La ciudad de Córdoba enfrenta un desafío ambiental significativo debido a la enorme cantidad de basura acumulada en sus basurales.
Desde la Municipalidad de Córdoba se informó que hay 94 sitios de disposición clandestina donde se generan entre 13.000 y 20.000 toneladas mensuales de residuos, una cifra que supera lo que se genera en dos semana de recolección de desechos domiciliarios en la ciudad, que suma 34.000 toneladas mensuales.
El secretario de Ambiente municipal, Jorge Folloni, explicó que el municipio trabaja diariamente para atender esta situación mediante operativos que intervienen entre ocho y 12 puntos críticos de la ciudad.
Estos operativos incluyen la remoción de residuos con maquinaria pesada en macrobasurales, el desmalezado por razones sanitarias y la retirada de neumáticos para prevenir su quema.
Según Folloni, la limpieza de un macrobasural requiere el uso de al menos tres camiones de 20 metros cúbicos, una pala cargadora, una retroexcavadora y entre seis y ocho desmalezadoras. En el caso de un microbasural, se resuelve con un camión y una pala más chica.
Actualmente, Córdoba cuenta con 94 basurales identificados por la Municipalidad, distribuidos entre macro y microbasurales.
Este número representa una disminución respecto a los 159 registrados en 2019: el funcionario remarcó que desde entonces se erradicaron 64 sitios de descarga. Entre los ejemplos exitosos se encuentra la transformación del basural de Heroínas de Ayohuma en un parque y la conversión de un microbasural en zona Rancagua en un centro de transferencia.
Cuánto cuestan los basurales
El programa de limpieza está dividido en seis áreas. Por ejemplo, este viernes se realizaron operativos en la zona de Bajada de Piedra, Atalaya, Martín Silva, Carmelo y Roque Arias. Para estas tareas, la Municipalidad cuenta con seis empresas privadas, lo que genera un costo operativo mensual de $ 12 millones de pesos por cada una, costo que debe actualizarse.
Al año, son $ 864 millones que se gastan para eliminar la basura que se arroja de manera ilegal en estos 94 puntos. En el municipio remarcan que está en proceso de actualización, por lo que se ampliará sensiblemente ese gasto.
También colaboran Lusa y Urbacor –concesionarias del servicio de recolección domiciliaria en la ciudad- que aportan equipos para atender microbasurales y otros de gran extensión.
En el listado de basurales hay sitios que funcionan desde hace décadas como vertederos ilegales. Por ejemplo, el predio que se ubica en avenida García Martínez en la intersección con Roque Arias, en la zona oeste de la ciudad.
O el de Bajada de Piedra, en la zona este, que requiere grandes operativos para poder dejarlo en condiciones.
En los últimos años se generaron nuevos. Uno de los puntos más críticos es el basural conocido como “El Infiernillo”, ubicado en la Costanera, cuya erradicación se busca a través de un proyecto de centro de transferencia.
Cada uno de estos puntos se limpia al menos dos veces al mes. La basura que allí se arroja puede sumar hasta 20 mil toneladas, que terminan en el enterramiento sanitario ubicado en el Parque de la Economía Circular, en la zona sur de la ciudad.
Control y erradicación
Folloni afirmó que se está reimpulsando el plan de erradicación de basurales. En esa línea, está planificada una intervención en las calles Gorriti y Matheu, donde desde hace décadas se arrojan toneladas de basura.
Además, la Municipalidad trabaja junto al padre Mariano Oberlin en la mejora de un centro de transferencia existente a metros del cementerio San Vicente, con el objetivo de centralizar la basura y optimizar su gestión. Este proyecto incluye la instalación de nuevas tecnologías y la integración de sectores vulnerables de la comunidad en las tareas de reciclaje y separación de residuos.
