Hay muchas zonas que se están reforestando, pero eso lleva su tiempo. Los árboles son paliativos, pero eso no va a cambiar el clima de la ciudad”, explicó.
Actualmente, los parques, plazas y plazoletas representan una proporción pequeña del verde urbano. Solo son una sexta parte del arbolado total que hay en la Capital. Además, marcó la necesidad de aprovechar espacios residuales para generar nuevas zonas verdes y replantear el manejo del verde urbano, que en muchos casos carece de riego adecuado para sostenerse.
Cuidar la salud
Por su parte, las autoridades instaron a la población a mantenerse hidratada, evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 y usar ropa liviana y de colores claros.
Además, recordaron la importancia de revisar a los grupos vulnerables y limitar actividades físicas al aire libre.
En paralelo, se llamó a un uso responsable del agua y de la energía para evitar colapsos en los servicios.
Desde la Municipalidad, se anunció un refuerzo en el riego de árboles urbanos y la evaluación de nuevas áreas verdes en zonas de mayor densidad poblacional.
La adaptación al cambio climático requiere una acción colectiva. Vanoli subrayó que no solo el Estado debe actuar, sino que también es crucial que los vecinos “participen activamente en el cuidado del verde urbano y adopten medidas para reducir el impacto del calor” en sus comunidades.