Los testimonios de las madres de bebés que murieron o sufrieron descompensaciones súbitas luego de nacer sanos muestran ya patrones comunes, luego de seis dramáticos relatos que ocuparon las audiencias en la segunda semana del juicio del Neonatal.
En varios casos se refirieron pinchazos en el muslo derecho de los bebés, cuando la vitamina K se coloca en el izquierdo. Las madres narraron, también, su extrañeza con los cambios de ropa con los que le entregaban a sus hijos, ya fallecidos o internados, los que sobrevivieron.
En algunos casos, cuando se recuperaron esas prendas, aparecieron con manchas de sangre a la altura del pinchazo. Otro elemento común a las historias de casos contados en primera persona por las mamás, papás o abuelas de los niños es la súbita descompensación, luego de nacer con buenas evaluaciones de Apgar, hicieron crisis que en varios casos derivaron en muertes en pocas horas.
También hay coincidencias en ubicar a la enfermera Brenda Agüero, la principal acusada de los presuntos asesinatos en serie de recién nacidos en el hospital, en contacto con los bebés. En algunos casos, contacto exclusivo; en otros, el último antes del cambio de estado del recién nacido: de estar bien a estar mal.
Pinchazos inexplicables
“Ella no me dio ninguna explicación de por qué se la llevó, le pregunté a la médica dónde se la llevaba, no me dijeron nada. Y cuando me puedo acostar y me la dan, noto que tenía sangre en el pantalón, tenía un pinchazo en la ropa. Y cuando con mi hermana le cambiamos el pañal, para sacarle el meconio, vemos que en el pañal tenía sangre, con la marca de un pinchazo del tamaño de la punta de una lapicera”, relató Tamara Hermosillo, mamá de L. una beba que logró sobrevivir luego de sufrir una descompensación en mayo.
Al poco tiempo, notó que el bebé hizo una reacción en su pierna, en el lugar del pinchazo. Con sus manos, Tamara graficó el tamaño: como el de una pelota de golf o un limón.
Gloria, la abuela de Ibrahim Guardia, un recién nacido que murió el 23 de mayo de 2022, relató que se enteraron que en el cuerpo de Ibrahim “encontraron dos pinchazos, uno de la vitamina K, otro no se sabe, porque nadie del hospital lo dijo”.
También hay un pinchazo extraño en el relato del nacimiento y muerte de Benjamín, hijo de Damaris Bustamante.
Y en dos casos que aún no llegaron a las audiencias del juicio, dos bebés que sobrevivieron tuvieron pinchazos inexplicables. Una beba que sobrevive el 6 de junio quedó con una lesión en la espalda, que llegó a formar una úlcera. También en el último caso de una muerte, el de Melody, hija de Brisa Molina, que será el que abra la tercera semana del juicio, hay un pinchazo en la zona dorsal.
Ropita cambiada y con sangre
Una de las pruebas que tiene el expediente en el caso de la muerte de Francisco Calderón, el bebé que murió el 18 de marzo de 2022, es una ranita manchada con sangre a la altura de un muslito, el derecho, el opuesto al lugar donde le dan la vitamina K al nacer a los bebés.
“La ranita tenía una mancha de sangre. Y la habían cambiado. ¿Quién le sacó la ranita y la cambió?”, se preguntó Vanessa Cáceres, la mamá de Francisco, en el juicio.
Su marido, Raúl Calderón, dio más detalles. ”Cuando empeora, se la sacan, pero cuando fallece, lo vemos con otra ropa. Pedimos su ropita y la guardamos, porque queríamos tener un recuerdo de él. Y ahí vi una mancha de sangre, en la parte del muslo derecho. La lavé y la refregué, pero no salió todo, porque era bastante sangre”, relató.
En el caso de Benjamín, hijo de Damaris, el bebé apareció vestido con otra ropa a la que le habían colocado sus familiares. La ropa original nunca apareció.
Yoselín no encontró ropa ensangrentada, pero sí la manta con la que cubrían a su bebé, Angeline.
Julieta Guardia, en el juicio, no recordó en su relato el cambio de ropa. Pero se leyó su declaración en la instrucción y confirmó que estaba con otra ropa y que luego de la muerte se entera de la presencia de un pinchazo.
Descompensaciones súbitas
Al poco tiempo de que la enfermera le devolvió a su hija L., Tamara Hermosilla notó que el bebé hizo una reacción en su pierna, en el lugar del pinchazo. Con sus manos, Tamara graficó el tamaño: como el de una pelota de golf o un limón.
