En el entorno laboral actual se convirtió en una práctica común apartar los teléfonos celulares en un intento de mejorar la concentración y reducir las distracciones.
Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores de la London School of Economics (LSE), publicado en la revista Frontiers in Computer Science, pone en duda esta estrategia.
Alejar el celular, ¿realmente mejora la productividad?
El estudio involucró a 22 participantes que trabajaron en una sala privada e insonorizada durante dos días. Cada uno de ellos contaba con su dispositivo portátil y teléfono móvil, sin modificaciones en las notificaciones que recibían.
Los investigadores observaron dos escenarios diferentes: en el primero, los teléfonos estaban sobre el escritorio; en el segundo, a 1,5 metros de distancia. Aunque la distancia limitada redujo el uso del celular, los resultados mostraron que los participantes no aumentaron su concentración ni dedicaron más tiempo al trabajo.
En lugar de dejar de usar el celular, centraron su atención en sus portátiles.
El celular no es el problema, los hábitos sí
El autor principal del estudio, Maxi Heitmayer, resalta que el verdadero problema no es el celular en sí, sino los hábitos que hemos desarrollado alrededor de su uso.
“Es un dispositivo multifuncional que satisface nuestras necesidades de comunicación, entretenimiento y productividad. Aunque intentemos dejarlo de lado, nuestra conexión emocional y funcional con él hace que recurramos constantemente a su uso, incluso sin un propósito claro”, explica.
Cómo mejorar la concentración sin alejar el celular
Lejos de ser una solución definitiva, alejar el móvil podría no ser suficiente para eliminar las distracciones. En cambio, Heitmayer propone una revisión de nuestros hábitos y el uso de estrategias para gestionar el tiempo de forma más efectiva:
- Activar el “Modo No Molestar” o “Focus Mode” para reducir las notificaciones.
- Agrupar las notificaciones y revísalas en momentos específicos durante el día.
- Utilizar apps de control de tiempo como Forest, Freedom o Stay Focused para limitar el tiempo en redes sociales y aplicaciones de entretenimiento.
- Configurar límites de uso en las apps más adictivas.
- Aplicar la técnica Pomodoro, alternando entre periodos de trabajo intenso y descansos cortos.
- Crear zonas sin móviles en tu espacio de trabajo, hogar o incluso durante las comidas.
- Hacer un análisis diario de tu uso del móvil utilizando herramientas como Bienestar Digital o Tiempo de Uso.
El futuro: protección frente a la tentación digital
Heitmayer también advierte sobre el impacto que la adicción a los teléfonos móviles tiene en la salud mental, especialmente en los más jóvenes. Las grandes corporaciones, que diseñan las apps para maximizar nuestro tiempo frente a la pantalla, se benefician enormemente de nuestra incapacidad para resistir las tentaciones.
“Aunque los teléfonos inteligentes pueden ser herramientas poderosas, debemos ser conscientes de los costos ocultos de su uso excesivo”, concluye.
En resumen, la clave para una mayor productividad no reside en alejar el celular sino en cambiar los hábitos y establecer un manejo consciente y controlado del tiempo y las herramientas tecnológicas.