Esta forma de relacionarse en pareja dista de aquellos vínculos tradicionales. Además, aunque conserva una filosofía que puede ser confundida con la soltería se diferencia de esta última por varias razones.
En un contexto donde las relaciones tradicionales dejaron de abundar, tras el auge de las relaciones modernas, como la poligamia, el mundo del amor se transforma con la llegada de este tipo de relación que se popularizó alrededor del mundo.
Amor matemático. Las parejas con mucha diferencia de edad, ¿sobreviven?
La palabra agamia se desglosa en el prefijo de negación “a” y el término griego “gamos” (el cual significa unión íntima o matrimonio). De esta forma, agamia hace referencia a la falta de interés en formar un vínculo romántico o marital.
Para el sociólogo y psicólogo español Arturo Torres, un noviazgo también entra dentro de la categoría de gamos, debido a que es visto como una antesala al casamiento. Incluso, una relación entre dos amantes que no son vistos como pareja entran dentro de esta categoría.
Esto debido a que los amantes “no pueden permanecer indiferentes ante la posibilidad de que uno mismo, o la otra persona, busque formalizar la relación, y aceptan esa posibilidad como algo normal”, señala Torres.
Para el psicólogo: “El sexo no es algo ajeno al gamos, sino que más bien es aquello que ha dado pie a su existencia”.
¿Qué es la agamia entonces?
Para la experta española en bienestar sexual Mónica Chang, quienes abogan por la agamia “no creen en la institución del matrimonio y tampoco en la definición general de una familia tradicional es decir, la unión de un hombre que se casa con una mujer y que tienen uno o más hijos biológicos o adoptados”.
Esto se debe a que estas personas observan al matrimonio como una limitación de la libertad individual. Funciona entonces como una objeción a la visión romántica del amor, sugiriendo que este estado emocional impide a las personas actuar con lógica y las lleva a tener expectativas poco realistas.
Diferencias con la soltería
Según la psicoanalista Laura Messina (M.P. 43441), la soltería es un estado en el que usualmente la persona se encuentra en búsqueda de un individuo con el que pueda entablar una relación amorosa, por lo que “entiende su soltería como un periodo de transición”.
Lo dice la ciencia: elegimos el mismo "tipo" de pareja
Sin embargo, para el sitio Mentes abiertas estar soltero no siempre es sinónimo de estar a la espera de una relación. Por el contrario, es un estado que invita a enfocarse en uno mismo y “llevar una vida plena y satisfactoria”.
Cómo son las relaciones en Argentina
Según el Boletín de Estadísticas de Género realizado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación junto al Instituto Nacional de la Mujer, en Argentina hay una cruda realidad matrimonial: “respecto a la situación conyugal, se destaca una mayor proporción de personas solteras, donde el 52.1% son varones y 45.7% son mujeres”.
Estos resultados arrojan una conclusión que en Argentina, los solteros superan a los casados siendo que 15,6 millones de argentinos se encuentran solteros, y 14,5 millones se hallan casados.
Qué diferencias existen con el poliamor
Aunque esta forma de relación tenga similitudes con el poliamor, se diferencia de éste por varios motivos. Mientras que en la poligamia se defiende la idea de tener varias relaciones, en la agamia prevalece la filosofía de distanciar el concepto relación de amor.
A diferencia de los vínculos poliamorosos, quienes practican la agamia priorizan el desarrollo de su sexualidad individual, en un afán por priorizar su disfrute personal.
De esta manera, para el sociólogo y psicólogo Arturo Torres, quienes defienden la agamia “acostumbran a criticar la idea de poliamor señalando que, a la práctica, es una manera de amar teniendo como punto de referencia la relación gámica tradicional”.
Así, se designan diferentes formas de poliamor según el grado de similitud con la pareja tradicional, distinguiéndose nuevamente por una base sólida con el amor romántico tradicional.
