Los profesionales de la salud vivieron esta semana otro grave hecho de violencia. Un hombre ingresó a las patadas al hospital Eva Perón, de barrio Las Violetas, en la ciudad de Córdoba. El pasado domingo, esta persona amenazó con un arma de 9 milímetros a una médica del centro de salud. “Yo me arrodillé. Pensé que iba a gatillar”, declaró la profesional.
El hecho repercutió en distintos ámbitos. Intervino la Fiscalía de Instrucción del Distrito 4 Turno 1, a cargo de Ernesto de Aragón, mientras que autoridades sanitarias visitaron el hospital para hablar con los policías que lo custodian y los profesionales de la salud.
Habló la médica apuntada con un arma en un hospital de Córdoba: “Pensé que iba a gatillar”
La violencia en clínicas y hospitales se acrecienta. En 2022, la Asociación de Médicos de Guardia de Córdoba pidió que se refuerce la seguridad. Denunció que vienen creciendo este tipo de ataques, sobre en quienes están más expuestos. También la Unión de Trabajadores de la Salud (UTS) lanzó varios comunicados a partir del ataque a los profesionales del hospital de Alta Gracia y en el Neuropsiquiátrico.
Por su parte, el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba viene monitoreando hace años estos hechos de violencia. La entidad creó un formulario web para que los agentes puedan realizar sus denuncias. En julio del año pasado se creó el “Observatorio de Violencia”, que concentró los datos hasta entonces recabados a través de los reportes digitales.
Córdoba: Médicos de guardia piden que se refuerce la seguridad en las salas de espera
Héctor Oviedo, presidente del Consejo, advirtió que todavía muchos de estos casos pasan desapercibidos. “Hace varios años que creamos un reporte para registrar las agresiones y trabajamos en distintos programas a partir de los datos que nos iban llegando. Sugerimos planes de acción para tratar de resolver el problema y prevenirlo. Y recomendamos que todos los centros de salud tengan un observatorio de violencia y que, a su vez, se nucleen esos datos en un monitor provincial”, dijo el profesional.
El observatorio que funciona en el Consejo está integrado por Nora Castro, Andrés Cersosimo, Liliana Morales y Daniel Mowszet.
Las diferencias por localidad
Desde julio del año pasado hasta la actualidad, el Observatorio reportó 79 denuncias (25 en lo que va de este año y 54 en 2022). Esto arroja un promedio de casi nueve hechos de violencia por mes.
Si se analizan los datos recolectados el año pasado, los resultados son reveladores.
En Capital, el 66 por ciento de quienes agreden son mujeres, mientras que en el interior la proporción se eleva al 79 por ciento.
La diferencia entre el sector público y privado muestra resultados dispares. En el interior, el 84 por ciento de los eventos se dan en hospitales estatales mientras que en la ciudad de Córdoba priman los sanatorios y clínicas, con el 69 por ciento de los casos.
En más del 70 por ciento de los hechos reportados, son los familiares los que agreden. Le siguen (en menor proporción) los pacientes y otros médicos.
“Este es un fenómeno multicausal –indicó Oviedo–. La violencia atraviesa a toda la sociedad. La atención de la salud no está exenta”.
El titular del consejo enumeró algunas aristas que acrecientan el problema, comenzando con la crisis económica que “contribuye al malhumor social pero también sobrecarga al sector público que ya viene trabajando al límite desde hace muchos años”. Muchas personas perdieron su obra social.
Oviedo agregó que, pasada una pandemia, sobrevino el desgaste en la mayoría de los profesionales, que además “se encuentran con esta situación cultural, una falta de respeto que no debe pasar desapercibida”.
Crecen las agresiones al personal de salud en hospitales y clínicas
Los sitios más expuestos
El relevamiento del Consejo determinó que los consultorios y las guardias son los dos lugares donde predominan los hechos de violencia. En Capital, el internado se encuentra en tercer lugar. Mientras que en el interior, continúan las salas de médicos.
Más del 60 por ciento de las denuncias corresponde a amenazadas verbales; el 30 por ciento verbales y físicas. Mientras que el resto son agresiones a través de redes sociales.
Otro informe con datos parciales de este año revela que, en el 90 por ciento de los casos, fueron mujeres las agredidas.
Cómo prevenir
El Consejo presentó un plan al Ministerio de Salud provincial para prevenir la violencia en hospitales y clínicas. En los últimos días, propuso además un protocolo de actuación.
La guía contiene una serie de acciones a seguir en caso de que entre una persona gritando, amenazando o intentando golpear. Qué deben hacer los distintos integrantes de un equipo, incluyendo secretarias, enfermeros, guardias de seguridad y directores. “Desarrolla un sistema de acción con intervenciones crecientes según el grado de violencia. No es lo mismo una persona que viene nerviosa a una que entra con arma de fuego”, ejemplificó.
Consultado sobre cómo se pueden prevenir estos hechos, el titular del Consejo indicó que el tema es complejo y que no basta poniendo policías en cada puerta. “Todas las instituciones deben trabajar para reducir la violencia. Si una persona espera 10 horas para que la atiendan, hay que reforzar esos servicios. Y si además un profesional le dice: ‘callate’ o ´andate’, tampoco contribuye. Debemos pensar en nuevas cartelerías, comunicación y lugares donde contener rápidamente a la persona que ingresa. Si tiene que esperar, que alguien le explique con claridad por qué y cuáles son los pacientes que tienen prioridad”.
Un tema que excede
La violencia es un problema que alcanza a todos los agentes de salud. Gastón Vacchianni, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Salud, indicó: “La amenaza en el hospital Eva Perón fue un hecho extremo. Pero también se dan robos dentro de los hospitales que ya se venían denunciando, como en el Misericordia. El Gobierno provincial debe garantizar la seguridad”.
Aunque aclaró que nada justifica un hecho de violencia, el delegado agregó que la falta de personal acrecienta el problema.
