La temporada primaveral comienza a marcar el tiempo en que se disfruta más al aire libre, mientras el calor asoma. En algunos días la temperatura ya alcanza los 30 grados en Córdoba. También van surgiendo planes, eventos y vacaciones de verano que predisponen a una mayor exposición al sol. Cuidar la piel, en este contexto y por razones de salud, es fundamental.
Pero el cuidado de la piel requiere un costo. Y en protectores solares, la inflación también se nota y pega.
Precios y opciones del mercado
Actualmente, hay muchas opciones disponibles en las farmacias y los precios varían según marcas, el número de factor de protección solar (FPS), la cantidad de producto y la especificidad de sus componentes.
A un mayor FPS se incrementa la eficacia de protección. Lo ideal, si de cuidar la salud de la piel se trata, es elegir desde el factor 50.
Si se busca una opción económica para adultos, varias marcas tienen envases familiares por 400 gramos que cuestan entre 3 mil y 3.700 pesos, con un FPS de 50.
Para niños, se deberá optar por un protector “pediátrico” o “apto niños”, dado que tienen componentes que garantizan una mayor protección. Estos protectores además de los ingredientes químicos de los productos para adultos, contienen elementos físicos, que se los advierte por el aspecto blanco del producto y se caracterizan por ser más resistentes en la aplicación.
Este protector es apto para todo el grupo familiar y también contempla en su formulación ingredientes gentiles que protegen a las pieles sensibles.
Dentro de la gama de este tipo, el protector de factor 65 de Rayito de Sol, por 90 gramos, cuesta alrededor de dos mil pesos. Otra opción, con un factor menor (50), pero con 180 mililitros, también apto para niños, ronda los 2.700 pesos.
Hace algunos años varias marcas lanzaron los protectores de spray continuos, que son más cómodos por su textura y su aplicación, pero a la vez más volátiles y menos durables. Uno de factor 50, de 170 mililitros, ronda hoy los 3.400 pesos.
Los precios pueden variar según el local donde se los adquiera.
Qué eligen los consumidores
Si bien se advierte que las ventas empezaron a subir por las mayores temperaturas primaverales, se les atribuye el fenómeno a la concientización desde medios y redes sociales. En los últimos tiempos, hubo una especie de boom divulgador en torno al cuidado de la piel desde perfiles con mucha información.
Muchos consumidores llegan a la farmacia con más información que años atrás y buscan productos particulares.
“Se empezó a enfatizar más sobre el cuidado de la piel y especialmente el cuidado respecto del sol. Cuando llegan los clientes al local siempre los asesoramos en toda la rutina, y preguntamos si tienen protector. Ahora directamente viene de ellos la pregunta por ese producto”, cuenta Lucía Ponce, cosmetóloga de Farmacity.
Lucía explica que hace algunos años había que asesorar y educar desde su rol en torno a la importancia de la protección solar, pero que hoy existe más conciencia. “Gente que ha tomado sol toda su vida ahora te dicen que ‘el sol no es el mismo’. También existe un público que se quiere broncear el cuerpo, pero se cuida más el rostro, teniendo en cuenta las manchas y el envejecimiento por el sol”, apunta.
“Respecto a los precios, siempre recomendamos llevar los protectores de factor alto que son para niños y que los use toda la familia, para achicar gastos llevando un solo producto”, señala la cosmetóloga. Aún así, las más personas que antes consideran lo más adecuado para su tipo de piel. “Si bien están los envases familiares que son más grandes, no los eligen para el rostro, por ejemplo”, aclara.
Pero, por cierto, los precios no ayudan al cuidado entre familias de bajos recursos.
Claves a tener en cuenta
La cantidad recomendada por especialistas médicos es de dos líneas de producto empleadas en el dedo índice para cada extremidad, y en el caso del torso y espalda la cantidad se duplica a cuatro líneas.
Laura Abburra, pediatra y dermatóloga, explica que las horas en las que hay que evitar la exposición son entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Otro parámetro es no exponerse cuando al estar parado el cuerpo no produzca sombra.
La protección solar es indispensable para todas las personas, independientemente de la edad o el fototipo de piel.
Los niños son los más expuestos, por la cantidad de actividades al aire libre que realizan. Se estima que el 70 por ciento de la exposición al sol de toda la vida ocurre entre el nacimiento y los 20 años.
Hay algunos factores como la presencia de agua, de nieve o la altura del lugar que incrementan los riesgos a la exposición solar. Ante la exposición en alguno de esos contextos y por varias horas la reaplicación es indispensable, y debe realizarse de manera rigurosa cada dos horas.
Si bien para los bebés menores a los seis meses los protectores solares están contraindicados, la dermatóloga Abburra señala: “Antes no se exponía al sol a los bebés antes de los seis meses y en la práctica eso pasa. Hoy aconsejamos que si ellos estarán expuestos al sol en una playa, les apliquen de todas maneras algún protector pediátrico y complementar la protección con medios físicos, como mallas y gorras con filtro UV”, apunta.
Casos de riesgo, más caros
Si se trata ya de personas con algún antecedente o situación de manchas o lunares en la piel, con riesgo de desarrollar enfermedades o tumores, los médicos suelen sugerir o recetar protectores de mayor calidad y nivel de protección (hasta factor 99), generalmente para uso en el rostro, y cuyo costo se eleva aún más: un envase de apenas 50 ml. hoy cuesta más de cinco mil pesos en esos casos.
Y, hasta ahora, ningún protector solar entra en la lista con descuentos en obras sociales, ni aún siendo recetados.
Otras herramientas
Actualmente, es posible acceder al índice de radiación UV de cada hora a partir de cualquier celular. Se trata de un indicador que mide la intensidad de la radiación solar ultravioleta incidente sobre la superficie de la tierra, y son esos rayos los que pueden generar daños en la piel humana.
Este dato está presente en cualquier aplicación de pronóstico del clima. Funciona en una escala del cero al 11 y mientras más alto sea más riesgos para la piel implica.
Abburra propone complementar el uso de la crema de protección con otros medios físicos como gorros, remeras o, simplemente mantenerse a la sombra.
