A pocos días de San Valentín, las demostraciones afectivas y las sorpresas románticas son comunes en esta fecha, pero también es un buen momento para reflexionar sobre la calidad de las relaciones.
Cierto es que una conexión sólida se construye en lo cotidiano donde la comunicación es uno de los pilares más fundamentales que implica, no solo expresar lo que sentimos, sino también saber escuchar y entender al otro. La clave está en encontrar un equilibrio donde el otro se sienta escuchado y respetado.
Las relaciones tienen una dinámica natural de comprensión y expresión. A veces, lo que queremos decir no llega como lo esperábamos, o incluso puede generar malentendidos. Es ahí donde se vuelve crucial crear un espacio seguro, donde cada uno se sienta cómodo para compartir pensamientos y emociones sin miedo a ser juzgados. Este ambiente de confianza permite que la comunicación siga siendo un puente que une hasta en los momentos difíciles.
Cuando conocemos a nuestra pareja en su totalidad, incluyendo sus aspectos en constante evolución, el vínculo se vuelve más sólido y estable. Según Daniel Colombo, coach profesional certificado por ICF, en este proceso, surge lo que podríamos llamar resiliencia afectiva.
Esta es la capacidad de enfrentar y superar los desafíos en pareja, saliendo de ellos más fuertes y con aprendizajes compartidos que enriquecen la relación.
Cómo alcanzar la resiliencia afectiva
La resiliencia afectiva se construye día a día, y una de las formas más efectivas de lograrlo es a través de una comunicación asertiva, que permita que ambos se expresen, se comprendan y crezcan juntos.
De acuerdo a Daniel Colombo, estos son algunos consejos para lograr esta capacidad:
- Escucha activa: la base de una comunicación asertiva es saber escuchar. Cada persona tiene una perspectiva distinta sobre las situaciones, por lo que es esencial entender al otro y mostrar un interés genuino.
- Reconocer y valorar las diferencias: en una relación, es fundamental entender que no somos iguales y que las diferencias son una oportunidad de crecimiento. Es importante ver esto mismo como algo que enriquece el vínculo, logra fortalecer la comunicación y genera un ambiente de aprendizaje mutuo.
- Mantener la empatía: intentar entender lo que el otro está sintiendo, incluso cuando no estés de acuerdo, convierte a la comunicación más fluida y respetuosa, lo que facilita encontrar soluciones juntos.
- Aceptar la crítica constructiva: la comunicación asertiva también implica saber recibir comentarios. Escuchar sin ponerse a la defensiva y estar dispuesto a reflexionar sobre lo que se te está diciendo favorece el crecimiento mutuo.