La inteligencia artificial comienza a abrir nuevas posibilidades en el abordaje de la salud mental infantil. Un estudio realizado por Mayo Clinic, una institución de salud de renombre mundial, reconocida por su excelencia en la práctica médica en los Estados Unidos, demostró que un sistema de alertas tempranas basado en relojes inteligentes y algoritmos de inteligencia artificial (IA) permite anticipar berrinches en niños y mejorar la respuesta de los padres antes de que el episodio se intensifique.
La investigación, publicada en la revista científica Jama Network Open, evaluó un dispositivo que detecta señales fisiológicas de estrés en tiempo real y envía avisos inmediatos a los padres.
Según los resultados, las alertas permitieron intervenir en un promedio de cuatro segundos y redujeron la duración de las rabietas severas en unos 11 minutos, aproximadamente la mitad del tiempo registrado con la terapia estándar.
Cómo funciona el sistema de alerta
El sistema se basa en un reloj inteligente que utiliza el niño y que registra variables como la frecuencia cardíaca, el movimiento y los patrones de sueño. Estos datos se envían a una aplicación móvil que emplea inteligencia artificial para analizarlos en tiempo real y detectar los primeros signos de irritación o desregulación emocional.
Cuando el algoritmo identifica un patrón de riesgo, envía una alerta inmediata al teléfono del padre o la madre. De ese modo, los adultos pueden intervenir de manera temprana, antes de que la rabieta alcance un nivel más intenso.
“Este estudio demuestra que incluso intervenciones pequeñas y oportunas pueden cambiar la trayectoria de un episodio de desregulación emocional”, afirmó Magdalena Romanowicz, psiquiatra infantil de la Mayo Clinic y codirectora del trabajo.
Resultados del ensayo clínico
El ensayo clínico aleatorizado incluyó a 50 niños de entre 3 y 7 años que recibieron terapia de interacción entre padres e hijos durante 16 semanas en la Mayo Clinic. La mitad de los participantes utilizó el sistema de reloj inteligente, mientras que el resto continuó con la terapia convencional.
Los investigadores evaluaron tanto la viabilidad del uso de la tecnología como su impacto en la conducta. Los niños llevaron el reloj inteligente durante aproximadamente el 75% del período de estudio, un dato que, según los autores, refleja un alto nivel de aceptación por parte de las familias.
Además de reducir la duración de las rabietas, las alertas ayudaron a acortar significativamente el tiempo de respuesta de los padres, un factor clave para evitar que el episodio se agrave.
Un aporte frente a una necesidad creciente
Los autores destacan que esta tecnología podría ayudar a reducir la brecha en la atención de la salud mental pediátrica, especialmente cuando no hay acceso inmediato a profesionales. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), casi uno de cada cinco niños en Estados Unidos padece algún trastorno de salud mental, conductual o emocional.
“Estos momentos brindan a los padres la oportunidad de acercarse, ofrecer consuelo, identificar emociones y redirigir la atención antes de que la rabieta se intensifique”, explicó Romanowicz.
Antecedentes y próximos pasos
El estudio se apoya en investigaciones previas del mismo equipo, que ya habían utilizado algoritmos de aprendizaje automático para predecir comportamientos disruptivos en niños hospitalizados, con una precisión del 81% y alertas emitidas con hasta una hora de anticipación.
“Hemos trasladado hallazgos obtenidos en entornos hospitalarios a la atención ambulatoria”, señaló Arjun Athreya, codirector del estudio e investigador en farmacología molecular de la Mayo Clinic. “Esto muestra cómo los datos de dispositivos cotidianos pueden ayudar a las familias en tiempo real”.
Los investigadores anticiparon que futuros estudios buscarán perfeccionar la precisión del sistema, probarlo en poblaciones más amplias y evaluar su impacto a largo plazo en la atención pediátrica cotidiana.
