Un nuevo sismo de magnitud 5.0 sacudió esta madrugada la región de Coquimbo, Chile, con epicentro a 40 km al suroeste de Punta de Choros, a una profundidad de 50 kilómetros, según informó el Centro Sismológico Nacional (CSN).
El movimiento telúrico, registrado a las 5.46 horas, se sintió con intensidad en varias localidades chilenas y cruzó la cordillera hasta Mendoza, Argentina, generando preocupación entre los habitantes de la región. Este evento reaviva las preguntas sobre la actividad del Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas más sísmicas del planeta.
Un temblor que cruza fronteras
El sismo, calificado como de intensidad moderada, no reportó daños estructurales ni víctimas, pero sí despertó a los residentes de ciudades como La Serena, Canela y Monte Patria, con intensidades de III a IV en la escala de Mercalli, según la Red Geocientífica de Chile.
En Mendoza, los reportes en redes sociales indicaron que el movimiento fue percibido como un leve temblor, especialmente en zonas cercanas a la cordillera. “Estaba durmiendo y sentí que la cama se movía. No fue tan fuerte, pero siempre da miedo”, comentó un usuario en X desde el Gran Mendoza.
Este no es un evento aislado. Solo tres días antes, el 2 de mayo, un potente sismo de magnitud 7,4 sacudió el extremo sur de Chile y de Argentina, cerca del Pasaje de Drake, activando una alerta de tsunami que luego fue cancelada. El movimiento, que también se sintió en Tierra del Fuego y partes de Argentina, puso en alerta a las autoridades y a la población.
El Cinturón de Fuego del Pacífico: ¿activación o actividad normal?
Chile y el oeste de Argentina, incluida Mendoza, se encuentran en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región de 40.000 kilómetros que concentra el 90% de la actividad sísmica mundial y el 75% de los volcanes activos del planeta.
Este cinturón, con forma de herradura, abarca desde Nueva Zelanda hasta las costas de América, incluyendo países como Chile, Argentina, Perú, México, Japón y Taiwán, y es el resultado de la subducción de placas tectónicas, como la de Nazca bajo la Sudamericana.

Expertos aseguran que la actividad sísmica reciente no implica una “activación” del Cinturón de Fuego, ya que los sismos son eventos independientes y parte de la dinámica normal de esta zona.
“Cada temblor o actividad volcánica son en su mayoría independientes entre sí, es decir, no tienen relación directa”, explica un informe. Sin embargo, la frecuencia de los movimientos telúricos en Chile, donde se registra un sismo de magnitud superior a 8 cada década en promedio, mantiene a la población en alerta.
Chile y Mendoza: preparados, pero vulnerables
Chile es uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo, con un historial que incluye el terremoto más fuerte registrado en la historia, de magnitud 9,5 en Valdivia en 1960. Mendoza, por su parte, experimenta constantes movimientos debido a su ubicación. La población de ambas regiones está acostumbrada a los temblores, pero la imprevisibilidad de los eventos mayores refuerza la necesidad de preparación.
El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) de Argentina recomienda a los mendocinos mantener planes de evacuación, identificar zonas seguras en sus hogares y lugares de trabajo, y estar atentos a las alertas oficiales. En Chile, el CSN y la Red Geocientífica monitorean constantemente la actividad sísmica, pero reiteran que es imposible predecir un sismo.