¿Sabías que en algunas entrevistas de trabajo los reclutadores aplican una técnica silenciosa para evaluar tu actitud sin que te des cuenta?
Se llama “prueba de la silla” y puede revelar cómo manejas el estrés, tu nivel de iniciativa y hasta tu capacidad de observación.
En qué consiste, por qué algunas empresas la utilizan y cómo podés superarla con éxito.
Prueba de la silla en entrevistas: en qué consiste
Al prepararse para una entrevista de trabajo, es común centrarse en destacar habilidades, logros y metas profesionales. Sin embargo, los reclutadores no sólo prestan atención al discurso verbal, sino que también introducen situaciones imprevistas o incómodas para evaluar reacciones espontáneas y descubrir aspectos más sutiles de la personalidad del candidato.
Una de estas situaciones es la conocida como “prueba de la silla”, un método sencillo que permite medir la capacidad de adaptación y resolución de problemas cuando el entorno no se desarrolla como se esperaba.
Originada en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva (ROTC) de Estados Unidos, esta prueba consiste en colocar al candidato durante la entrevista en una silla que tiene una pata coja, lo que hace que se tambalee. Mientras el candidato se enfrenta a esta situación incómoda, el reclutador observa su comportamiento. El objetivo es ver cómo maneja la incomodidad.
Dependiendo de la reacción, se pueden sacar diversas conclusiones: si el candidato no menciona nada y soporta la incomodidad en silencio, podría interpretarse como falta de iniciativa. Si, por el contrario, interrumpe la entrevista y pide un cambio de silla, el entrevistador lo verá como alguien proactivo.
Más allá de la capacidad para resolver un problema práctico, esta prueba revela aspectos más profundos de la personalidad y los hábitos de los candidatos.
Según los expertos en dirección de talento humano, lo que se busca a través de este examen es ver cómo una persona maneja el estrés, su iniciativa y cómo de resolutiva es.
Las entrevistas no sólo tratan de responder preguntas estándar sobre experiencia y habilidades. En realidad, los reclutadores también están interesados en ver cómo reaccionan los candidatos cuando las circunstancias cambian inesperadamente. La “prueba de la silla” es una forma indirecta de evaluar la estabilidad emocional y las habilidades interpersonales del candidato.
Qué revela la reacción ante esta prueba
La “prueba de la silla” es eficaz porque permite a los entrevistadores conocer aspectos de la personalidad de un candidato sin ser una prueba evidente ni preparada. Si un candidato se siente incómodo o no actúa, puede indicar falta de confianza o dificultad para manejar lo inesperado. Por otro lado, tomar la iniciativa refleja habilidades de resolución de problemas y control ante situaciones difíciles.
El lenguaje corporal también juega un papel muy importante en cómo se percibe a un candidato. Durante una entrevista, lo que no se dice, como los gestos y la postura, transmite tanto o más que las respuestas verbales.
Si alguien no reacciona ante la silla tambaleante, los reclutadores podrían ver esto como una señal de pasividad o incomodidad. Si, en cambio, toma acción, se percibe como alguien capaz de manejar la adversidad.