Una acción solidaria sorprendió el miércoles en Córdoba: dos jóvenes propietarios de la pescadería Bajo el Mar, ubicada en Sargento Cabral al 1.453 en el corazón de barrio San Vicente de la ciudad de Córdoba, regalaron 150 kilos de merluza a los jubilados que cobran la mínima.
La entrega de los alimentos arrancó bien temprano y si bien se esperaba entregar unos 100 kilos, finalmente la cifra se superó. Los beneficiarios se presentaron en el local con el recibo de la jubilación o carnet del Pami.
La entrega fue totalmente gratuita y estuvo destinada a quienes más lo necesitan en una situación económica crítica por la que atraviesan miles de jubilados.

Una acción desde el corazón
La pescadería es propiedad de la pareja integrada por Nahuel Murúa y Mika Ferreyra, dos jóvenes emprendedores que abrieron las puertas en abril de 2021 y ahora realizan esta actividad solidaria para quienes más lo necesitan.
Nahuel dijo a La Voz que lo hacen porque les “nace del corazón”.
Y sorprendido dijo que no esperaban que el pescado estimado para donar se terminara antes del horario previsto. “En total donamos 150 kilos de merluza. Estamos felices de poder ayudar”, sostuvo.
“Llevar a cabo esta acción nos costó mucho porque tuvimos que juntar peso por peso. A diario, cuando vienen a comprar, vemos que no pueden llevar ni medio kilo de merluza. Sacan los billetes de 100 y ni les alcanza”, contó.

Y agregó: “Esto salió de nuestra ganancia”.
Desde las 7 de la mañana los jubilados comenzaron a llegar y se armó una fila larga a la espera del pescado. El dueño sabía que podían llegar muchos más personas de las estimadas.
“Por ahí no sabemos si es una alegría o una angustia por la necesidad que atraviesan los abuelos. Llegaron temprano y era inhumano hacerlos esperar para repartir por eso comenzamos antes”, relató.
Los emprendedores tuvieron que reforzar la atención con dos empleados más, de los tres que habitualmente trabajan en el local, para poder atender a la gran demanda.
“Vinieron muy emocionados, con lágrimas en los ojos. Hay muchas personas grandes que no pueden llegarse y en la próxima donación vamos a tratar de llevarles”, afirmó.
Cada vez más personas piden para comer
Nahuel relató que la necesidad de alimentos por partes de personas de diferentes edades, desde niños hasta adultos mayores, se nota mucho sobre todo desde el último año.
“Fue creciendo. Por día pasan entre 15 y 20 personas pidiéndonos si tenemos algo para darles. Cuando abrimos era raro que esto sucedería y ahora se nota mucho más”, añadió.
Y adelantó que una vez que se repongan del gasto, que significó regalar los 150 kilos de pescado, realizarán acciones similares en los próximos meses.
“Nuestra intención, junto a mi pareja es poder ayudar aunque sea un poco a quienes están sufriendo y no tienen ni para comer”, afirmó.
La ayuda de Nahuel y Mika también llega a comedores del barrio, y de barrios vecinos que combaten el hambre de miles de familias cordobesas, pero, mes a mes, ven mermar sus recursos para la compra de alimentos.

La pescadería no solo tiene un compromiso con las personas más necesitadas sino que también se convierte en un ejemplo de solidaridad en tiempos difíciles.
“Ojalá cada vez más comerciantes tengan una iniciativa parecida. A todos nos cuesta, no tenemos ayuda de nadie sino que sale de nuestros bolsillos”, remarcó.
Una iniciativa parecida surgió en la previa del Día del Trabajador cuando comerciantes de Villa Azalais donaron un bolsón de alimentos que incluyó pollos, cuatro kilos de papas y lastas de durazno a jubilados.
También solidarios en una casa de limpieza
En el marco de acciones solidarias destinadas a los jubilados, otro negocio tomó una iniciativa similar que la pescadería con uno de sus productos más consumidos.
Se trata de la firma Limpieza Córdoba, quien durante el mes de junio y julio otorgará a los jubilados de la mínima, 5 litros de jabón gratuito para que puedan llevarse a su casa.
“Te esperamos, trae tu DNI y un bidón. Es un pequeño gesto, con mucho amor”, señaló el comercio en sus redes sociales. Está ubicado en avenida Vélez Sarsfield al 3.426. Aplica para una recarga de jabones clásicos.