Este lunes comenzó el segundo mes de audiencias en el juicio por las muertes y descompensaciones de bebés en el Hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba. En el inicio de la jornada que se lleva a cabo en Tribunales II de la Capital provincial, declaró María Teresa Calzada, una de las enfermeras que estuvo presente el 1° de mayo, día que se descompensó G.H., hijo de Yazmín Barrionuevo.
También lo hizo el policía que pidió la autopsia judicial de la beba Melody Luz Molina, que falleció el 7 de junio, y luego la médica neonatóloga Silvia Gonzalo, quien fue citada por la defensa de Adriana Moralez.
Los testigos confirmaron los testimonios anteriores sobre lo sucedido en las guardias en las que fallecían o se descompensaban los bebés, así como las hipótesis que se manejaban en ese momento con cada caso y el rol de las autoridades y del personal médico del hospital.
Un insecto
Calzada, enfermera del área de Obstetricia, declaró que el 1 de mayo fue junto a Brenda Agüero a asistir a Yazmín Barrionuevo, mamá de G.H. “La mamá tenía el bebé a upa y ambos estaban dormidos. Brenda le tuvo el bebé para que la mamá se levantara, y allí le vi la cara de preocupación a ella (Brenda). Le bajó el pantalón y la ranita al bebé, y ahí vimos una lesión”, contó la profesional.
La enfermera indicó que vieron un pinchazo en el muslo derecho del bebé y que la zona estaba endurecida, por lo que dieron aviso a personal médico. Contó que la doctora Alejandra Luján dijo en ese momento que se trataba de una picadura y por eso comenzaron a revisar los colchones.
“Sentí dolor, desesperación porque esa mamá tenía que estar pasando por eso. Me sentí mal, desconcertada, y traté de actuar de la manera más profesional”, agregó.
“Desarmé el colchón del nidito y no vi nada. Hice presión sobre el colchón de la mamá y tampoco encontramos nada. Revisamos la habitación, y en una esquina donde se apoyaba la cama encontré una larva en el piso”, recordó la enfermera.
Indicó que hizo constar lo sucedido ese día en el libro de actas del servicio y que luego lo repitió en el marco de la investigación administrativa que se hizo en el hospital en julio. Calzada dijo también que el 23 de abril asistió al parto de Damaris Bustamante, en el que murió su hijo, Benjamín Luna. Por ese caso se hizo una reunión el 28 de abril, en la que participó junto a autoridades y personal médico.
La enfermera dijo que allí se habló sobre el parto de Damaris, sobre la violencia obstétrica en su parto y también sobre la muerte del bebé. “Se hablaba de la posibilidad de un problema de corazón”, dijo Calzada, y recordó que preguntó allí si no podría tener alguna relación con el Covid o con algún efecto de las vacunas.
Calzada también recordó, como otros testigos, que tenían comentarios sobre el desempeño de Brenda y que había preocupación en algunos grupos por lo que pasaba con los bebés. “Ella (por Brenda) fue la primera en hacer el hallazgo de los casos”, aseguró.
Segunda autopsia judicial
En la audiencia del lunes también declaró Johnatan Ezequiel Heredia, el policía al que las jefas de guardia encargan hacer la autopsia de Melody Luz, la beba de Brisa Molina.
Heredia contó que el 7 de junio una médica le solicitó, a pedido de la jefa de guardia, que pidiera una autopsia judicial porque no sabían las causas del fallecimiento de la beba.
El oficial contó que anotó en un papel lo que le decía la médica verbalmente sobre esa beba puntual. Afirmó que no le dijeron nada sobre casos anteriores. Cuando le consultaron sobre qué debería suceder si un médico detecta lesiones sin explicación, contestó: “Lo tendría que denunciar a la Policía”.
No era normal
“Yo creí que estaba en una guerra y que cada vez que caía una bomba era sobre un bebé. Algo estaba pasando y no era normal”, dijo por su parte Silvia Gonzalo, médica neonatóloga respecto de la noche del 6 de junio en la que se descompensaron cuatro bebés (dos de los cuales terminarían muriendo).
La mujer, con 39 años de experiencia en neonatología, contó que esa noche estaba de guardia pasiva y que la médica Valeria Quiroga la llamó para que acompañara a la familia de la beba Angeline (hija de Yoseline Rojas). “Llegué y era todo un caos en cuanto al estado de ánimo”, recordó. También contó que la directora del hospital estuvo toda la noche.
Ante la consulta del fiscal sobre si sospecharon esa noche de alguna intencionalidad, dijo: “No se si hubo algo intencional; sabíamos que no era algo natural, que algo pasaba”.
![La enfermera Brenda Agüero es la principal acusada en el juicio por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal (Pedro Castillo / La Voz)](https://www.lavoz.com.ar/resizer/v2/4YXC2CIVSFDHHH32I24S5CBOYA.jpg?auth=75d3df0ddec2b431f8209638769c8dc3fa5d20f2262d95b176ce619b3969c38e&width=1300&height=867)
Por eso, esa noche, junto a otra neonatóloga decidieron recorrer los dos pisos del internado para revisar a todos los recién nacidos. “Era la 1 de la mañana, despertamos a las mamás y revisamos a los bebés. En el piso que yo revisé, estaban todos bien. La doctora Zunzunaga encontró que M.E.T. (hija de Ludmila Torres) se estaba descompensando. Así se pudo salvar a esa beba”, relató.
Gonzalo también se refirió a otro parto, el de L.C.H., hija de Tamara Hermosilla, del 24 de abril. Dijo que se mencionó una arritmia, pero que no se pensaba en algo extraño. Lo mismo dijo respecto de G.H., el bebé del 1 de mayo, cuando le mandaron una foto de un pinchazo y sobre lo que sospecharon podría hacer sido una picadura o una lesión por alguna aguja o bisturí suelta en el colchón.
Nueva jornada
Este martes comienza el análisis del perfil criminológico. Declarán Ana Cufré, abogada del Gabinete de Análisis del Comportamiento Criminal de Policía Judicial y Aída Raquel Ibarra, licenciada en Trabajo Social, parte del mismo Gabinete.