La ONG Fundeps (Fundación para el Desarrollo de Políticas Públicas Sustentables) presentó ante la Justicia un recurso de amparo ambiental con el objetivo de frenar la contaminación del lago San Roque. Es la segunda medida de este tipo que se presenta para este dique, que es además de un recursos natural y turístico eel principal reservorio de agua para potabilizar para la ciudad de Córdoba.
María Laura Carrizo, abogada de Fundeps, afirmó que el amparo se presentó ante sala 3 de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Córdoba y que los denunciados son el Gobierno de Córdoba con sus áreas de Recursos Hídricos, Ambiente y Obras Públicas, y todos los municipios que integran la cuenca del embalse, en el sur del valle de Punilla.
“Desde Fundeps trabajamos en la promoción de los derechos humanos y advertimos la situación de los principales lagos de Córdoba. Realizamos diagnósticos de los lagos San Roque y Los Molinos y del río Suquía y venimos advirtiendo sobre la grave situación del San Roque y del río y lo que está pasando en Los Molinos”, remarcó la letrada.
La ONG hizo un trabajo de campo en la región y tras distintas reuniones con referentes ambientales de Punilla se elaboró el planteo judicial.
Los antecedentes
Hace casi 10 años, en 2013, una ONG presentó el primer amparo ambiental para frenar la contaminación en el embalse. En ese momento, la Justicia determinó que debía conformarse el Comité de Cuenca regional, creado por una ley 20 años antes pero que prácticamente nunca (hasta ahora) funcionó como tal.
Si bien ese amparo se dio por cumplido luego de un par de encuentros del Comité que conformaban la Provincia y los municipios de la cuenca, después de eso nunca más se reunió.
Tiempo después, la Justicia le denegó el ingreso a la causa a la Asociación de Amigos del Río San Antonio (Adarsa) que había advertido que nada había pasado tras aquel amparo.
“Hubo otros intentos de conformar el Comité de Cuenca, se hicieron algunas cuestiones o medidas para el saneamiento, pero luego todo quedó en la nada”, expresó Carrizo.
La abogada planteó que por más que haya existido otro amparo resuelto, el tema no es “cosa juzgada”. Y marcó: “Las soluciones van a depender de que la Justicia tenga ganas de avanzar o no”.
También apuntó: “El derecho ambiental brinda distintas formas de avanzar en esas cuestiones. Hemos estudiado el caso de la cuenca del Riachuelo, en Buenos Aires, y tomamos nota de ello. En este caso, pedimos el cese progresivo de la contaminación en la cuenca del San Roque que principalmente se produce por residuos cloacales, residuos peligrosos, y cenizas de incendios. También es una contaminación por obras de infraestructura que no tienen en cuenta los efectos sincrónicos y concomitantes de la cuenca”, sostuvo.
Adelantó que en el amparo se reclama la nueva “conformación del Comité de Cuenca” y que este contemple la participación de los vecinos.
El deterioro del San Roque lleva décadas. Todas las investigaciones han marcado como principal causa el escaso tratamiento de los líquidos cloacales de las localidades ubicadas en sus costas, o sobre los ríos que desembocan en el embalse. Esos nutrientes orgánicos generan la proliferación de algas, principal síntoma del mal estado de sus aguas.
