“Cuando me senté, me dio sueño”, le confiesa una mujer a otra mientras transita el camino pedregoso que conduce al Santuario de la Virgen de Lourdes en Alta Gracia. No era la única: cientos de caminantes descansaban en espacios improvisados, recostados sobre el pasto verde, algunos cubiertos con toallas, otros sobre lonas, y quienes llevaban bebés protegían los cochecitos con mantas. El jefe de la Departamental Santa María, Héctor Villagra, señaló que hasta las 9 se habían registrado alrededor de 45 mil personas.
Cada 11 de febrero, Alta Gracia recibe a los peregrinos de la fe que recorren los 35 kilómetros que separan Córdoba capital de la ciudad del Tajamar, que por ese día se convierte en la ciudad de la Virgen de Lourdes. Se la considera la “Patrona de los enfermos”, por lo que muchos visitantes llegan con imágenes o placas de agradecimiento tras el cumplimiento de promesas. El lunes 10, el calor era agobiante, pero eso no detuvo las largas horas de marcha.
![Como todos los años, miles de fieles acompañaron la procesión de la Virgen de Lourdes desde Córdoba hasta el santuario en Alta Gracia. Foto Javier Ferreyra](https://www.lavoz.com.ar/resizer/v2/CQIF6SBZ6VG5NCOREKF7DHR744.jpg?auth=908dc6b69abb56590ca679b13ccb308492d0fb666e3dfa8547e04b840c0d82b9&width=1300&height=867)
Aunque la peregrinación a pie de los fieles tiene más de 80 años de historia, para muchos sigue siendo un fenómeno sorprendente e incluso difícil de comprender. Fue en 1915, hace 110 años, cuando se inauguró en Alta Gracia la réplica de la Gruta de Lourdes, originalmente ubicada en Francia. Fueron las vecinas bonaerenses Guillermina Achával Rodríguez y la periodista y poetisa Delfina Bunge de Gálvez, entre otras, quienes impulsaron la creación del santuario, que quedó bajo la custodia de los Hermanos Carmelitas Descalzos.
En la página web del Santuario de Lourdes se pueden leer fragmentos de los diarios de las dos impulsoras. Relatan que recorrieron en sulky distintos lugares hasta encontrar el sitio ideal para el espacio espiritual. “No olvidaré nunca el encanto que me produjo la vista primera de aquel lugar. Parecía una especie de templo natural encerrado por tres pequeños cerros: había allí algo como un extraño recogimiento. Era un rinconcito como separado del mundo”, escribió Delfina en 1941, y agregó que luego se creó un camino para facilitar la llegada de los devotos.
Un templo entre los cerros
Probablemente, Delfina y Guillermina no imaginaron cuánto crecería la peregrinación que ellas vieron en sus inicios y que era “pequeña” en comparación con los miles de fieles que cada 11 de febrero llegan a Alta Gracia.
Ubicado al oeste de la ciudad, entre sierras y matorrales, el santuario de Lourdes se distingue desde distintos puntos de la localidad. Cabe destacar que no está próximo a ninguno de los accesos principales, por lo que quienes ingresan por la ruta 5 desde la rotonda Fangio aún deben recorrer más de 30 cuadras con subidas y bajadas, propias de una ciudad serrana.
![El santuario queda a 30 cuadras del ingreso a Alta Gracia, en un predio con subidas y bajadas, propias de una ciudad serrana. (La Voz)](https://www.lavoz.com.ar/resizer/v2/POJVU4RAJFBMFN5GB6KJDTV4FA.jpg?auth=0abb6da3b6c97ad02454cfbdedb4675df5bc153c8b6db735f2ae05ccb7bba6f0&width=2048&height=1365)
Es curioso observar cómo conviven las prácticas religiosas más tradicionales dentro del santuario con otras más innovadoras, ¿o incluso paganas? Afuera del predio, por ejemplo, se venden “cucharas de la abundancia”, y distintos puestos ofrecen desde velas hasta fernet y daiquiri.
En la zona de la Gruta, varios sacerdotes brindaban confesiones y bendiciones a los caminantes. El ir y venir era constante, y llamaba la atención ver a personas descalzas o con ojotas, pisando el suelo como si algo las quemara. Es un trayecto que muchos realizan sin la preparación física adecuada ni el vestuario apropiado. Además, deben esperar entre una y dos horas para llegar a la hornacina donde se encuentra la imagen venerada.
Creencia joven
Cerca de la estatua de la Virgen, una monja joven es solicitada para varias fotos y selfies. “La monja de TikTok”, comentan algunos, aludiendo a su presencia en redes sociales. Se trata de Josefina Cattanea (30), oriunda de Buenos Aires, quien vive desde hace poco en Córdoba y realizó por primera vez la peregrinación.
“Me sorprendió la cantidad de jóvenes que iban caminando y muchas personas que peregrinaban (...) Creo que es un desafío hacerlo de noche: de noche se sale de joda y me parece bien que también puedan tomarse ese tiempo para caminar y estar con la Virgen”, destacó Jose, como la llaman.
![“La monja de TikTok”, Josefina Cattanea (30), oriunda de Buenos Aires, quien vive desde hace poco en Córdoba y realizó por primera vez la peregrinación (La Voz)](https://www.lavoz.com.ar/resizer/v2/BFC2DI4ARZH4BI2D35JOCGAMRQ.jpg?auth=0e7286da7fac2eafbf7772c6162446500741663344dbc56a24dff45866b42522&width=2048&height=1596)
Con una sonrisa amplia, a pesar de la extensa caminata, Valentina y Santiago llegaron al santuario para pedir por la salud de sus familiares, junto con su grupo de catequesis. No eran los únicos: numerosos adolescentes y jóvenes, identificados con camisetas alusivas a sus iglesias, esperaban el final de la misa de las 7 para emprender el regreso.
Con su bebé de tres años en un cochecito, una pareja de Villa del Libertador iniciaba el camino de vuelta. Solo se veían los piecitos del niño, resguardado bajo una manta. Consultados sobre su motivación para hacer la caminata, contaron que cuando su hijo nació estuvo internado en terapia intensiva. “Yo solo quería que me lo sacaran de UTI”, expresó la madre, con lágrimas en los ojos al recordar aquel momento.
En otro sector, Brígida aseguraba que todo lo que le pidió a la Virgen se le cumplió. Hace diez años que realiza la caminata junto con sus hijas. “Tengo cuatro hijas mujeres y le pedí a la Virgen, y me dio mi varón”, comentó emocionada.
Después de las 8, la ruta 5 fue nuevamente habilitada para el tránsito. Los fieles que aún deseen acercarse probablemente lo hagan en vehículo. Sin embargo, aunque cada 11 de febrero las visitas se cuentan por miles, a lo largo del año los peregrinos continúan llegando hasta la Gruta.v