El intendente de la ciudad de Córdoba, Daniel Passerini, destacó este viernes la implementación de la Tarjeta Sube y la compleja situación financiera que podría llevar a una futura adecuación de la tarifa del transporte urbano. También opinó sobre conflicto latente con los empleados municipales y dijo que está abierto al diálogo con el gremio del Suoem.
Passerini describió la situación de Córdoba como parte de una Argentina “mucho más enquilombada”, donde las decisiones a nivel nacional en los últimos 16 meses han sido “netamente perjudiciales” para el interior, incluyendo a los municipios.
Esta situación se suma a las exigencias propias de la ciudad, como el pago de una deuda externa en dólares y la desaparición de subsidios nacionales.
La llegada de la Tarjeta Sube
Uno de los puntos destacados por el intendente fue el inicio del funcionamiento de la Tarjeta Sube en Córdoba.
Anunció que ya se han entregado 12.000 tarjetas. Reconociendo que el horario de entrega habitual (8 a 14) dificulta el acceso para muchos trabajadores, informó sobre la habilitación de un horario especial para el sábado (8 a 16) en el Palacio Municipal y horarios extendidos en cuatro CPC (Empalme, Jardín, Rancagua y Argüello) durante la semana próxima.
Además, se realizará una “noche de los CPC” el 16 de mayo hasta las 22 para la entrega de tarjetas. La tarjeta se entrega sin costo, aunque con saldo negativo de $ 1.500.
Se espera recibir 200.000 tarjetas adicionales la próxima semana para sumar a las 200.000 ya disponibles.
Posible suba del boleto urbano
Respecto a la tarifa del transporte, en diálogo con Aquí Petete de radio Mitre, Passerini señaló que la “adecuación de la tarifa del transporte todavía no está en consideración”.
Sin embargo, dejó la puerta abierta a futuros cambios: “Seguramente cuando terminemos el proceso de la Sube vamos a analizar” la situación.
Explicó que actualmente la municipalidad está realizando un “esfuerzo muy grande para sostener el sistema”, poniendo “un monto importante” por cada pasajero. Subrayó la necesidad de “reducir ese déficit para no resentir otras prestaciones de la municipalidad”.
El intendente también se refirió a las críticas por el servicio actual, reconociendo que tuvo “mucha dificultad” el primer mes, aunque se ha “mejorado” y se monitorea a diario.
Confió en que las empresas incorporarán las unidades faltantes durante mayo para mejorar las frecuencias. La licitación del sistema de transporte está prevista para octubre, una vez que se apruebe el nuevo marco regulatorio que se discute en el Concejo Deliberante.
Conflicto con empleados municipales y situación financiera
Sobre el conflicto con los empleados municipales, Passerini reconoció que ha “recrudecido”.
Afirmó que no hay plata “para aumentarles por varios meses”. Enfatizó que él gobierna “para todos los cordobeses” y que la exigencia actual, producto de la crisis y las decisiones nacionales, debe ser asumida por los funcionarios. Mencionó que se relevó “mucha cantidad de planta política” y se decidió “congelar el salario de los funcionarios por los próximos 120 días”. Aseguró que todos los funcionarios deben “trabajar el doble y van a cobrar menos”.
Contrastó esta situación con la de un “grupo de trabajadores” (municipales) que, aunque en su mayoría son “muy buenos trabajadores” que prestan un “gran servicio”, cobran en promedio 2.600.000 pesos. Sostuvo que los trabajadores municipales están entre los “mejores pagos de la Argentina”.
El intendente defendió la gestión actual, afirmando que han reducido el déficit municipal (del 9% al 2,7% del presupuesto) y que este cuatrimestre cerraron “sin déficit las cuentas municipales” después de muchos años.
Explicó que esto es fundamental para poder acceder a crédito y mejorar la ciudad. Negó que se haya “intervenido” la municipalidad, atribuyendo las dificultades a las decisiones nacionales perjudiciales. Rechazó las críticas de que la gestión de Martín Llaryora “armó” el equipo, destacando que gran parte proviene de gestiones anteriores y trabajan en equipo con la provincia.
Respecto a la planta política, detalló que hay 388 funcionarios en el Ejecutivo, 40 más que al finalizar la gestión anterior, justificado por la inauguración de nuevos hospitales y CPC. Sin embargo, afirmó que en cantidad de empleados de planta, hay 500 empleados menos desde que asumieron con Martín Llaryora, en contraste con administraciones previas que “enchufaron 5.000 empleados”.
Passerini fue enfático en que la violencia verbal y en las calles “lo único que hace es irritar a la gente y por esa vía no van a conseguir nada”.
Declaró que no puede dar “lo que no es mío” ni comprometer el funcionamiento de la ciudad. Sostuvo que no se puede poner en riesgo el salario de los trabajadores municipales, que considera “muy digno” y entre los “mejor remunerados de la Argentina”, por buscar un acuerdo que ponga en riesgo “la buena calidad de vida de 1 millón y medio de personas”.
Afirmó que buscarán soluciones dialogando, pero “pensando en el bien común de la gente”. Recordó que el 62% de los ingresos municipales en 2019 se destinaban al sector de personal, cifra que hoy está por debajo del 40%, lo que permite destinar recursos a obras y servicios.
El intendente insistió en que la recaudación municipal ha caído “nueve puntos por debajo del año pasado en términos nominales” debido a la caída de la actividad económica y la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado. Afirmó que, ante la menor entrada de plata, la municipalidad debe “achicarse para dentro” para no “resentir a peores servicios” al resto de los cordobeses. Reafirmó que seguirá tomando “todas las decisiones que tenga que tomar para que la ciudad no deje de avanzar”.