En 2016, entró en vigencia el Código de Convivencia Municipal, donde el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba estableció el criterio de “pirotecnia cero”, política que surgió fruto de un debate social que se instaló en la última década y del que fueron protagonistas familiares de personas con trastornos del espectro autista, asociaciones proteccionistas de animales y víctimas de accidentes con estos explosivos.
La norma municipal estableció su implementación en un plazo progresivo en salvaguarda de los derechos adquiridos de quienes ya contaban con autorizaciones al momento de su promulgación. En el caso de los comercios minoristas las habilitaciones para estas actividades eran por dos meses, en tanto que los comercios mayoristas tenían permisos de hasta cinco años.
Conforme a esos datos, desde 2021 no deberían existir negocios habilitados para vender este tipo de productos en la ciudad capital. Sin embargo ello no implica que el anhelo de una ciudad libre de pirotecnia sea una realidad. A través de sitios de comercio electrónico, se pueden comprar cajas de artículos pirotécnicos que llegan a Córdoba en forma discreta a través de encomiendas por transporte regular.
Los límites del control
Si bien la prohibición es municipal, es la Policía de Córdoba la que articula con el municipio la realización de controles, inspecciones y, eventualmente, incauta y destruye el material pirotécnico no autorizado.
Exequiel Bornancini, comisario a cargo de la División Brigada de Explosivos de la Policía de Córdoba, precisó que en los últimos tiempos casi no hubo operativos vinculados al secuestro de pirotecnia y que se constata una importante merma en su uso. “El último gran operativo fue en 2019, antes de la pandemia, cuando incautamos 80 bultos de mercadería pirotécnica de un depósito no autorizado en el centro de la ciudad. Ese operativo fue solicitado por la Municipalidad de Córdoba”, recordó.
Sin embargo, resulta muy difícil que la policía controle a quienes utilizan pirotecnia en las fiestas, ya que lo hacen en simultáneo en diferentes lugares y muchas veces desde un espacio público donde quedan pocos rastros. Esto es aún más difícil si lo que se intenta controlar es el envío de pirotecnia por encomienda desde algún punto del país en el que su venta está autorizada, a otro punto en nuestra provincia en el que su uso está prohibido.

Cristian Baster, empresario del rubro, sostiene que el principal problema en este tema es que “la prohibición genera el tráfico clandestino”, y que así se hace más difícil de controlar porque no se puede saber cuál es la procedencia de la pirotecnia.
El empresario afirmó que la posibilidad de adquirir la pirotecnia por internet “es conocida”. “Vos entrás en internet, buscás la palabra ´pirotecnia´ y te aparecen un montón de lugares en los que se puede comprar. Después, si son lugares autorizados o no, o si la mercadería cumple todas las reglas de la Anmat, no se sabe”, señaló.
Respecto al transporte, Baster afirmó que este tipo de productos no se pueden enviar como una encomienda común, ya que requiere transporte de cargas peligrosas. “Es un transporte especial que no se puede mezclar con otra clase de mercadería” afirmó.
Sanciones severas
El Código de Convivencia Municipal de Córdoba establece la prohibición para la fabricación, tenencia, guarda, acopio, exhibición, manipulación, depósito, circulación, transporte, venta y comercialización de elementos de pirotecnia, en todo el ejido municipal.
Las sanciones van desde las 200 a las 500 unidades económicas municipales (UEM), lo que significa a valor actual entre 158 mil y 396 mil pesos. Además, la ordenanza dispone la clausura de los locales donde se hubiese detectado esta actividad, y el decomiso de toda la mercadería.
La utilización de pirotecnia está autorizada, pero solo por parte de empresas que prestan este servicio profesional, las cuales deben estar habilitadas por la ANMAT (Ex RENAR) y contar con una inspección previa por parte de la división de explosivos de la policía provincial. Tal es el caso de las empresas que realizan los espectáculos de fuegos artificiales que se realizan en el Estadio Kempes, para los eventos deportivos, o en el Puente Uruguay de Carlos Paz cada año nuevo (la principal ciudad de Punilla tiene prohibido el uso doméstico de pirotecnia desde 2014) .
Bajan los accidentes
El sostenido aumento de localidades de la provincia que se declaran “libres de pirotecnia”, ha sido acompañado con una considerable reducción de los accidentes por manipulación de pirotecnia en las fechas de fin de año. Así lo demuestra el caso de la Ciudad de Córdoba, que en sus estadísticas de los últimos 10 años muestra una progresiva baja en los lesionados, desde los 53 accidentados de 2011 a los tres de 2020.
Lesionados con pirotecnia