Un poco antes de sufrir sus descompensación, Gloria le sacó una foto a Ibrahim Guardia, su nieto. Le tomó otra poco después de recibirlo de manos de una enfermera. Es un antes y un después de minutos. Estaba blanquito y rozagante. Volvió morado, cabizbajo. Las fotos se exhibieron en la sala de audiencias en el tribunal.
También fue impactante la visualización de un video de Francisco, el bebé de Vanessa y de Raúl. Se lo ve sano, inquieto, sin ningún signo que pueda anticipar que minutos después de ese registro, que Raúl compartió feliz con todos sus familiares y amigos, el bebé hiciera un colapso que en poco tiempo lo llevaría a un paro cardíaco.
Es una constante en todos los relatos los cambios súbitos de estado: de ser bebés en buen estado, a entrar en una crisis que obliga una internación urgente en terapia intensiva.
Identificación de Brenda
Julieta Guardia, antes de ver las fotos en las noticias de Brenda, la había descripto en la investigación con rasgos como el largo y color de pelo y los lunares característicos en su rostro. “Recuerdo perfectamente su rostro”, dijo Julieta en el juicio, quien relató una situación en la sala de recuperación que hoy ve sospechosa.
“En recuperación estábamos Ibrahim, mi mamá, Brenda Agüero y yo. En un momento ella le dice a mi mamá que baje porque en la guardia hay un menor que preguntaba por ella, mi mamá bajó y ahí le dijeron que nadie la llamó. Y en ese momento Brenda se lo llevó, dijo que para un nuevo chequeo, y yo confié en ella, no sabía que venían pasando cosas raras en el hospital, cuando vuelve me trae a mi hijo llorando”, relató Julieta.
También se refirieron a la enfermera que tomó contacto con sus hijos Vanessa Cáceres, Damaris Bustamante y Yoselín Rojas. Pero en esos casos, Brenda tenía barbijo, cofia y chaquetilla. Sólo veían sus ojos y el color del cabello. Esto sirvió para que la defensa de la enfermera planteara que esos reconocimientos eran muy vagos. Y cuestionó que en la mayoría de los casos pasaban a nombrarla a Brenda después de ver su imagen en los medios de comunicación.
En su testimonio, por caso, Yoselín dijo que vio a Brenda Agüero en publicaciones periodísticas y la reconoció como la enfermera que les quitó la beba justo antes de que se descompusiera y muriera. Pero ante una pregunta del fiscal Sergio Ruiz Moreno, confirmó que sólo Agüero, además de su pareja y ella, tomaron contacto con la beba en la sala de recuperación, antes de que hiciera el shock que derivó en su muerte.
Tamara Hermosilla aportó un testimonio que resulta el más contundente, porque describió a la enfermera como una mujer de estatura promedio, pelo oscuro, ojos oscuros y con lunares, que vio porque en un momento se bajó su barbijo. No hizo falta que la señalara en la sala a Brenda Agüero porque le habló directamente a ella: “Yo sé que fue ella. Yo se la di en brazos a mi hija porque confié en ella. Es la única persona que la tocó”.
Cómo sigue
Este lunes 20 arrancará la tercera semana del juicio oral por las descompensaciones y muertes de 13 bebés ocurridas entre marzo y junio de 2022 en el hospital Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba.
En la novena audiencia se espera que declaren Brisa Molina, mamá de Melody Molina, la beba que nació el trágico 6 de junio y falleció al día siguiente. También está previsto que declare la abuela de la beba, Romina Cejas.
Asimismo se prevé que brinden su testimonio Ludmila Torres, mamá de M.E.T, una de las bebas nacidas el 6 de junio que sobrevivió, aunque resultó afectada, y su abuela, Sonia Torres.
Con el testimonio de estas dos mamás ya sumarían siete de las 13 madres. Una de ellas, Natalí Martínez decidió no asistir al juicio (vive en Salta) y por eso se incorporó su testimonio de la etapa judicial de instrucción, por lectura. Después del lunes restarían cinco madres y sus familias por declarar.
Resta definir cómo continúa el juicio luego de las declaraciones de las mamás y de sus familias, en calidad de testigos, además de ser querellantes y actores civiles. La propuesta del fiscal de Cámara, Sergio Ruiz Moreno, es que se pase al debate científico y forense para determinar si los casos son homicidios o tentativas de homicidio.
