Una nueva protesta de médicos de hospitales públicos se llevó a cabo ayer, esta vez, con la adhesión de neonatólogos. La medida que arrancó con los tocoginecólogos de la Maternidad Provincial y del Neonatal sumó nuevas especialidades.
El reclamo de los profesionales es netamente salarial, según explicó Marcos Giacomi, jefe de guardia de la nueva Maternidad provincial. La medida implicó la no atención en los consultorios externos. Sí se asistieron urgencias, emergencias, demandas oncológicas y cesáreas programadas.
El especialista informó que los médicos perciben un básico de $ 630 mil y aclaró que la protesta es apartidaria. Los médicos contaron que el sueldo es tan bajo que cada vez son menos los ingresantes a la carrera de Medicina. También escasean los postulantes a residencias clave, como tocoginecología o neonatología.

“Nos enfrentamos a pacientes cada vez más complejos. Se está centralizando mucho la atención en estos dos hospitales: la Maternidad provincial y el Neonatal. No damos abasto”, expresó Giacomi. Según los especialistas, un médico de entre 20 y 25 años de antigüedad cobra entre $ 1,8 millones y $ 2,2 millones de bolsillo.
El reclamo de los profesionales se basa en incorporar distintos adicionales. En primer lugar, un plus por la atención del binomio “madre e hijo”, que en la práctica implica la atención de dos pacientes. También solicitan percibir un adicional por actividad crítica, ya que se desempeñan en un hospital de alta complejidad.
Además solicitan percibir el “adicional por guardia” que reciben desde finales de 2022 los médicos que hacen esa tarea. “El sueldo es tan malo que nos preocupa que ya nadie quiera estudiar Medicina; tampoco hacer la especialidad o quedarse en el país. En un futuro no tendremos quien resuelva los problemas de salud de la gente”, agregó Giacomi.
“Los edificios son lindos, el equipamiento es nuevo, pero se pretende tener buenos profesionales con un sueldo paupérrimo”, expresó.
Por su parte, el neonatólogo Francisco Terrera, dijo: “Los sueldos son muy malos. Nadie está eligiendo la especialidad. Los pocos que hay, se están yendo”. Además, indicó que los escasos sueldos empujan a los profesionales a tener varios empleos, muchas veces, en localidades distintas, aumentando el riesgo de desgaste físico y emocional.

La medida comenzó con asambleas de los especialistas en tocoginecología de los hospitales Neonatal y Maternidad Provincial. Luego escaló en un paro, que implicó la suspensión de turnos programados y la atención de urgencias. Más tarde, sumó la adhesión de neonatólogos.
El reclamo también insiste en que los profesionales sean reconocidos por prestar servicios de alta complejidad, por ser un hospital de tercer nivel. “En nuestro hospital resolvemos cirugías de alto riesgo y nos exponemos a situaciones extremas. Hacemos operaciones oncológicas, tratamientos de fertilidad y resolvemos pacientes en situaciones complejas”, agregó otro profesional.
Respuesta oficial
Desde el Ministerio de Salud señalaron que el conflicto en ambos hospitales tiene varias dimensiones, entre ellos el salarial. En ese sentido, explicaron que un médico sin antigüedad tiene sueldo bruto de más $ 2,4 millones, que queda en $ 1,9 millones de bolsillo. Y que un profesional con la máxima antigüedad y escalafón cobra $ 3 millones de bolsillo, por ejemplo un jefe de servicio.
“Además, el porcentaje sobre el concepto recurso humano crítico para el caso de un neonatólogo es del 110% sobre el salario básico, una de las mayores de todas las especialidades en Córdoba”, apuntaron.
Desde Salud explicaron que, con un criterio de eficiencia, se ha tomado la decisión de atender los partos sólo en los hospitales con mejor tecnología, como la Maternidad y el Neonatal. Ello ha generado el traslado de profesionales hacia estos centros de salud, que en algunos casos se han mostrado molestos.
“Estamos intentando que los equipos de salud se armonicen, para que trabajen de la mejor manera”, sumaron. Y lamentaron que los médicos que están motorizando las protestas no hayan solicitado una reunión con el Ministerio para plantear sus quejas, antes de salir a hacerlas públicas.
