Una audiencia clave se llevó a cabo esta semana en el juicio que investiga cinco muertes y presuntas lesiones en ocho bebés nacidos en el hospital Neonatal de la ciudad de Córdoba. La pericia interdisciplinaria que analizó la personalidad de Brenda Agüero –principal sospechosa de haber causado los presuntos ataques– detectó rasgos “psicopáticos, narcisistas y autorreferenciales”.
El informe oficial no halló ningún trastorno ni patología mental en la enfermera imputada por homicidio agravado calificado, lo que debilitaría la posibilidad de que la acusada se declare inimputable. Además, los peritos de la defensa de Brenda cuestionaron la hipótesis de que una persona sin antecedentes de trastornos o impulsividad haya podido cometer asesinatos en serie.
La Voz consultó al médico psiquiatra, forense y licenciado en criminología Mario Vignolo, quien, a pedido de este medio, leyó los peritajes y realizó un análisis de los resultados. “Este sería un caso atípico –sostuvo Vignolo–. Podría compararse con un bombero que busca ser el centro de la atención. Entonces inicia un incendio para después convertirse en el héroe que lo apaga”.
¿Qué tan habituales son los rasgos psicopáticos en las personas? ¿Puede un individuo sin antecedentes de impulsividad ni patologías psiquiátricas asesinar en serie?
“En el diagnóstico multidisciplinario que realizan los peritos oficiales se observan rasgos psicopáticos. Estas personas suelen ser inteligentes, aplicadas y carecen de empatía por el dolor ajeno. A veces son muy simpáticas o seductoras y pretenden que el mundo gire en torno de ellas”, definió Vignolo.
Qué detectó el peritaje
El primer peritaje multidisciplinario oficial se realizó el 31 de octubre de 2022. En ese momento no se detectaron trastornos ni patologías psiquiátricas y se observaban en la enfermera dificultades en las relaciones vinculares y en el contacto social, el cual se caracterizaba por ser distante y de escasa resonancia afectiva y empática.
En la audiencia del martes pasado, los peritos oficiales informaron que se recabaron nuevas pruebas –en especial, mensajes de WhatsApp y fotos del celular de Brenda– que permitieron llevar a cabo un segundo peritaje ampliado el 30 de diciembre de 2024. Se examinaron las características de su personalidad, aspectos de su pensamiento, rasgos y formas de relacionarse con los demás.
Los peritos detectaron en ella una marcada necesidad de destacarse, acompañada de rasgos narcisistas, autorreferenciales y psicopáticos, propios de una persona que proyecta una imagen idealizada de sí misma, situándose en el centro y rechazando cualquier crítica a dicha imagen.
En la audiencia, las partes intervinientes preguntaron qué significan estos rasgos y cuán comunes son. “Todos tratamos de dar una imagen agradable y bien vista ante los demás. Pero lo que permite caracterizar estos rasgos como rasgos de personalidad es, quizá, su preponderancia y pregnancia en el funcionamiento”, explicó Matías Ambrosio, psicólogo y perito oficial.
Este rasgo, agregó, condiciona la forma en que Brenda se relaciona tanto con su entorno como con sus propias vivencias.
Otro de los datos informados en la audiencia fue que la enfermera no mostraba empatía hacia el sufrimiento de las madres. Sebastián Nigro, psiquiatra y perito oficial, puso el ejemplo de un terapeuta que se encuentra en contacto permanente con situaciones extremas de sufrimiento y con pacientes en riesgo de muerte: “Eso puede generar adrenalina e incluso llevar a una adicción al trabajo. El tema aquí es cómo una persona se conecta con el sufrimiento ajeno”.
A continuación, ofreció dos ejemplos: un agente de salud puede sentirse motivado a vincularse emocionalmente con ese sufrimiento al buscar una cura o la mejora del paciente; si este no mejora, puede experimentar una angustia intensa. En el caso de Brenda, su retribución provenía del sufrimiento mismo o de colocarse en una posición de benefactora, según el especialista.
“En ningún momento se observó que hiciera alusión a las madres o a los niños. Aun estando cerca de estas situaciones críticas, no se evidenció una conexión emocional con el sufrimiento de las víctimas. La satisfacción derivaba de haberse dado cuenta de los hechos antes que los demás o de cuestionar el sistema. Es, en definitiva, su modo de funcionamiento”, concluyó Nigro.
Qué son los rasgos de la personalidad
Vignolo explicó que todas las personas tienen rasgos en su personalidad; es decir, características que las definen como individuos y les permiten sentirse cómodas en su propia piel. Dichos rasgos están conformados por distintos factores –como la biología, los pensamientos, el entorno y la crianza– y determinan la capacidad de relacionarse con los demás.
Una persona puede experimentar, a lo largo de su vida, diversos sentimientos, motivaciones o crisis vitales (como una mudanza o la separación de sus padres). Los individuos que no padecen trastornos ni enfermedades mentales transitan esas situaciones sin salirse de su cauce, sin que ello altere de forma constante su calidad de vida (por ejemplo, en lo que respecta al sueño o a las relaciones sociales).
En segundo lugar, existe un sinnúmero de trastornos de la personalidad, definidos como un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se manifiestan en distintas dimensiones –emocionales, afectivas y motivacionales– y que, en algunos casos, hacen que la vida sea más conflictiva. Con los avances científicos y farmacológicos, se identifican cada vez más trastornos de la personalidad, los cuales pueden tratarse si se diagnostican a tiempo. Una persona puede llevar una vida armónica y sin conflictos si adhiere al tratamiento y es consciente de su condición. “Es como una persona diabética: si adhiere al tratamiento, tendrá una mayor sobrevida; de lo contrario, sobrevendrán complicaciones”, explicó.
En tercer lugar, se ubican las patologías psiquiátricas, en las que en algunos casos puede producirse una desconexión con la realidad.
Finalmente, se conocen como “estados mentales especiales” aquellas circunstancias de la personalidad que pueden provocar una desconexión con la realidad sin que exista una patología de base —por ejemplo, un trastorno mental transitorio, una emoción violenta o una intoxicación con psicofármacos. “Este no sería el caso de Brenda”, agregó Vignolo.
Asesinatos seriales
¿Puede una persona sin trastornos ni enfermedades psiquiátricas provocar asesinatos en serie?
El psiquiatra explicó que, más allá de este caso en particular, una cosa son los asesinatos múltiples y otra, los seriales. Los primeros son cometidos por delincuentes que roban, matan o incurren en otros delitos por placer y de forma reiterada. En cambio, los asesinatos seriales son realizados en general por psicópatas que sistematizan los asesinatos, eligiendo el momento, el lugar y la forma de ejecutarlos.
Esto no quiere decir que todos los psicópatas sean asesinos seriales: “Hay líderes psicópatas que conducen a las masas hacia su propia psicopatía. También existen empleados, jefes y profesionales con rasgos psicopáticos, que pueden llevar una vida normal y dejan su impronta sin llegar a cometer asesinatos en serie”, afirmó.
Los asesinatos en serie suelen tener un desencadenante. “La pericia oficial debe complementarse con otros indicadores que permitan evaluar con mayor precisión tanto la experticia como la conducta de la enfermera, tales como los turnos en que trabajaba y su desempeño, entre otras cuestiones que se irán aclarando a lo largo del juicio”, explicó.
Vignolo concluyó que los informes periciales constituyen un indicio. “Los peritos no pudieron encontrar todas las herramientas para etiquetar a Brenda como psicópata; sin embargo, los resultados de sus informes, vistos en conjunto, confirman la solidez de la prueba”, culminó.
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